Stiles. © [1 y 2 temporada]

24.

ATENCIÓN, hay DEMASIADAS lectoras fantasma para mi gusto. Si los likes no se acercan ni un poco a las lecturas, no seguiré subiendo como lo estoy haciendo. Quiero verlos y sentir bonito, ver quiénes son. También exprésense en los comentarios, los leo todos. 💛💛💛

Stiles.

Trust. —A new beginning.

Abrí mis ojos, dándome cuenta que había estado soñando sobre una serie de televisión que había visto la noche anterior con Justin. Me estiré en la cama y después tallé mis ojos, la alarma seguía sonando, por lo tanto alcancé mi celular de la mesita de noche y la apagué. Me volví, encontrándome con el cuerpo de Justin, lo atraje hacia a mí y besé su frente.

—Tengo que irme, amor. —Me alejé un poco para intentar observar su rostro en la oscuridad, Justin seguía dormido.

Me levanté y tomé mi celular, encaminándome al baño. Me di una ducha corta y después me cambié ahí mismo, tenía un outfit preparado, junto a mi colonia. Justin me había obligado —mentira, yo lo quise hacer por mi propia cuenta— a arreglarme en el baño para no despertarlo. Salí con cuidado y lo vi boca abajo, se veía tan cómodo.

Salí de la habitación y prendí el televisor, me serví un cereal y me senté a comerlo. Estaba entreteniéndome con dibujos animados; Shrek era una de mis películas favoritas de niño —no tan niño, pero aún disfrutaba de ella— además Justin me había comparado con Burro. Terminé mi cereal y me puse el chaleco y cinturón. Entré a la habitación y levanté el colchón ligeramente —de la esquina de mi lado, obviamente— saqué mi pistola y la guardé en mi cinturón.

Las calles de New York estaban llenas como más o menos SIEMPRE. Ya estaba acostumbrado, pasé a Starbucks por un café negro, necesitaba estar bien despierto. Llegué a la central y me bajé de mi auto, sonriéndole a todos mis compañeros, quienes por el contrario se veían amargados. ¿Alguien aquí amará su trabajo tanto como yo? Lo dudo.

— Detective Stilinski —me saludó la detective Elle—, ¿Cómo va su mañana? ¿Cómo pasó la noche?

—Detective Elle —le sonreí ampliamente—, increíble las dos. ¿Qué me cuenta usted?

—Mal las dos, trae acá —me sacó el café de las manos y le dio un sorbo— yo ya me acabé el mío, y el de la máquina no me gusta.

—Adelante —asentí—, ya casi me lo terminé.

—Vi en el televisor que una celebridad se está quedando en los departamentos en donde tú vives —me sonrió con una ceja alzada—, ten cuidado, ese niño se ha metido en problemas con la policía unas cuantas veces.

—Oh —me reí nervioso—, sí, dudo lo vuelva hacer. Es un amigo mío.

—Qué sorpresa. —Se bebió mi café—, el Detective más joven con una celebridad, no te desveles tanto, Stilinski.

—¿Di- Disculpe? —Tragué saliva.

—Seguro y salen de fiesta.

—¡Oh! ¡De fiesta! —Volví a reírme—, sí, eso; quiero decir, no... No salimos de fiesta.

Ella se rió y negó con su cabeza, después asintió hacia el edificio y comenzó a caminar, yo sonreí, siguiéndole el paso en seguida.

Después de unas horas en mi escritorio, investigando sobre un caso —muy largo, llevaba semanas—, pasé al cuarto de evidencia y junto a otros compañeros, comencé a poner las piezas juntas. No hubo acción el día de hoy, y no es que me moleste, la pasé bien haciendo lo que me gusta. Dimos con un tipo de mensaje oculto, al parecer el asesino disfrutaba de los juegos.