Azur

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Cuando se detiene frente al viejo edificio donde vive, Sung Jong apaga el motor de su motocicleta mientras suspira con agobio. Ha recuperado su casi inservible vehículo y aquello le llena de frustración. Si tan sólo tuviera un auto de lujo como el de Sung Yeol... Suspira de nuevo y se encamina a su departamento, sorprendiéndose en el mismo instante en que abre la puerta y ve adentro al otro vampiro recostado en el pequeño sofá leyendo un libro.

—Llegaste temprano —dice Sung Yeol dejando el encuadernado sobre el asiento al tiempo que se incorpora. Sung Jong cierra la entrada y deja las llaves en la mesita cercana.

—¿Cómo entras-...? Ugh, olvídalo. —Camina casi arrastrando los pies hasta el centro de la habitación—. Me he aburrido en el trabajo, además, no creo poder soportar mucho más el cansancio. —Y se tira de espaldas en el piso cerca de los pies de Sung Yeol.

—Es por la conversión —le aclara—. Tardarás unos días en acostumbrarte.

Sung Yeol se inclina junto a él, poniéndole una mano en la frente para sentir su temperatura.

—Estoy comenzando a sentir algo de frío.

—Es parte del proceso. Sólo espero que puedas soportarlo —dice Sung Yeol antes de sentarse a su lado.

—Yo también, porque siento que estas ansias por beber más sangre de Sung Kyu me volverán loco.

Sung Yeol sonríe de lado, notando cómo los colmillos del más joven crecen un poco más y sus pupilas se dilatan al mencionar al otro vampiro.

Y entonces a su mente vienen algunas nostálgicas imágenes de él cuando estaba en la misma situación que Sung Jong muchos siglos atrás, rememorando también lo difícil que había sido para él aceptar todo eso y asimilar la conversión. Luego recuerda otros efectos de la misma y nota el bulto creciendo bajo los pantalones del reportero. Sung Yeol ríe por lo bajo mientras las orejas del otro se ponen rojas.

—¿Estás excitado? —inquiere el mayor con un tono sugerente. Sung Jong bufa antes de inflar sus mejillas y se rueda para darle la espalda.

—¿Me vas a decir que también es normal? —reclama frunciendo sus labios en un gracioso puchero.

—De hecho, sí. Es completamente normal, porque aún dependes cien por ciento de la sangre de Sung Kyu.

Y Sung Jong suspira, sintiendo su cuerpo aún más exaltado con sólo escuchar aquel nombre. Se muerde los labios e intenta tranquilizarse; aunque parece imposible.

—Es igual a lo que sienten los humanos cuando estamos cerca de ellos. Mientras más viejo es el vampiro, más fuerte es ese poder de atracción —empieza a explicar mientras el joven reportero lo escucha atentamente—. Pero lo podrás controlar con el tiempo, incluso después lo harás imperceptible para todos, excepto si quieres controlar a alguien en particular. Pasará lo mismo con lo que sientes ahora por Sung Kyu, pero para eso debes encontrar un esclavo de sangre. Tus ansias disminuirán cuando obtengas la sangre de alguien más y ya no necesitarás la suya con tanta urgencia; aunque él nos dará algunas gotas de vez en cuando para que nuestras habilidades se hagan más fuertes.

Entonces Sung Jong entiende lo que ha sucedido con su compañera Ji Ae y Myung Soo, así como el comportamiento tan voluble que ellos y todas las demás personas a su alrededor han sufrido con su presencia; no obstante, lo que realmente lo tiene a la expectativa, es lo que pueda provocar en su egocéntrico jefe.

Es hora de hacerle pagar al desgraciado todo lo que le ha hecho.

—Pero... —comienza el más joven después de analizar todo lo que le ha dicho Sung Yeol—, si obtengo la sangre de un humano para alimentarme, eso lo matará, ¿no?

Sangre | GyuWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora