WE ARE BIRDS

CAPITULO 6

Tiempo de calidad

-Ven aquí V-.Pude escuchar que decía Namjoon desde el baño.

-¿Qué es lo que quieres?.-Apenas llegué a la puerta me sujetó y empezó a besarme, y yo no pude resistirme, así que le correspondí el beso y pude sentir enseguida como empezaba a formársele su erección, me arrastro hasta la pared y me volteo y empezó a besarme por el cuello bajando hasta la espalda, lamiendo y mordiendo toda mi piel. Solté un gemido...

-¡Tío despierta!.-Abrí los ojos de golpe y al ver a Lulu me sonroje. Fue un sueño... Wow.

-Lulu, me asustaste.

-Es hora de que me lleves al parque, eso me dijiste ayer.-Dijo mientras se levantaba de la cama y empezaba a bailar.-Mira el hermoso vestido que escogí.-Salió del cuarto y en ese momento respire profundamente y pase mis manos por mi cara, pensando en aquel sueño. Lulu volvió con el vestido en la mano, era verde manzana con círculos blancos. Su vestido favorito.

-Te verás hermosa, como siempre. Iré a bañarme y alistarme, dile a tu mami que te aliste mi pequeña, ¿está bien?

-Está bien tío.-Salió de la habitación brincando y tarareando una canción.

Me levante y entre al baño. Me desvestí y me quede un rato viéndome en el espejo, pasando mis manos por mis labios y recordando sin poder evitarlo a Namjoon. Me duché y dure aproximadamente media hora, salí y me decidí por un par de jeans rotos y una camisa verde militar, y me puse mi gorra negra. Estaba listo. Al salir del cuarto vi a Lulu sentada en el regazo de Val mientras ella le peinaba el cabello.

-Monstruo allí está tu desayuno.-Dijo Val. Me acerque a la cocina y tome mi desayuno. Comí rápidamente y fui a cepillarme.

-Ya estoy lista tío.-Me dijo Lulu haciendo poses con su vestido. Estaba muy contenta y eso alegraba mi corazón.

-¡Pues vámonos entonces!

-V ven aquí.-Al llegar a donde estaba Val ella me tendió unos billetes.

-No no, no hace falta, yo tengo para arreglármelas.

-Pues bien. Que disfruten.

Lulu le dio un beso a Val y enseguida me agarro la mano y ambos salimos. El recorrido estuvo lleno de charla, Lulu no paraba de hablar de una serie de comiquitas que yo no conocía, de canciones y películas. Sus temas favoritos. Al llegar al parque Lulu empezó a correr por toda la grama y yo me reí. Al cabo de un rato volvió y me pidió un helado, fuimos hasta el heladero y compre para ella y para mí y nos sentamos a degustar nuestros deliciosos helados. Luego Lulu se me tiro encima y empezó a hacerme cosquillas y así estuvimos por un buen rato.

-¡Eres el mejor tío del mundo!

-Y tú la mejor sobrina que alguien podría tener.-Le di un beso en la frente.

Siguió jugando con un par de niños que estaban en el parque y yo me quede observándola. Aproveche ese momento que estaba solo y saque una carta del bolso y la leí por décima vez.

"Lo que más me duele de todo esto es no poder verte crecer Kim Taehyung, tu hermana y tú son lo más preciado para mí y saber que hasta aquí llega todo desgarra mi corazón. Ni los tratamientos, ni las inyecciones, ya nada de eso me lastima... Lo siento mucho hijo, lo intente, de verdad lo intente, pero esta enfermedad pudo conmigo. Solo te pido que vivas, seas feliz y seas un hombre de bien y recuerda, siempre recuerda que tu mami te ama con el alma.

Vuelva Kim Taehyung, vuela lejos y se lo que quieres ser...

Con amor, mamá"

Al leer aquellas palabras no pude evitar soltar una lágrima, igual que la primera vez que las leí.

-Tío vayamos a la fuente.-Lulu me saco de mis pensamientos. Por lo visto no noto mi lágrima así que la seque rápidamente.

La lleve a donde me pidió y duramos dos horas más yendo de aquí para allá hasta que ya estaba por oscurecer. Así que nos fuimos a casa.

-Heeey, volvieron.-Val estaba cocinando.-¿Se divirtieron?

-Mami la pasamos genial, mi tío me llevo a la fuente y estaba este niño que me miraba feo y me sacaba la lengua y yo le dije...

Mientras Lulu hablaba aproveche para meterme en mi habitación. Ahí era donde podía ser libre, completamente libre. Así que me acosté, me puse mis audífonos y lloré. Lloré por la carta, por no tener a mi madre, por ser tan inútil y por mi padre, por su maldito abandono. Lloré hasta dormirme.