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Chapter 11: Ugly ass Justin.

Stiles

No podía creer que Justin iba a marcharse en vacaciones. Jamás viajaría a Atlanta, ¿por qué naranjas viajaría a Atlanta? Justin me odia, así que no podría ser exactamente por visitarlo. Pattie se quedaría aquí, así que mamá no tendría razones para ir, seamos honestos, mi mamá es una hipócrita con Justin, ella en realidad lo odia y la verdad no la culpo.

Era el destino, jamás lo vería. Él me odiaba de nuevo y me iba a dejar atrás, en diez años estaría casado, seguramente con hijos y habría terminado la escuela, el colegio y estaría manteniendo a su familia. ¿Por qué naranjas pensaría en mí?

"¿Quieren aderezos?" Nos había preguntado Angela, antes de sentarse a mi lado. Scott asintió, sonriente.

"Sí, italiano", Le respondió.

"¿Stiles? ¿Y tú?"

"¿He-h? ", yo no les había estado prestando atención.

"¿Quieres aderezos?"

"Ah-h, no"

Mi estómago estaba revuelto, no tenía hambre. Me había levantado, Angie y Scott me dieron una mirada de confusión.

"¿Estás bien?" Preguntó Angela, agarrando mi brazo.

"Sí, quiero tomar aire"

Corrí hacia afuera, crucé el campamento y llegué al muelle. Había estando llorando una hora y media, el sol comenzó a meterse y me pregunté si corría peligro al quedarme ahí. No quería volver con los demás, estaba cansado de ser la "víctima" como Justin dice. No me gustaba llorar en frente de ellos.

¿Cómo podría demostrarle a Justin que lo adoraba? ¿Cómo podría traer al Justin bueno de vuelta?

Lo había decidido después de dos horas, todo mi esfuerzo al no hablar de StarWars en público, de ocultar mi mameluco y mis dulces de bebé. Mi gran preocupación numerosas veces de que no notaran cualquier detalle de mi persona, que pudiera llevar a que no me aceptaran y me juzgaran. Todo se iría a la basura, junto a mi orgullo y mi dignidad. Mi corazón estaba hecho trizas, mis ojos y cabeza dolían y estaban cansados.

Me levanté, sintiéndome mareado y débil, no había comido en todo el día, me la había pasado lamentándome y pensando en una solución. Cuando llegué al centro en la bandera, todos estaban sentados, en fogatas, cantando y riendo, otros contaban historias de terror. Y entonces escuché su voz dulce, Justin estaba cantando en una de las fogatas.

Me acerqué, obviamente enamorado y adorando su voz. Los que estaban en la fogata lo animaron al terminar.

"Tienes una voz única", dije, haciendo que todos los de la fogata, incluyéndolo a él, se volvieran a verme. "Es suave y dulce, además puedes alcanzar las notas que quieres, es fascinante", le dije, mirándole a los ojos.

Él solamente asintió y acercó su bombón hacia el fuego.

"Con todos escuchando", levanté la voz y obtuve la mirada de medio campamento. "¡Con la atención de todos!", alcé mi voz, el silencio inundó la noche y todos me observaron. Los ojos de Justin se abrieron en tensión y miedo, suplicándome que cerrara la boca.

"Quisiera... Decir algunas cosas. Todos aquí, seguramente son mucho más distintos de lo que parecen", Justin pareció relajarse, pero aún me observaba con una mueca de confusión. "Muchos pensamos, hacemos y sentimos cosas completamente diferentes a lo que aparentamos".

Stiles. © [1 y 2 temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora