Simplemente Mía © || Trilogía Híbridos #1 ||

Capítulo 25

Capítulo 25 - Parte 1

Sofía

Negro. Eso es todo lo que veía, no sabía a ciencia cierta que me ocurría y gracias a mi miedo a la oscuridad, ya se deben de imaginar como me encuentro.

De pronto el lugar se iluminó, dejándome ver una casa hermosa llena de flores a su alrededor. De dicha casa, salió una niña de cabellos castaños, llevaba un vestido negro y una corona de flores arriba de su cabeza, los cuales fueron arrojados al suelo con enojo. Tal parecía que la niña estaba enojada por alguna razón desconocida, la pequeña niña - que cálculo que tendría unos siete años - salió disparada hasta un bosque se que se encontraba cerca de la casa. Mire nuevamente la casa, de la cual salieron dos personas más... Santiago y Tobias.

Ambos se miraron y luego corrieron en la misma dirección que la niña, el bosque.

A paso rápido los seguí, esquive algunas ramas y salte varias raíces de árboles grandes, cuando logre alcanzarlos quede petrificada al ver a la niña tirada en el suelo y a su lado la persona que menos esperaba... Ryder.

- ¿Qué paso? - pregunto Ryder con voz calmada, pero se notaba que estaba molesto.

- Entró en pánico... Volvió a matar a alguien. A su gato, pero no era consciente de lo que hacía - dijo Santiago con su típico semblante serio, sin embargo su mirada estaba cargada de preocupación.

- No pudo controlarse, es mucho poder para alguien tan pequeña... Debe aprender como controlarse - opino Tobías que al contrario de Santiago, todo el destilaba preocupación y lástima.

Intente hablar, pero las palabras no salían de mi boca. Solo podía moverme.

- Confío en ella y se que logrará manipular a la perfección sus poderes - dijo Ryder con esa seguridad que lo caracterizaba, mientras acariciaba la mejilla de la pequeña niña.

- Tal vez lo haga, pero cuando crezca... Por ahora, creo que lo mejor seria darle una vida normal. Y cuando cumpla una edad adecuada, la volveremos a ver... Sin embargo, ella no podrá recordar nada de nosotros - dijo firme Santiago, me pregunté porque aquella decisión lo hizo poner triste.

Ryder gruño.

- No la alejare de mi. No puedo dejarla, ella es mi pequeña... Mi pequeña, Sofía - susurro lo último.

Todo volvió a hacerse negro, ya no veía a Ryder, Santiago ni a Tobias.

¿Qué había sido eso?

- Está despertando - escuche que decían a mi lado.

Lentamente abrí mis ojos y los cerré al instante gracias a la fuerte luz que tenía en frente. Los volví a abrir y de apoco me acostumbre a la luz. Mire a mis costados, a mi derecha estaba Lucas y a mi izquierda Lila, a una esquina de la habitación se encontraba Ryder que me miraba serio.

- ¿Qué me paso? -  pregunte agarrandome la cabeza y me acomode mejor en la cama.

Luca y Lila se miraron nerviosos.

- Nada que no puedas controlar - dijo Ryder que sin darme cuenta estaba a mi lado.

Le mire confundida.

- ¿Te refieres a mis poderes, verdad? Ya estuve entrenado, poco pero... Entrene algo - afirmo.

El suspiro, se veía agotado.

- Entrenaste una parte de tus poderes, la parte buena y fácil - dijo Lucas, levantó la mirada y me miro -. Te falta la parte mala de tus poderes, como la que usaste... La semana pasada en la cafetería con Lola, ¿Recuerdas? - me pregunta con una voz calmada.

¿Semana pasada? No puede ser que haya estado inconsciente toda una semana, ¿O si?

- Sofia, estuviste inconsciente toda una semana - afirmó Lila.

- El punto, es que no sólo tienes una parte buena... También tienes una parte mala, como Lila - volvió a hablar Lucas.

Asentí, mi cabeza estaba tratando de asimilar la noticia.

- ¿Entonces, qué piensan hacer? - pregunte mirando a los tres.

- Entrenarte. Te ayudaremos a controlar a tus dos partes, a la buena y a la mala - me dijo Lila con una sonrisa.

- Supongo que es lo mejor... - acepto e intento levantarme, al hacerlo perdí fuerza en mis piernas y casi caigo al suelo, sino fuera que Ryder me sujetará.

Le mire a los ojos. Todos los recuerdos de aquel extraño sueño vinieron a mi mente, la niña, Santiago, Tobias y él.

- ¿Cuándo fue la primera vez que me viste? - pregunte sin poder evitarlo.

Se sorprendió, pero de inmediato lo oculto.

- En los pasillos... ¿A que viene esa pregunta? - pregunto finjiendo una sonrisa.

- Nada... Creo que fue un sueño, olvídalo - le sonreí y apoyé mis pies en el suelo, esta vez sin caerme.

Salí de la habitación, en el living se encontraban los chicos. Los cuales al verme corrieron hasta mi y me abrazaron.

- ¿Cómo estas? - preguntó Santiago desde una esquina de la habitación.

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· Nota de Autora:

Pregunta: ¿Teorías acerca de Sofia y aquel extraño sueño? ¿Fue solo un sueño?

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( Editado )

Besos y abrazos
- RadianteUnicornio.