Strange

#15

Capítulo quince.

Entonces, el lunes tuve a mamá encima todo el día y fue muy molesto. En la escuela me molestaron un poco pero eso es lo normal ¿no es así? 

El martes mamá me insistió mucho por cambiar mi peinado, que intentará algo nuevo, no quería hacerlo pero acepté que me peinara por el hecho de que no iba a dejar de joder, y tal vez después me lo sacaría en cara y es estresante. Era algo diferente a las que me hago y tenía dos mechones a los lados, me sentía incómoda pero en la escuela Mónica dijo: “Por fin haces algo bien”, en respecto a la trenza. Bueno, por fin mamá hizo algo bueno por mí.

Al salir de la escuela fui con Mathew a casa, ya había ido un par de veces pero no vale la pena mencionarlo. Lastimosamente los gorilas que son amigos de Justin estaban allí y nos hicieron sus esclavos toda la tarde y era totalmente asqueroso porque Zayn y Owen me miraban el culo ocasionalmente, era incómodo. Desde el otro día Zayn ya no me parece lindo, ni siquiera puedo verlo a la cara sin morirme de vergüenza y algo de asco. 

El miércoles fue un día terrible porque reunieron a todos los de último año para hacer una clase de Educación Sexual, que terminó siendo de lo peor para mí. Comenzamos con el típico condón y el pepino. Hablaban de algunas cosas, yo no prestaba atención, me resultaba aburrida y algo incómoda la clase.

- Bien, chicos, también es muy importante es llamar a los genitales por su nombre. Sé que son bastante grandes pero noto que no llaman a los genitales de la manera correcta. – Allí fue cuando la señora que nos daba las clases comenzó a explicar, glande, clítoris, un montón de partes del sistema reproductor y algo así. 

- Oh, vamos, pero ¿De verdad sabe lo malo qué quedaría decir eso en medio del acto? Bien, sólo imagínese yo recibiendo una mamada diciendo “Oh, oh sí, chupa ese glande. Umh, nena, me encanta, traga lo todo”. – Dijo Ryan. Muchos comenzaron a reír y sus amigos le siguieron el juego. 

- “Oh, chica, lame ese prepucio. Me encanta, me encanta”. – Dijo Zayn.

- “Umh, Zayn, hazle el amor a mi vagina, fuertemente. ¡Oh Dios! ¡Toca mi clítoris con ese escroto, oh!” – Dijo Lindsay. Seguido de comentarios de todos ellos. Me sorprendía la manera en la que podían ser tan desvergonzados.

- Justin, cariño, amo la manera en que abres mis labios mayores y me chupas la vagina. – Dijo Mónica cerca a la oreja de Justin, de manera coqueta. 

- Es un placer. Y amo la manera en qué engulles mi glande, eres fantástica. – Luego se largaron a reír.

- Supongo que ninguno de ustedes es virgen. – Dijo refiriéndose a los que habían hablado hace un rato. – ¿Alguien más que no lo sea? 

- ¿Qué dice? ¡Obvio que soy virgen! Chris y yo esperamos al matrimonio. – Dijo Lauren, obviamente bromeando. – De hecho, todos lo hacemos.

- Bueno, Keri y yo no, tuvimos que adelantarnos porque mi mamá no me deja juntarme con blancas. Es duro ya que es amor verdadero, así que todo lo que hemos hecho es obra del amor. Esperamos algún día que el mundo acepté nuestro amor. – Dijo Owen jodiendo. Sus amigos rieron.

- Hablando en serio. – Ignorando lo que habían dicho. – Quien no es virgen levante la mano. Muchos levantaron la mano, yo no lo hice, me daba vergüenza. 

- Bueno, no, no somos vírgenes, no nos engañemos. Pero, no somos aquella persona que tuvo su primera vez con tres chicos. – Sentí una oleada de miedo y nervios, también sentí unas horribles ganas de llorar, no era posible que hiciera eso.

- ¿Quién tuvo su primera vez con tres chicos? – Me señaló, estaba atrás de mí y no la vi pero lo supuse en cuanto la señora me miró.

- ¿Tú? – Me preguntó. No sabía en donde esconderme, asentí, no sabía que más hacer. Ella parecía sorprendida, sabía que me preguntaría cosas, quería morir.