Capítulo 24 (II).
Justin.Abrí mis ojos por un segundo y después los apreté fuertemente, no estando acostumbrado a la luz. Fruncí mis cejas, Stiles ya se había ido al trabajo. Suspiré, algo desanimado y me incorporé, sentándome al filo de la cama. Alcancé mi celular de debajo de mi almohada y busqué entre mis contactos a Patrick.
—Hey, hombre... Acabo de despertar. —Le conté, mientras me estiraba—, ¿harás algo hoy? No tengo que hacer en todo el día.
—Hey, Jay. Sí, solamente tengo que hacer unas vueltas, pero después de eso estoy libre. Podemos salir a un club, hace mucho no salgo así.
—Estaría bien, ok. Nos vemos, hombre, me texteas los detalles.
—Lo tengo.
Corté la llamada, para después levantarme y entrar al baño. Me duché y me rasuré, lavé mi cara con cleanser y sequé mi cabello. Me vestí, finalmente estaba frente al espejo, aventando mis cadenas por sobre mi nuca. Cogí mi mochila y salí de los apartamentos. Lo que amaba de New York era que aunque habían paparazzis, la gente no saltaba sobre mí, yo realmente tenía la oportunidad de caminar.
Las calles estaban muy congestionadas, nada nuevo. La gente caminaba, algunos muy apurados, otros muy alegres y al final habían personas que traían una cara de pocos amigos. La mayoría tenía cara de pocos amigos.
Vi una pareja gay siendo fotografiada, estaban posando frente a un café, se veía muy vintage. Suspiré, pensando en Stiles. Entré al café y sentí el delicioso calor envolverme. No habían muchas personas. Las paredes eran color marrón, la luz era ligera y amarilla, las mesas eran de madera y se veían despintadas. El café estaba repleto de fotografías con frases positivas, sonreí, me transmitía buenas vibras. Pedí un Frappuccino de chocolate blanco, un pedazo de pastel de zanahoria y otro de chocolate. Tomé asiento y decidí distraerme con Instagram, mientras tomaba de mi Frappuccino. Un hombre se sentó frente a mí, levanté mis cejas. Era alto, musculoso, bronceado, con cabello marrón y barba del mismo color. El tipo traía el hoodie puesto y se encontraba casi cabizbaja.
—Justin Bieber, ¿podría tomarme una foto contigo? —Sonrió extrañamente.
—No, estoy intentando almorzar. Lo siento.
—Te recomiendo que te lleves un pastel de zanahoria a casa, el de aquí es tremendamente delicioso... Y se te antojará más tarde. Créeme.
*
Capítulo 25.
Stiles.Los cielos de New York estaban nublados, mi cuerpo temblaba y no sabía si era de frío o por los nervios. La culpa me comía desde adentro. Habíamos encontrado un cuerpo en la tienda de récords, según Lindsey, la chica había muerto desde hace cinco días. Había sido apuñalada despiadadamente, 12 veces.
¿Por qué me sentía culpable? Porque mientras el oficial Don Delgado me hablaba de lo mucho que quería atrapar al asesino y dejarlo en prisión por el resto de sus vidas, yo pensaba en Justin. Jamás creí que diría esto, pero Justin es el sospechoso número uno en mi cuaderno. No está cuando yo trabajo, sale con sus supuestos amigos y llega aún después que yo, ¿razón suficiente? Claro que no, pero repasando el hecho de que una de las pistas fue la servilleta con el sello de un café. Anoche encontré una caja de postre con el mismo sello de la misma cafetería. Justin podría estarme tomando el pelo. Una parte de mí me repetía que es completamente absurdo, pero la otra me recordaba que no debía confiar en alguien al 100%. Desconfiar de las personas había hecho que me fuera bien en la vida.
—¿Qué encontraron? —tragué saliva, viendo al oficial Delgado.
—Un pelo en su mano, era largo y parecía haberlo estado apretando. Quizá intentó defenderse.
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Stiles. © [1 y 2 temporada]
RandomStiles es un niño alegre y amistoso; Justin no lo soporta. Así comienza esta historia, dos niños con cinco años de vida, intentando lidiar el uno con el otro. Stiles no parecía rendirse, cada día su cariño por Justin crecía. ¿Cómo era eso posible? E...