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Capítulo diecinueve.

El viernes en la tarde la mamá de Lilly convocó a una cena familiar, en la noche daría una noticia. 

A las 7:00pm Casandra los llamó a todos en la mesa. Las cuatro personas que vivían en la casa se sentaron en la mesa. 

- ¿No vas a comer? – Le preguntó Casandra a Lilly.

- No tengo hambre. – Respondió esta.

- Ha de ser porque sólo comes mantequilla de maní. No es sana ¿sabes? Vas a engordar y te saldrá acné, no entiendo porque la comes. – Lilly no respondió, sólo deseaba qué se callará. – No quiero qué te veas mal para la boda, tienes que verte muy bonita. Y hablando de la boda ya está elegido el lugar y eso es de lo que queríamos hablarles. – Casandra le pasó la palabra a Jeremy.

- La boda será en diciembre y ustedes saben cómo se pone la cosa con la nieve. ¿Quién dice qué el día de la boda no habrá una tormenta? En fin. Estuvimos revisando y viendo qué era lo más conveniente y entonces decidimos que nos casaremos en… – Jeremy le pasó la palabra a Casandra.

- ¡Los Cabos! – Soltó Casandra emocionada. – ¿Qué les parece?

- A mí me parece genial. – Dijo Justin.

- ¿Y a ti, Lilly?

- Eso es en México ¿no? – Preguntó Lilly, se le había formado un nudo en la garganta. ¿Viajar? Para Lilly era demasiado. 

- Sí, es en México. – Respondió Jeremy. Lilly sintió cómo si se mareara.

- Es algo lejos ¿No creen? – Dijo mirando a su plato. Su voz era frágil, no quería viajar a México. Su mamá sabía lo que representaba para ella ir a un lugar tan lejano, y más si no lo conocía. 

- Sí, pero, va a ser tan hermoso. – Respondió su mamá, sabiendo lo que pasaba por su mente en ése momento. 

- Ah. – Dijo Lilly, hizo una mueca y se rascó el cuello. 

Irían a una playa llena de gente y ella ni siquiera sabía nadar, estaría lejos de casa. Bueno, si podía llamarle así porque no la consideraba su casa aún. 

- Y bueno, en parte es malo porque vamos a viajar muy seguido y no podremos estar con ustedes, pero bueno, sabemos que pueden cuidarse solos.- Tenían el trato, eso haría más desagradable estar a solas con él.

- Tranquilos, encontraremos algo que hacer. – Dijo Justin y miró a Lilly. Ella quiso arrancarse los ojos. 

- Eso es genial. De todas maneras vendrán Martha y su hija así que todo estará en orden cada vez que viajemos. 

- ¿Viajarán pronto? – Preguntó Justin. Le interesaba porque quería saber cuándo podría reunirse con Lilly de nuevo.

- Tal vez mañana, pero no es seguro. – Dijo Jeremy. – ¿Por qué? – Preguntó. El cuento de buen chico se lo creía Casandra, no él. Sospechaba que querría hacer algo mientras no estaba. Había pasado antes, llegaba un poco antes del viaje y entonces la casa era un desastre. 

- Curiosidad. – Respondió Justin.

Lilly subió a su habitación antes de que todos acabaran de comer. Intentó dormir pero no pudo, así que comenzó a estrangularse ella misma, causa de su ansiedad. Golpearse, arañarse, pellizcarse, jalarse el cabello, todo lo que la ayudara a desahogarse con ella misma y calmara su desesperación servía. Un rato después estaba llorando y jalándose el cabello, se desesperaba demasiado. 

Al terminar de comer Justin subió y tocó la puerta de Lilly, ella con la vez quebrada le indicó que pasara. Él abrió y la vio con la cara sumergida en la almohada.

- Mañana en mi habitación. Sé puntual. – Dijo Justin y cerró la puerta. 

Al cabo de un rato Lilly se sintió peor, pensaba en lo horrible que sería acostarse con Justin de nuevo. No le gustaba que la tocaran, a veces cuando Mathew lo hacía no lo dejaba porque no le gusta el contacto con otros. 

No quería estar con Justin de nuevo, no quería estar con otra persona jamás. No quería ir a México y no quería vivir en ésa casa. Tampoco quería vivir de ésa manera, prácticamente obligada a hacer las cosas. Quería estar con su novio sin sentirse lo peor, consideraba que lo mejor de estar con él era lo bien que la hacía sentir y odiaba el hecho de que Justin le quitara eso. 

Odiaba su vida, odiaba el hecho de que nunca la hubiese dejado ser feliz completamente, porque después de sus días alegres se avecinaban días de sufrimiento que nunca, nunca terminarían.

Ella hubiese preferido estar con Aida, Mary Anne y Kyara, pero no podía, ya no podía hacerlo. Sólo quería ser feliz, quería poder disfrutar algo sin tener que sufrir después, quería ser hermosa y tener carácter para que dejaran de molestarla de una buena vez, pero, la realidad es qué ella ya no podría ser feliz nunca.

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