Capitulo 15

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Freddy pov:

--Tú mamá es muy buena onda—me susurró Golden al entrar a la casa, a lo que yo simplemente asentí.

--¡Bien, comida servida!—exclamó mi madre desde la cocina--¡Freddy!

--¡Ya vamos ma!—respondí—Vamos Gol...den.

--Ahh...¿qué?—dijo confundido. Mi vista se encontró con él, estaba sosteniendo una fotografía donde estaba con mi madre, la miraba atentamente mientras sonreía, me pareció muy tierno de su parte, aunque por alguna razón su sonrisa me parecía triste. Cuando lo pille en el acto se puso nervioso y colocó de inmediato la foto en su lugar. Yo solo reí en respuestas—Lo siento...

--No es nada—le sonreí—Es solo una foto.

--...--no dijo nada, solo sonrió en respuesta.

Caminamos hacia el comedor, en el corto trayecto por el pasillo me dedique a observarlo, se veía muy diferente así, con una sudadera suelta, unos jeans, tenis y con el cabello recogido en una coleta. Debía admitir que se veía bien, ese estilo lo hacía lucir más fresco.

Pero me preocupaba otra cosa, su ánimo. No solo se veía cansado, pues las largas ojeras corrían debajo de sus ojos grises, manchando su perfecta piel aperlada, si no que...algo en sus ojos no me gustaba. Tal vez no conocía mucho a Golden, pero sabía perfectamente que algo le molestaba, sus sonrisas no parecían tan brillantes como antes, y sus ojos me reflejaban una tristeza inmensa.

No me gustaba verlo así, me dolía, porque yo no podía hacer nada para ayudarlo. Era demasiado cobarde como preguntar si algo le pasaba, además parecía como si él no quisiera tocar el tema.

--¿Qué pasa?...—preguntó una vez notó mi mirada posada sobre él.

--No, nada—negué con la cabeza dirigiendo la vista hacia el frente—Es solo que...te vez diferente.

--¿Me veo mal?—preguntó preocupado.

--No, para nada...--le sonreí—En realidad me gusta.

--...--se quedó callado, pero con una sonrisa en su rostro, de esas sonrisas que yo conocía perfectamente.

--Hora de comer...--anunció mi madre una vez llegamos al comedor—Hoy, la chef experta y extranjera presenta ante ustedes el siguiente plato.

--¿Tú mamá siempre es así?—dijo Golden riendo un poco.

--Desgraciadamente...si—suspiré mientras reía.

--¡Ehh! Más respeto ustedes dos...--Golden y yo asentimos y mi madre nos sonrió—Y Hoy comeremos... Espagueti.

--¡Mamá!...—dije, a lo que mi madre me miró fijamente y después comprendió mi queja.

--Oh...lo siento cariño—me dijo apenada—Es que hoy es el día en que...--se quedó callada al darse cuenta de que Golden seguía con nosotros.

--No importa...--suspiré cansado—Él lo sabe.

--¿Él lo sabe?...—preguntó sorprendida. Jamás le había dicho a nadie de mi condición, por lo menos no voluntariamente, por lo que Golden era la primera persona que sabía exactamente lo que pasaba conmigo--¿Se lo has dicho tú?

--Si...--suspiré, Golden me miraba con sorpresa, supongo que no esperaba que el saber mi secreto era tan importante—Yo se lo dije.

--Oh...vaya...--mi madre parecía impresionada, trataba de procesar la información que había obtenido—Mi amor...

--Ma, no empieces con las cosas cursis por favor—me queje, a lo que ella simplemente sonrió.

--Está bien mi niño—sonrió—Solo me alegra que hayas encontrado a alguien a quien confiarle ese secreto.

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