Simplemente Mía © || Trilogía Híbridos #1 ||

Capítulo 30

Capítulo 30 - Parte 2

× 9 años atrás ×

- ¡Santi! - grite al llegar a mi habitación.

Deje mi pequeña mochila en el suelo y lo busque en el armario, ahí siempre solía esconderse él. Sin embargo, el no estaba ahí ¿Dónde estaba?

- ¿Buscándome, princesa? - lo oí preguntar. Me voltee y lo encontré sentado en mi cama, estaba sonriendo.

Sonreí y corrí hasta el, este gustoso me recibió y me sentó en sus piernas.

- ¿Cómo estuvo tu primer día? - pregunta acariciando mi cabello.

- Pues... Hice una nueva amiga, la defendí de que un grupo de niñas que le querían pegar - le conté.

- ¿Por qué razón le querían pegar? - pregunta curioso.

Hice una mueca.

- No lo sé, simplemente me acerqué al ver que la molestaban y la empujaban. ¡Además eran seis niñas contra una, eso es muy injusto! - exclame enojada -. Pero yo les di su merecido, aquellas chicas ahora no volverán a acercarse a mi ni a mi amiga.

Él frunce el ceño.

- ¿Qué les hiciste? - me pregunto entrecerrando los ojos.

- Las asuste usando mis poderes... ¡Pero fue un empujón despacito, lo juró! - digo y me abrazó más a él. Amaba su olor.

El siempre estuvo para mi, desde que tengo memoria estuvo cuidando de mi. La primera vez que le vi, me asuste, pero después de conocerlo le tome cariño... Mucho cariño. Era como tener otro hermano mayor más, aparte de mi hermano Tobías.

- No tienes que hacer eso, Sofía. Esta mal empujar a la niñas y más si usas tus poderes. No importa lo malas que sean, siempre tienes que buscar otras formas de solucionar las cosas... ¿De acuerdo? - me pregunto y yo asentí.

- Intentare no volver a hacerlo. Tengo hambre... - murmure en su pecho.

Ríe y me carga en sus brazos.

- Siempre tienes hambre, Sofía. Ven, vamos a alimentarte - sentí como salíamos de mi habitación.

No me preocupaba que mis padres o mi hermano me vieran, al menos el ya sabía de Santiago, pero mis papás aún no y no me importaba, ya había pasado varias veces frente a ellos cargada de Santi, nunca me vieron. Y según Santi, era porque nos hacíamos invisibles ante ellos y solo nos dejábamos ver por quienes queríamos que nos vieran.

Levante la cabeza y vi que estamos en la cocina. Me encanta verlo "cocinar", siempre le ayudo pasandole las cosas con ayuda de mis poderes. De ese modo todo era más fácil, las cosas solo se elevan en el aire y se hacen solas, era super.

- ¿Comes y después vamos a jugar, quieres? - me pregunto.

Asentí con una sonrisa y comencé a comer. El simplemente me veía comer y me sonreía, yo solo me sonrojaba y tapaba mi rostro con mis cabellos, siempre que hacía eso el reía y apartaba mi cabello.

- Termine... - digo y estiró mis brazos para que me levante.

Me carga en sus brazos y me lleva de nuevo a la habitación. Al llegar, comienzo a usar mis poderes y a sacar todos mis juguetes de sus lugares.

Todo era perfecto hasta que llegaba la media noche, era la parte en donde el se iba y me dejaba sola en mi habitación. Aunque nunca lo veía irse, siempre me hacía dormir antes mientras me cantaba una canción que no conocía, sin embargo, me encantaba.

- Buenas noches, princesa - decía y quedaba dormida en mi cama.

₪₪₪₪

· Nota de Autora:

Bueno, ya saben que los maratones son cortos, ya que está dividido en partes, las cuales juntas forman un capítulo largo y bla bla bla.

Y antes de que me vaya, les agradezco porque gracias a ustedes estamos en el puesto ¡21 de hombres lobo! Estoy re emocionada y espero llegar al primero, pero bueno, eso ya lo veremos.

Nota del futuro: Si llegue al primer puesto, ni idea como ahre ❤ L@s amo.

Besos y abrazos.
- RadianteUnicornio.

( Editado )