Cuando se detiene frente al viejo edificio donde vive, Sung Jong apaga el motor de su motocicleta con un suspiro pesado. El rugido final del vehículo parece burlarse de su estado de ánimo. Ha logrado recuperar su medio de transporte casi inservible, y el hecho no le genera alivio, sino una creciente frustración. Si tan sólo tuviera un auto de lujo como el de Sung Yeol... Otro suspiro se escapa de sus labios, uno cargado de resignación. Se baja con pesadez y se encamina a su departamento, con el cuerpo entumecido y la mente saturada por pensamientos amargos.
Al abrir la puerta, se detiene en seco. Sus ojos se abren con sorpresa y confusión al encontrar a Sung Yeol recostado en el pequeño sofá, hojeando con calma un libro como si fuera lo más natural del mundo.
—Llegaste temprano —dice Sung Yeol, dejando el libro con suavidad sobre el asiento mientras se incorpora, su tono tranquilo en marcado contraste con el caos que hierve en el pecho de Sung Jong.
El joven cierra la puerta sin dejar de mirar al intruso inesperado y deja caer las llaves en la mesita cercana con un gesto mecánico.
—¿Cómo entraste...? Ugh, olvídalo. —Su voz suena apagada, arrastrando los pies hasta el centro de la sala—. Me aburrí en el trabajo. Además, no creo poder soportar mucho más este cansancio. —Se deja caer de espaldas en el piso, como si su cuerpo se negara a cargar un segundo más con su peso, quedando cerca de los pies del otro vampiro.
—Es por la conversión —responde Sung Yeol con calma, acercándose hasta quedar inclinado sobre él. Su mano cálida toca la frente de Sung Jong, evaluando su temperatura.
—Estoy comenzando a sentir algo de frío —murmura el menor con un temblor en la voz, como si lo admitiera a regañadientes.
—Es parte del proceso. Sólo espero que puedas soportarlo —dice Sung Yeol, sentándose a su lado con una serenidad que exaspera y al mismo tiempo reconforta.
—Yo también... porque siento que estas ansias por beber más sangre de Sung Kyu me van a volver loco.
Sung Yeol sonríe de lado, esa sonrisa suya que mezcla burla y comprensión. Observa cómo los colmillos de Sung Jong sobresalen un poco más y cómo sus pupilas se dilatan al mencionar al otro vampiro. El cambio es sutil, pero evidente para quien sabe de lo que se trata.
Y entonces, recuerdos lejanos emergen en su mente. Se ve a sí mismo siglos atrás, perdido en la misma espiral de deseo y confusión, luchando contra el frío, la desesperación y la enorme excitación. Sabe muy bien lo difícil que es resistirse, aceptar la conversión y entenderla. Al bajar la mirada, nota el bulto bajo los pantalones del joven. Ríe por lo bajo, y las orejas de Sung Jong se tiñen de un rojo vivo.
—¿Estás excitado? —inquiere con tono sugerente, disfrutando un poco de su incomodidad. Sung Jong bufa y se rueda dándole la espalda, inflando las mejillas con infantil indignación.
—¿Me vas a decir que también es normal?
—De hecho, sí. Es completamente normal, porque aún dependes cien por ciento de la sangre de Sung Kyu.
Sung Jong suspira, pero esta vez no es resignación, sino algo más peligroso: anhelo y deseo. El solo escuchar ese nombre provoca una ola de calor que le recorre la columna vertebral y lo sacude desde dentro. Se muerde el labio inferior, como si intentara sellar ese apetito lujurioso.
—Es igual a lo que sienten los humanos cuando estamos cerca de ellos. Mientras más viejo es el vampiro, más fuerte es ese poder de atracción —comienza a explicar Sung Yeol, sabiendo que el menor necesita respuestas para calmar su ansiedad—. Pero lo podrás controlar con el tiempo. Incluso después, lo harás imperceptible para todos, excepto si quieres controlar a alguien en particular. Pasará lo mismo con lo que sientes ahora por Sung Kyu. Pero para eso, debes encontrar un esclavo de sangre. Tus ansias disminuirán cuando obtengas la sangre de alguien más, y ya no necesitarás la suya con tanta urgencia. Aunque él nos dará algunas gotas de vez en cuando, sólo para que nuestras habilidades se hagan más fuertes.

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Sangre | GyuWoo
FanfictionSung Kyu es un vampiro solitario que siempre estuvo en contra de lastimar a los humanos. Huyó después de la última batalla en la que fue exterminado el Clan Lee y se ha mantenido oculto durante mil años, esperando el día en que el ilegítimo líder de...