Capítulo 15

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Justin Bieber

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Justin Bieber.


Al abrir los ojos, seguido de sentarme en la cama, la cálida brisa mañanera me recorrió la espalda, y fue allí cuando pude notar que me encontraba desnudo, y que Tamileen, quien yacía en el otro extremo de la cama, estaba igualmente desnuda. Suspiré pesadamente y pasándome las manos por la cara, me digné a levantarme, colocándome un bóxer, para luego vestirme con unos pantalones de chándal de color gris.

Al salir de la habitación, me sorprendí al no escuchar voces desde la habitación de las chicas, así que estuve un tiempo afuera de esta, debatiéndome si entrar o no. Al final me decidí, y abriendo la puerta levemente me encontré con una cama desordenada, pero sin alguien recostado en ella. Adentrándome más, caminé hasta el baño, el cual, igualmente, estaba vacío.

Encogiéndome de hombros, me convencí de que tal vez ambas salieron muy temprano a la playa, o a algún mall cerca de la ciudad. Mientras bajaba las escaleras me mordí el labio, y sacudí con una mano mi cabello, sintiéndome cansado. Últimamente no he dormido bien, y que digamos, el tener que esforzarme todas las noches en la cama con Tamileen, me ha tenido peor. Cogiendo la cafetera y una taza, me serví café para luego sentarme en un taburete alrededor de la isla de la cocina.

Frotándome la cien, suspiré nuevamente. Me encontraba cansado de aquella lucha interna que tenía constantemente en mi cabeza, donde no podía dejar de pensar en ella. Verdaderamente no sabía que me pasaba. Emily era solo una niña, la amiga de mi hija, nada más. No tenía por qué sentir ternura, ni cariño hacia ella, pero por una extraña razón cada vez que le tenía cerca, mis sentimientos parecían traicionarme, y dejaba de ser aquel hijo de puta que comúnmente era con las mujeres.

Cogiendo una servilleta, la apreté entre mis dedos, molesto. Sabía que ella ya no es una niña, sino que se ha convertido en toda una mujer. En estos años que han pasado la he visto crecer, he visto como se ha desarrollado. Y como soy tan desgraciado, no he podido quitarle los ojos de encima.

Pero eso no quiere decir que estoy sintiendo algo por ella, o que me gusta. Aunque no puedo negar que como hombre me siento muy atraído. Su cuerpo se ha desarrollado de tal manera, que ella puede tener a cualquier hombre a sus pies, y aquella posibilidad me enfurece de solo pensarlo.

Aún recuerdo cómo me sentí cuando la vi descalza junto a aquellos vidrios. Aquella preocupación desmedida que me dio me hizo mandar a la mierda a Tamileen, y no me importó que Emily se sintiera incómoda al sentir mis brazos rodearle. Suspiré sonriendo, al imaginármela mirándome con aquella mirada tímida que me enloquece. Y que decir, cuando le vi tirada en el piso, luego de haberme estado espiando, mientras me masturbaba pensando en ella.

La idea de que me haya escuchado gemir su nombre me gustaba, pero me aterraba que aquello la hubiera asustado. Porque, efectivamente, al día siguiente ella pareció alejarse aún mas de mí.

No sé que me pasaba con ella, pero me enloquece el no poder apagar este fuego interno que siento cada vez que la veo.

Sonrió, al imaginármela riendo con Samantha mientras se abrazan una a la otra. Amo que la cuide y que le enseñe que no todo se gana con solo pedirlo. Me siento muy orgulloso de ella, puesto que le ha enseñado grandes cosas a Samantha, y de muy buena manera.

El Padre De Mi Mejor Amiga ©®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora