Killian【 JongKey 】

7. Esos ojos

— ¡Vamos Jjong! ¡Muévete!

KiBum empezaba a preocuparse a pesar de que no lo reflejaba. Normalmente el cirujano se despertaba muy pronto, por lo que siempre llegaba antes a las quedadas entre ellos... pero no ahora.

JongHyun parecía un muerto. Al menos se movía tanto como ellos.

Estaba tumbado en la cama y parecía deprimido hasta unos niveles que KiBum pensaba que no podría ni imaginar.

Había conocido la faceta exterior de JongHyun, una amable pero de forma forzada e incluso un poco fría, cuando lo conoció por primera vez. Entendió que una persona hija de padres famosos y ricos, debía mostrar una barrera para protegerse.

Luego llegó a comprender que JongHyun era alegre y hablador, y que le gustaba estar con la gente que le caía bien a todas horas. A veces llegaba a comportarse como un niño pequeño, cosa que a KiBum le parecía hasta tierna.

Sabía que JongHyun era un llorón, le había visto más de una vez llorando por una película o similares... pero ese grado de depresión pensaba que no existía en él.

Y eso preocupaba a KiBum.

— Va, levántate, tengo que ir a mi casa —JongHyun estaba enterrado en mantas, tumbado en su cama. KiBum apenas podía distinguir que el bulto que había debajo del edredón era un ser humano.

— No quiero... quedarme solo... —fue la primera vez que JongHyun habló esa mañana, y KiBum prácticamente pudo escuchar su corazón rompiéndose.

Toda la falsa ira que tenía y había utilizado para intentar sacar a JongHyun de la cama, desapareció. En ese mismo momento, pudo escuchar un pequeño sollozo que le partió el alma, otra vez no...

¿Cómo podía obligar a su amigo a salir de la cama para llevarlo a su casa? ¿Cómo podría dejarlo conducir de vuelta? ¿Cómo podía ir ese día a la grabación pensando que JongHyun estaba así?

Tal vez... faltar un día no mataría a nadie...

En realidad ya lo había hecho anteriormente por emergencias. Su padre, su madre, su hermano y su mejor amigo, TaeMin... había faltado más de una vez por ellos...

Pero JongHyun era diferente...

No era una emergencia propiamente dicha, más bien era su propia moral la que estaba actuando. No podía dejar solo al cirujano, no ahora.

¿Cuándo se volvió JongHyun tan importante para mí?

Desbloqueó el móvil y le envió a su manager un único y lacónico mensaje que decía "Emergencia, no podré ir hoy, estoy bien".

Se sentó en la cama y después de quitarse las zapatillas para ir por casa que JongHyun le había prestado, subió a la cama y metió las manos por debajo de aquel edredón, tanteando para saber dónde estaba el doctor. Luego, solo tuvo que estirar hacia él para sacar a su amigo que se tapaba la cara con las manos.

El actor había aprendido que JongHyun era más fácil de reconfortar cuando se le abrazaba, así que lo atrajo hacia si y él enseguida correspondió, apoyando su cabeza en el hombro del más alto, como si hubieran estado en esa postura mil veces, como si fueran dos piezas que encajaban a la perfección.

Entre esos brazos, JongHyun sentía que estaba protegido del mundo, que los problemas no existían y que su llanto no tenía sentido. Pero no podía dejar de visualizar la realidad, le gustaba un hombre, jamás le había pasado y aunque ya estaba aceptándolo, estaba aterrado.

Tenía miedo del futuro, tenía miedo de su presente, se sentía impotente e inútil ante la situación en la que se encontraba. En las películas y libros parecía tan fácil... si salía un homosexual ya se había abierto a la sociedad y si ese no era el caso, sin temor acababa aceptando su orientación sexual de la noche a la mañana.