Justin
22. La chica de Stiles.
Lydia estaba siendo demasiado amable conmigo para ser verdad, y sí era demasiado bueno para ser verdad, sentía sus malas vibras; sabía que en el fondo me odiaba. A veces me asustaba un poco tomar del jugo que me traía, ¿qué si quería envenenarme para deshacerse de mí? Jamás creí que tendría este tipo de competencia. Selena era bisexual, y a veces se metía con sus amigas y pretendía que nada había pasado, aún así no sentía que competía con sus amigas porque... Yo estaba casi seguro que era sólo sexo. Pero con Stiles es diferente, ellos son una familia, estoy seguro de que Stiles la ama y me jode pensar en estoy compartiendo su amor con alguien.
—Ten... —Puso un vaso con jugo de naranja en mi mesa de noche y me sonrió—, ¿tienes hambre... Aún? —Sonrió—. Si quieres puedo decirle al cocinero que-
—No, estoy bien. —Apreté mis labios en una sonrisa—, deberías de ir a casa, aprecio tus atenciones, pero en realidad no siento que tengamos una conexión además de Stiles-
—Stiles es nuestra conexión —Sonrió, interrumpiéndome—, eso es suficiente. Sé que te aprecia mucho y el que yo te ayude lo hará feliz. Además no me molesta.
Quise reírme en su cara y aventarle el jugo en su horrible blusa verde que quedaba bien con su horrible cabello. Odio a esta chica.
—Entonces —siguió hablando— ¿hambre?
—No. —Negué con mi cabeza y agité mi mano—, no te preocupes. Tomaré una siesta. ¿Vendrá Stiles hoy?
—Claro que vendrá —Sonrió y se cruzó de brazos—, se preocupa por ti... Es sólo que ayer le pedí que ayudara a mi papá con algo.
—Uh, bien. —Me encogí de hombros y cerré mis ojos. Aún sentía su mirada sobre mí, los nervios me comían y sentía que en cualquier momento ella me apuñalaría con un tenedor o algo. Abrí mis ojos de sorpresa, y sí, ella definitivamente seguía viéndome—. ¿Podrías dejarme dormir? Siento tu mirada.
—Claro. —Sonrió falsamente y se dio la vuelta, saliéndose de mi habitación.
Viré mis ojos y alcancé mi celular, buscando a Stiles entre mis contactos. Lo presioné y me llevé el celular al oído.
—FBI —contestó.
—Ha. Ha. —Viré mis ojos—. Tu noviecita ya me tiene cansado, está planeando mi muerte en el primer piso, lo presiento.
—¿Qué? No, Lydia es muy adorable. No te preocupes, te está cuidando porque sabe que me-
—Que te importo —Me reí—. ¿Sabe que aún metes tu lengua hasta mi garganta cuando tienes la oportunidad?
—¡Shhh! ¡Cállate! ¿Estás loco? —hubo silencio—, entiendo que estés enojado. Pero ella solamente está siendo amable, te lo aseguro.
—Quiero que se largue de mi casa, intenté correrla amablemente y no cede. —Viré mis ojos y rasqué mi nuca—, Stiles de verdad quiero que la saques de mi casa y de tu vida.
—Cálmate, llego en unas horas.
—¿Escuchaste todo lo que dije, sordo?
—Adiós, te veo al rato.
—St- —cortó la línea. Gruñí.
No me gusta el Karma.
Tomé una siesta de dos horas y tuve hambre, así que decidí levantarme de mi cama de una maldita vez y hacerme un sándwich de los míos. Bajé las escaleras y vi a Lydia sentada en mi sofá, comiendo de mi comida y viendo mi televisión. Torcí mis labios y quise tirarle la comida en la cara, pero entré en la cocina. Me preparé un delicioso sándwich con extra queso, después salí y me senté a su lado.
—¡Justy! ¡No te hubieras levantado! —puso una cara triste—, yo te hubiera llevado la comida.
¿Cómo mierda me llamó...
—Ah... Yo quería levantarme. —Fruncí mi entrecejo y mordí mi sándwich.
—Ay, está bien. —Sonrió—, sólo dime si necesitas algo.
—No. —susurré bajito para mí mismo.
Stiles llegó después de una película y media, sonrió al vernos.
—¡Mi amorrr! —Lydia se levantó y lo abrazó, para después besarlo en los labios.
Desvié la mirada, asqueado. Se separaron y Lydia soltó una risita.
—Justin ha estado algo gruñón lo que quiere decir que está mejorando —le contó a Stiles... ¿Desde cuándo me conoce la babosa esta? —Ya se levantó y estábamos viendo películas... ¿Quieres unírtenos? ¡Somos tus personas favoritas!
Me levanté del sofá.
—Deberían de irse, yo ya estoy bien. Gracias por sus cuidados. —Sonreí leve y falsamente.
—Awww, está bien. Me alegra que estés bien. —Contestó ella.
Los empujé a la puerta, básicamente. Me dejé caer en el sofá y suspiré, cansado de estos juegos con Stiles. Todo es demasiado complicado.
—Justin... —Sentí unos golpecitos en una de mis mejillas. Abrí mis ojos, me había quedado dormido en el sofá.
—¿Volviste? —Me reí, incorporándome—. ¿Quieres lengua o...
—Ya déjate de estupideces. —Contestó fastidiado—, no sé que hacer. Mi relación con Lydia es perfecta y ella es perfecta. Tú eres un pedazo de caca con lo que me ofreces-
—Wow, entonces lárgate.
—Peero, como decía antes de que me interrumpieras. Aún después de todo eso, yo te amo.
—Mhm. —Arqueé una ceja—, entonces déjala.
Tomó mi mandíbula con una de sus manos y me miró a los ojos.
—Me gusta cuando te enojas...
Arqueé mi ceja aún más. Stiles estampó sus labios contra los míos y comenzó a besarme desesperadamente, yo lo hice con la misma intensidad. Todo esto era muy estresante y me gustaba descargarme en nuestros besos.
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Stiles. © [1 y 2 temporada]
RandomStiles es un niño alegre y amistoso; Justin no lo soporta. Así comienza esta historia, dos niños con cinco años de vida, intentando lidiar el uno con el otro. Stiles no parecía rendirse, cada día su cariño por Justin crecía. ¿Cómo era eso posible? E...