Nunca conmigo

38

Únete a nosotros en:

https://www.facebook.com/groups/SoniaLopezSouto/

Sígueme en:

Facebook: Sonia López Souto

Instagram: @sonialopezsouto

Tik Tok: sonialopezsouto

Y si te gusta lo que lees, puedes adquirir mis otros libros en Amazon:

https://amzn.to/2XZaMdM
_____________________________________

Keenan

-No entiendo una puta mierda de lo que me dices - le grito al tipo como si así fuese a entenderme él a mí y lo único que recibo es otro puñetazo en la cara.

Parece como si tuviese los puños de hierro porque me nubla la vista con cada golpe. O tal vez se deba a que ya perdí la cuenta de las veces que lo ha hecho y mi cara está sensible ahora. Sin embargo, me mantengo tan firme como puedo y sin emitir ningún sonido de protesta. No le daré el gusto. Sé que buscan quebrarme primero para luego traer al intérprete. O eso es lo que quiero pensar. La otra posibilidad no me gusta tanto, aunque creo que es más probable que ocurra. Los grupos radicales suelen usar a los soldados que capturan como ejemplo de lo que piensan sobre nuestro país y que estemos en el suyo. En el 100% de los casos esa demostración termina con la ejecución de los nuestros.

No sé el tiempo que llevamos aquí, pueden haber sido tan solo horas o tal vez días ya. Tampoco sé si los demás están vivos todavía. Nos han mantenido aislados a los unos de los otros. O tal vez haya sido solo a mí, pues hasta hace un par de horas no recobré el conocimiento desde que me desmayé en el momento de la captura.

Odio no saber nada de mis compañeros. Odio sentirme tan débil que solo pueda dejarme golpear por este cabrón que parece disfrutarlo demasiado. Odio no saber qué va a suceder a continuación y temerme lo peor. Pero a pesar de todo, no voy a dejarme derrumbar. Aguantaré lo que haga falta mientras haya una mínima posibilidad de salir ileso de todo esto.

-Y dale con lo mismo - insisto cuando me habla de nuevo, pero esta vez, cuando se acerca a mí, le escupo en los pies la sangre que se me ha acumulado en la boca después de su último golpe. Retrocede un par de pasos y me mira con cara de asco antes de acercarse de nuevo y golpearme con tal fuerza que mueve mi cabeza bruscamente. Un fuerte mareo amenaza con hacerme perder el sentido y me sacudo para impedirlo. 

Entonces, su mano va directamente a mi pierna y aprieta la herida sin contemplaciones. Apenas consigo contener el grito de dolor pero sabe que me está haciendo mucho daño porque mi rostro está completamente blanco y termino vomitando. Al menos me queda el consuelo de que sus zapatos estarán manchados también con eso.

-Cerdo extranjero - dice con un acento tan marcado que apenas consigo entenderlo.

Su puño golpea mi pierna una y otra vez hasta que el deseo de perder la consciencia es imperioso en mí. Apenas consigo mantener mis ojos abiertos y me resulta dificultoso hasta respirar pero mi boca continúa cerrada. Resistiré. Por mis compañeros. Por mi familia. Por mi hijo.

Mi hijo. Joder, no quiero morirme sin conocerlo. Puede que no vaya a ser el mejor padre del mundo pero quiero intentarlo. Lenox tenía razón, como siempre. No se trata de decidir si seré un padre para él, sino de si solo seré eso o también el apoyo que Helena necesita. Y mientras trato de soportar el maldito dolor que este cabrón me está causando, solo puedo pensar en que quiero vivir para poder decidirlo con ella. Porque, si ella me quiere a su lado, me tendrá. Ahora lo sé, aunque en el fondo creo que siempre fue así.

Una orden detrás de mi verdugo lo detiene y yo inspiro profundamente varias veces para mantenerme consciente. Creo que ha llegado el momento de hablar. Solo espero poder hacerlo sin ganarme un nuevo castigo por lo que diré. Mi pierna no lo resistiría. Late como si la herida estuviese otra vez abierta. La sangre que mancha mi pantalón me dice que es más que probable que lo esté.