Capitulo XXI

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Un taxi me había dejado enfrente del circo, no recuerdo bien el como salí de prisión pero ahora estaba en libertad, caminaba atraves de aquel camino de tierra improvisado, escuchaba el crujir de las ramas y de las hojas hasta que me encontré con un tronco, tenía una nota "Bienvenida de vuelta".

Seguí caminando, el aire fresco comenzó a tornarse pesado, el aroma se volvió peste y todo se había vuelto más oscuro, la carpa estaba perforada, pude apreciar que no había nadie dentro, por lo que fui a la cocina, en ella el aroma cambio drásticamente olía delicioso, a carne, siendo cocinada dirigí a una olla de la que parecía que venía ese olor, la destape y me encontré con un claro rojo espumante, ví algo flotando al fondo, con unas tenazas que estaban cerca lo extraje, era un... brazo, cortado desde la base, de piel suave y estaba cubierto por una manga de camisa blanca, giré la mano y me encontré con en anillo que Nathan utilizaba en su mano izquierda, era su brazo, estaba en shock, di la vuelta y me encontré con la máquina para hacer carne molida, tenía carne rosada saliendo de la boquilla hacia un plato, chorreaba sangre atraves de aquel metal que cubría la parte de donde se introducía, alcé mi cabeza y miré que unas piernas estaban colgando de la máquina, alguien había sido covertido en carne molida, lista para ser convertida en una hamburguesa con un poco de sal y hierbas, y era... Nathan.

Caminé asqueada hacia un remolque que encontré abierto, entré en ese lugar, cuando ingresé me encontré con líneas de sangre en las paredes y en el piso del remolque, seguí esas líneas y me encontré con algo aún peor, un oso estaba devorando de forma pasiva a Stephanie, le clavaba los colmillos en el cráneo mientras gritos de agonía escapaban de sus labios, gritos de auxilio, los colmillos del osos se clavaban en su frente, chorreando sangre, sus brazos intentaban salir del animal pero no lo logró.

Salí de ese remolque y seguí caminando en dirección al pequeño lago, el agua clara talvez pueda ayudarme, pero lo que ocurrió fue todo lo contrario, en el fondo del lago estaba Reed atado al motor de su motocicleta ahogándose sacando burbujas del agua con desesperación y miedo.

Seguí mi recorrido por el pequeño circo de los horrores, aún tenía la esperanza de encontrar al resto vivos, sanos y salvos, pero no fue así.

Me encontré con la doncella de hierro, aquel sarcófago con clavos de escapismo, en la base chorreaban grandes lagos de sangre, con miedo abrí la puerta y me encontré con Jean hecho colador, los múltiples clavos atravesaban su cuerpo, su rostro fue algo horrible, su ojo izquierdo estaba totalmente perforado, su nariz estaba destrozada y su boca abierta mostraba tres clavos saliendo de su garganta.

Me alejé de esa escena y seguí caminando, por ese lugar, cada vez sentía más miedo, mis amigos habían muerto y yo podría ser la siguiente, el próximo fue Weasley, con un agujero de bala en la cabeza estaba colgado en el cofre de la camioneta como si de un trofeo de cacería se tratase, una gruesa rama de madera cruzaba sus sienes y sus extremidades estaban remachadas en el cofre.

Un fuerte grito se escuchó en la carpa, así que entré y comencé a buscar, era la voz de Daryl, no él no, es joven aún tiene que vivir, corrí mientras lo buscaba, pero lo que encontré fue su cuerpo atado a una silla, con las baquetas de batería sobre su pecho y un platillo atravesaba su estómago, mientras que las cuerdas de su guitarra rompían su cuello tirando de el hacia atrás.

Más temprano que tarde me di cuenta que solo quedaban tres personas: Stan, Becky y Claire.

Y fue allí donde lo ví, en el centro del circo estaba Chase saliendo de una pesada penumbra, una gota de sangre cayó sobre mi frente, subí la vista y me encontré con Stanley colgado del cuello, la cintura y extremidades inferiores le faltaban, dándole espacio para  que sus órganos internos comenzaran a caer, sus intestinos, su páncreas, pulmones, corazón todo.

-Que bueno que estás conmigo- dijo Chase con una gran sonrisa -Talvez te preguntes donde están tus dos amiguitas restantes, y no, aún están vivas, pero las mejore para nosotros- Jaló de unas cadenas que tenía una en cada mano y lo que ví, casi me hace llorar y vomitar al mismo tiempo.

Eran Becky y Claire, estaban gateando, sus codos y rodillas estaban sangrando, me acerqué a ellas y observé que tenían collares de perro cocidos a su cuello con un grueso hilo, maldita sea, miré el rostro de Becky, su ojo izquierdo estaba cerrado y era imposible abrirlo, tenía una costura en el párpado de la cual le brotaba sangre, sus labios también estaban cosidos y su cabello estaba rapado a la mitad y muy mal hecho.

Por el otro lado Claire no estaba mucho mejor, a ella le faltaba un ojo, fue reemplazado por una X de estambre gris, tenía una herida en la garganta, y un bozal en la boca igual cosido con hilo grueso, extendió su mano la cual tenía en los dedos afilados clavos oxidados, los dirigió a su pecho, se clavó los dedos, sangre brotaba y se derramaba por su mano, cuando sacó su mano tenía su corazón entre sus afilados y sangrientos dedos, aún latente y con venas atadas a el, lentamente caían y el único ojo que tenía abierto comenzó a cerrarse, sus piernas se comenzaban a doblarse y a caer, lo que pasó después fue algo horrible me di cuenta que Claire... Claire... había... estaba... estaba... muerta, y lo último que me dió fue... su corazón.

Me levanté agitada de la cama, sudaba frío y me costaba respirar, giré mi cabeza y observé los barrotes de la ventana y la luz de la luna que se asomaba por ella, volví a girar mi cabeza y para mí irónica suerte estaba aún encerrada.

Era una pesadilla, una maldita pesadilla, mis temores porfin estaban manifestándose en mi mente, ver a mis amigos muertos, fue algo horrible.

Pero ¿Porque Claire me entregó su corazón?, Talvez sea señal de algo... Pero... ¿Será verdadera?

El Gran EspectáculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora