Stiles.Nowhere but up. —La decisión más difícil.
—No lo hagas, Stiles.
Suspiré, dejándome caer en la silla de mi escritorio.
—A ver, no tiene que ser tan difícil. ¿Qué haré yo sin ti? —Scott exageró.
—Te escuchas como si yo me fuera a suicidar. —Viré mis ojos y cubrí la mitad de mi cara, aplastando mis cachetes—. Mira —Quité mi mano.
—Es básicamente lo mismo.
—¡Claro que no! Siempre he querido esto. —Bufé— New York es mi salvavidas. Quiero esto, Scott. Quiero ser parte de la FBI, ¿te imaginas lo orgulloso que estaría mi papá?
—No sé cómo llegamos aquí... Comenzamos hablando sobre Justin Bieber y Lydia.
—Ni me lo recuerdes —Volví a cubrir mi rostro, ahora con las dos manos—, quisiera que se olvidaran de mi existencia —descubrí mi rostro—, pero al mismo tiempo no podría seguir si lo hicieran.
—Para nada egoísta. Te admiro.
—No uses sarcasmo en mi contra —hice una mueca de desagrado—, de verdad. No se qué hacer.
—Amas a Lydia.
—Sí, estoy con ella.
—¿Amas a Justin? —Me preguntó.
Mi subconsciente viajó de vuelta a las memorias escondidas, simples imágenes de Justin. Lo vi caminando en el bosque ese día que viajábamos al campamento, lo vi contra la pared del baño cuando nos saltamos clases y lo besé. Sentí en mi nariz el cabello de su nuca, de cuando éramos pequeños y dormía abrazándolo por detrás. Sentí su lengua humedeciendo mi cuello, escuché una de sus risas sarcásticas, y una carcajada honesta. Escuché uno de sus gemidos suaves, de cuando me apretaba contra él.
Miré a Scott, quien me esperaba con una pequeña sonrisa y una ceja alzada.
—Más que a nada. —Asentí, mientras mi garganta de apretaba.
—Eso quiere decir más que a Lydia... Quien ha sido tu amor platónico desde tercer grado, ¿no? —Se rió, yo asentí—. Entonces ya sabes que hacer.
—No lo entiendes, Justin siempre termina cagando las cosas. —Suspiré, rascándome la cabeza.
—Dale otra oportunidad. —Se encogió de hombros.
Me despedí de Scott, quien se quedó en la puerta mientras yo caminaba a mi Jeep. Lo miré por sobre mi hombro, y mentalmente me despedí de su casa. Mayor parte de mi infancia se quedaría aquí y en la casa de Justin. Sonreí una última vez y me subí al auto, lo encendí y manejé fuera.
Mi corazón latía con fuerza, y un montón de sentimientos encontrados peleaban en mi estómago. Estaba nervioso y triste porque tendría que dejar a Lydia, enojado conmigo mismo por dejarla ir y caminar hacia Justin nuevamente, quien no ha hecho más que cagarla. Otra parte de mí estaba ansiosa por tenerlo a mi lado, por New York y por lo orgulloso que estará papá en un futuro. Mientras tanto, la parte más grande de mí tenía miedo por Scott, esperaba que nadie descubriera su secreto y que pudiera con cualquier obstáculo que se le presentara. Sabía que Derek, Allison y Angie estarían ahí para él, Melissa y papá también ayudaban sin darse cuenta.
Me estacioné afuera de la casa de Lydia y la llamé. Colgué el celular y la vi salir. Ella lucía completamente bella, su cabello color fresa y sus labios rojos. Subió al auto y se acercó para darme un beso corto.
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Stiles. © [1 y 2 temporada]
RandomStiles es un niño alegre y amistoso; Justin no lo soporta. Así comienza esta historia, dos niños con cinco años de vida, intentando lidiar el uno con el otro. Stiles no parecía rendirse, cada día su cariño por Justin crecía. ¿Cómo era eso posible? E...