Becky
He comenzado a dejar de sentir miedo, ese frío sentimiento se ha sustituido por preocupación, no por Chase, más bien por Joseph, ¿Que pasará si nos llegan a descubrir?, No me imagino compartiendo una celda con Grace.
Pero por una noche decidí dejar todo eso en el circo y salir con Nathan a la ciudad, ya era cerca de las once y media de la noche cuando ya habíamos dejado de cenar y caminabamos ya para ese momento por la ciudad sin rumbo, solos los dos bajo el velo de noche estrellada.
En cierto punto vimos un pequeño parque iluminado por las farolas de luz que alumbraban ese espacio, tomé de la mano a Nathan y corrimos hacia unos columpios que estaban casi en medio del parque, la noche era casi perfecta.
-Dime- Nathan rompió el silencio -¿Porque estás aquí?.
-¿A que te refieres?- pregunté mientras me balanceaba levemente moviendo los pies de atrás hacia adelante.
-¿Porque te uniste al circo?- preguntó nuevamente -Si no mal recuerdo llegaste en Florida.
-Quería un cambio en mi vida- respondí, eso no era cierto pero era mejor que no se enterase cual era el motivo por el cual estaba en sitio.
-¿Segura?
-Claro que si, después de todo es mi pasado- respondí mientras me balanceaba un poco más deprisa -¿Y tú porque te uniste?
-No gano nada mintiendote- frené poniendo el tacón de mi zapato sobre la tierra -Yo soy de Alabama, cuando tenía once años mis padres se separaron por motivos que no quiero mencionar, mi madre huyó hacia Los Ángeles pero mi padre le prohibió llevarme con ella, llevo más de 15 años sin mi madre- dijo, su voz se comenzaba a entrecortar -Yo tenía el sueño de ser un beisbolista pero mi padre decía que era un sueño tonto, que seguiría sus pasos y atendería el negocio familiar.
-¿Que clase de negocio era?
-Una armería, siempre estaba llena de hombres idiotas que apenas sabían leer pero donde ponían el ojo ponían la bala, aprendí a disparar, pero no era lo mío, prefería la madera de un bate a la de una culata de un rifle, cuando a los catorce le dije a mi padre que me iría a perseguir mi sueño y que odiaba la armeria el me golpeó tan fuerte que caí al suelo y así me gane esta cicatriz- señaló una parte de su nariz la cual tenía una cicatriz vertical con una pequeña inclinación hacia la derecha -Y así siguió hasta que cumplí los 23 años, no aguante mas y salí de casa, corrí hacia la carretera en una noche como esta, y fue cuando ví la carpa del Henrriette y el resto ya lo debes de saber.
-¿Como era ella?, Tu madre- pregunté.
-Muy diferente a mi padre, era comprensiva y amorosa, sabía cocinar y curar casi cualquier herida que tuviese en mi cuerpo, pero supongo que la emocional tendré que curarla yo- unas lágrimas transparentes comenzaron a correr por sus mejillas.
-No siento, no debí preguntar.
-Becky, no te preocupes, necesito desahogarme y no me gustaría hacerlo con nadie más que tú- dijo mientras tomaba mi mano.
-Yo te hice una pregunta ahora hazme una tu- dije mientras sonreía.
-¿Porque estás con Brandon?-
-Es complicado- eché un pequeño suspiro fuera de mi boca -Me dijo muchas promesas, es así como las llama, verás, desde que voy a la secundaria veía como todos los chicos invitaban a chicas al baile de graduación, nadie se atrevió a invitarme, no me consideraban atractiva, yo sabía que lo era pero comencé a creer lo contrario, ¿Sabes lo que se siente quedarte en el salón de baile sentada toda la noche sin que nadie te invite a bailar?- la herida comenzaba a abrirse -Nunca di un beso en mi vida, recuerdo las horas de almuerzo ver a los demás comer juntos y a mi dejarme sola.
-¿Nunca tuviste un amigo?- preguntó Nathan.
-Una vez, apareció una chica llamada Marla, fue mi amiga durante medio año, suficiente tiempo para darme cuenta de que todas las palabras bonitas sobre la amistad eran viles mentiras, solo quería ligarse a mi hermano y sacarme dinero, para no alargar esto, cuando llegué al circo conocí a Brandon, e hizo como tener mi atención, me hablaba bonito y me hacía sentir bien, el sabía bien lo que pasaba en esos momentos, supo curar mis heridas, pero ya no aguanto estar con el, es un idiota posesivo, piensa que soy suya, que soy un maldito objeto de su propiedad, jamás ha mostrado verdadero cariño por mi no entiendo cómo puede caer en sus garras, al igual que caí en las de Marla- dije, ya con mi maquillaje corrido.
-¿Porque no lo dejas?- preguntó Nathan.
-No lo se, es lo más cercano que tengo a una pareja- respondí -No sé si obtenga una algún día.
-Claro que habrá alguien que te amará, eres muy bonita Rebeca- Jamás me había dicho Rebeca, esto se estaba poniendo serio -Tienes un gran corazón, y no merece que esté en mano que seguramente lo meterá en una licuadora y se lo de a los perros como comida.
-Tienes razón- le dirigí una pequeña sonrisa -Sabes mucho de amor.
-No, solo se una cosa.
-¿Que cosa?
-Que te amo- deje de llorar y esbocé una sonrisa involuntaria, me sentía diferente -No hay mejor persona por la cual enamorarme.
No dije nada, todo estaba en silencio, nos miramos fijamente y fue entonces cuando sucedió, se acercó a mí rostro, puso su mano derecha en mi mejilla y acercó mi cabeza a la suya, estaba nerviosa, sería mi primera vez, puso sus labios sobre los míos y me dió un largo beso, mi primer beso, fue talvez la sensación más hermosa que había sentido en toda mi vida, confirmamos que nos amabamos mientras nuestras lenguas jugaban, nos separamos -Te amo Nate- fue lo primero que se me ocurrió.
Volvimos al circo, estaba cansada así que fui directamente a mi remolque e invité a Nathan a pasar la noche conmigo, nos fuimos directamente a dormir, nos acurrucamos en mi cama y quedamos dormidos en segundos.
Alguien golpeó la ventana suavemente pero lo suficiente para despertarme, debió haber sido una rama de algún árbol o talvez sea Joseph que ya había escapado del almacén y estaba esperándome, tomé el hacha que usaba Daryl para cortar madera y me dirigí hacia la puerta del remolque, la abrí sin hacer ruido y no encontré a nadie solo una caja de cartón que decía "Se lo que hiciste"
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El Gran Espectáculo
Mystery / ThrillerEl circo Henriette ha viajado por todo el país entreteniendo al público y dejando una misteriosa marca de infortunio. Ahora una chica llamada Claire se vuelve miembro del elenco de artistas del circo, pero llega el momento en que aquella racha de ma...