La varita de Rachel

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Varitas mágicas, dragones cósmicos,
que lo cuentos de Liz sean más cómicos.

Escrito por Lizbeth Sinaí

Rachel se rascaba la cabeza por séptima vez en los últimos dos minutos. No, no tenía piojos. Rascarse la cabeza era su tic habitual para cuando estaba nerviosa. O no encontraba algo. O ambas cosas.

Ahora Rachel no encontraba su varita por ninguna parte e iba tarde para la clase de hechicería básica.

Repaso mentalmente todos los sitios donde pudo haberla olvidado.

Definitivamente la tenía consigo cuando Lucas Polley le dijo que su nueva verruga la hacía lucir más «brujilliza». Se puso colorada de solo recordarlo y se regaño por ello.

«Es el novio de tu mejor amiga» se dijo. «Eres bruja pero eso no significa que debas actuar como una».

¿Dónde más...?
Recordaba haberla llevado consigo cuando Lucy P. McLogan le contaba acerca de su nuevo canario argentino, quién, según ella, era inclusive seis veces más veloz que cualquier lechuza mensajera.

-Lo digo en serio, Rae-le dijo Lucy P. McLogan pasándose un mechón de cabello por detrás de la oreja-. Podría prestártela alguna vez. ¡Ya sé!-chilló emocionada de repente-Deberíamos hacer bromas lechuzeras. O en éste caso: canarias. Bromas canarias. Suena extraño, ¿cierto?-Rachel negó con la cabeza dos veces así que Lucy prosiguió:- ¿Qué te parece esta? Estimada Señorita Evans, le informamos que por falta de pago, el servicio de su esfera de cristal ha sido cancelado. Le recordamos que en caso de que deseé reanudar su servicio, puede realizar su pago desde cualquiera de nuestras sucursales magi-medios o en nuestro sitio web oficial: www.magimedios.com//pagos-en-linea. Por su atención, muchas gracias. Le desea una mágica tarde, Celena Pound, miembro del departamento de control de servicios y pagos de Magimedios.

Rio de recordar la broma y el gracioso tono de voz que empleo Lucy para contarla y deseo que el fin de semana llegará lo antes posible. En verdad sería chistosísimo ver a Keyla Evans muerta del miedo con la carta. Después de todo, vivía pegada a su esfera, hablando con quién sabe quién de quién sabe qué cosa, presumiendo de su aparentemente infinito plan de llamadas ilimitadas y el hecho de que sus padres pagaban por él.

No, no la había dejado en el laboratorio de pociones mágicas, recordaba claramente haberla guardado en... ¡en su capa! La había guardado en su capa después de guardar el resto de sus cosas en su maletín. ¡La varita había estado todo el tiempo en su capa! En ese momento deseo haberle hecho caso a su madre cuando le advirtió de su mala memoria e insistió en comprarle una recordadora al inicio del año escolar. Ella se rehusó pero ahora solo pensaba en que después de su clase de hechicería básica le mandaría un canario (quizá Lucy se lo prestaba) en señal de arrepentimiento, rogándole que considerara de nuevo el mandarle una al colegio.

Solo esperaba recordar aquello para el final de la clase.

Estoy leyendo Harry Potter y esto salió así como así. Es una mezcla del mundo de Harry y un poco de mi imaginación (casi nada, la verdad). ¡Me está encantando la saga! Oh, por cierto, me sentí muy identificada con Rachel, creo que sería como ella o Neville en Hogwarts, ya saben, siendo torpe y perdiéndolo todo a cada rato.😂

¡Gracias por los comentarios! En serio me encanta leerlos.😭💗

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