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Capítulo doce.

Es sábado y me encuentro frente a la casa de Mónica. Desde el otro lado de la calle se puede ver toda la locura, todos los chicos y chicas, se escucha la música totalmente alta, todo. En este momento no entiendo porque vine, los ambientes así de escandalosos y llenos, los odio. Pero para mí es una oportunidad, no pienso desperdiciarla. Paso la calle y entro, la puerta estaba abierta, adentro el ambiente era aún más pesado. Una fiesta de éste tipo no necesitaría mucha preparación pero Mónica se lució. Afuera además de la piscina hay un gran tobogán y otro tipo de juegos y los chicos se divierten cómo locos, también hay decoración, pero no demasiada, la fiesta es una locura no prestarían mucha atención. Adentro hay un bar, luces llamativas y mucho, mucho licor, también hay un poco de decoración, hay más gente que afuera y llevan sobreros o gafas, parecen divertirse mucho. Yo ni siquiera soporto el ruido. Me siento en un sofá, y los miro. Es patético venir a una fiesta y no bailar ni divertirse pero me cuesta, no me gusta el ambiente, hubiese sido mejor no venir, pero repito, es una oportunidad.

Alrededor de las 12:30am Mónica se acerca a mí y me indica que salga al patio de atrás para encontrarme con ella, allá se puede hablar mejor. Supongo que es para la “deuda”, yo no entiendo nada, ella dijo que no sería nada malo y la verdad no lo sé. Ni siquiera me he divertido, un par de chicos me invitaron a bailar y simplemente no quise. Caminé en medio de toda la gente y salí al patio trasero. Cuando llego no encuentro solo a Mónica, también están Zayn, Chris y Owen, cada vez entiendo menos.

- Antes que nada debo decirte que fuiste una estúpida por no bailar con aquel chico lindo, digo, estaba borracho pero de todos modos, es una fiesta y no has bailado en toda la noche. ¿Has tomado? - Niego. Una cerveza a medias y ya.

- Bueno, para pagar la deuda habría sido mejor que estuvieras algo borracha pero… Bueno, no importa. Bueno, querrás saber qué tienes que hacer ya ¿no? - Asiento. De verdad me intriga. - Bueno, es algo así como perder tu virginidad. - Siento algo horrible y puedo jurar que palidecí. - Te traje a tres de mis mejores chicos, y debes hacerlo con los tres. - ¿Qué acaso está loca? No pienso hacerlo, espero que no me obligue. - Míralo como la entrada a una hermandad, todos nosotros lo hicimos en algún momento y te pido que lo hagas porque quiero relacionarme contigo pero necesito saber si no eres una cobarde cómo nosotros creemos. Si lo eres todo quedará igual. - No hablo porque no sé qué decir, estoy asustada y de verdad no quiero hacerlo, pero, tengo una gran necesidad por terminar con mi miseria.

- Eres libre de irte cuando quieras, Lilly. No haremos nada si no quieres. - Dice Zayn, y es la primera vez que además de encontrarlo lindo lo encuentro dulce. Sí, no, no lo sé. Pasan unos segundos y aun no lo decido, sencillamente no lo sé. 

- Lilly, debo volver a la fiesta, decide. - Dice Mónica. Y bien, al final no es como si yo fuera muy valiosa, ellos son lindos y… Tal vez no sea tan malo después.

- Acepto.

- Muy valiente, Lilly. - dice y me sonríe con autosuficiencia. - Bueno, los dejo. - Dice y se va.

Subo con ellos a arriba, entro al cuarto de sus padres y me siento sobre la cama muy nerviosa. 

- No estés tan nerviosa. - Dice Zayn mientras cierra la puerta detrás de él. - Será divertido. - Dice y me planta un beso en los labios, quedo tan estúpida, es como droga.

// Narrador omnisciente//

Lilly salió de la habitación donde los tres chicos se terminaban de vestir. Al principio pensó que no sería tan terrible, pero lo fue. Fue una horrible experiencia, no porque ellos la hicieran mala, por el simple hecho de que hizo lo que una zorra haría, además, no fue la primera vez de cuento de hadas y no fue exactamente con un príncipe azul. Para ella fue asqueroso, doloroso y en realidad, dudaba en volver a hacerlo alguna otra vez con alguna otra persona en su vida. Se unió a la esperanza de que todo mejorara. Cuando iba bajando para irse a casa, Mónica la detuvo en las escaleras. Lilly no lo había notado pero los chicos ya iban detrás de ella.

StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora