8

8.6K 1.4K 265
                                    

Únete a nosotros en:

https://www.facebook.com/groups/SoniaLopezSouto/

Sígueme en:

Facebook: Sonia López Souto

Instagram: @sonialopezsouto

Tik Tok: sonialopezsouto

Y si te gusta lo que lees, puedes adquirir mis otros libros en Amazon:

https://amzn.to/2XZaMdM
_____________________________________

Me levanto temprano a sabiendas de que más tarde la casa será un caos. Todo prisas y carreras. Al menos así tengo tiempo de ducharme con calma y prepararme antes de que empiecen a llegar los invitados. Fiona estará ocupada con el cáterin. Aunque diga que son unos profesionales, todos sabemos que estará detrás de ellos para supervisar cada cosa que hagan y asegurarse de que todo salga a la perfección. Así es ella, encantadora pero exigente. Alpin tratará de ayudarla en lo que pueda, si es que ella le deja, así que me toca recibir a la familia a medida que vayan llegando. Mi tía insistió en que no hacía falta, pero sus ojos no decían lo mismo. La conozco lo suficiente como para saber que no pedirá ayuda aunque la necesite. Sacarle ese trabajo de encima será un alivio para ella. Y su sonrisa me dijo que estaba realmente agradecida por ello.

A muchos de ellos no los veo desde la boda de Cailean y Lía y tengo ganas de saber de sus vidas. Será un buen momento para ir adelantando noticias. Desde luego, no me molestará hacerlo, salvo quizá cuando llegue mi padre, pero ya lidiaré con eso en su momento. Por ahora necesito centrarme en otras cosas, como terminar la ducha antes de que se levanten los demás.

-Eh - me cubro rápidamente con la toalla cuando la puerta se abre sin previo aviso - Está ocupado.

-Deberías cerrar la puerta con llave si no quieres que entren - Helena repite exactamente mis palabras de anoche y a mí se me escapa una sonrisa.

-Lo olvidé - encojo los hombros con tranquilidad, como si llevar tan sólo una toalla ante ella fuese de lo más normal - Además, es temprano. Imaginé que nadie madrugaría tanto como yo.

-Ya ves que sí - aunque trata de no mirar fijamente hacia mí, la pillo en varias ocasiones admirándome. No puedo reprochárselo, yo hice lo mismo con ella ayer. Casi estoy tentado a dejar caer la toalla sólo para ver qué hace.

-Yo ya terminé - le digo acercándome a ella - Todo tuyo.

Mis últimas palabras hacen que sus pupilas se dilaten y que inspire profundamente. Esa sí ha sido toda una provocación por mi parte y me gusta el modo en que ha reaccionado. Cuando paso por su lado para salir, la rozo deliberadamente. Ahí está de nuevo la sensación que tengo cada vez que la toco.

-El baño, por supuesto - le susurro al oído.

-Por supuesto - repite, aclarando su garganta.

-Nos vemos abajo.

-Bonitas piernas, por cierto - me dice justo cuando estoy cerrando la puerta y no puedo evitar sonreír.

-Lo sé.

Escucho su risa a través de la puerta cerrada y mi sonrisa se amplía. Me encanta Helena y su sentido del humor. Y me encanta que siga mis juegos a sabiendas de que son solo eso, juegos. La mayoría de las mujeres terminan por ver en ellos algo que no hay y al final tengo que poner distancia entre nosotros. Es por eso que no tengo muchas amigas. Siempre habrá algo que les haga creer que ellas serán capaces de hacerme cambiar de opinión con respecto al amor. Y desde luego, no será así. No mientras sea francotirador en activo. Y lo seré por muchos años  todavía.

Nunca conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora