KiBum llevaba más de cuatro largas horas hablando con su familia. Debía admitirlo, estaba agotado, pero para su desgracia, debía mantenerse allí sentado hablando o escuchando. Habían pasado tres días desde que había revelado a sus padres su secreto y ahí estaba, soportando las consecuencias.
Ellos habían querido hablar con él el día de después pero KiBum se justificó diciendo que tenía una grabación imposible de evitar, lo mismo para el día siguiente. El actor estaba evitándolo, todos lo sabían, y no es que tuviera miedo, era más bien que no quería que sus padres le recordaran donde se había metido como si fuera un niño de 3 años.
Sabía que lo harían.
Y lo hicieron.
Cuatro horas que combinaban interrogatorios que harían temblar al FBI, largas anécdotas de su parte a las que todos reaccionaban escépticos (claro, porque no creían el "solo nos hemos besado algunas veces", tampoco es que fueran conejos, por favor) y, por supuesto, como olvidar los interminables e insistentes consejos fraternales.
Era ligeramente molesto, pero como el castaño sabía que iba con buenas intenciones, simplemente callaba y escuchaba asintiendo constantemente como si fuera su tic personal.
JongHyun y él lo habían pensando todo. Esos momentos en silencio donde el menor se apoyaba en el rubio mientras estaban sentados en el sofá viendo algo eran los más peligrosos. El silencio de repente se hacía pesado, ambos perdiéndose en sus propios pensamientos de su cruda relación. Y lo sabían, eran unos locos suicidas, un par de locos enamorados.
Pero entonces sus miradas se cruzaban y ambos sonreían calmándose mutuamente. Eran conscientes de su poco favorable situación, y aún así querían continuar con esa poco usual relación.
Y es que sus sentimientos tenían poco de la parte lujuriosa de una relación común, JongHyun se había dado cuenta de ello y suponía que el otro también. Ciertamente, al doctor le parecía que su pareja era un hermoso hombre con unos afilados rasgos que podían cautivar a cualquiera, era plenamente consciente de ello así como también del agraciado cuerpo que el actor poseía.
Era algo en lo que se había fijado, obviamente, no era idiota.
KiBum tenía un cuerpo casi sin músculo y delgado, pero aún así, no daba la sensación de frágil sino de elegancia. Su andar era algo que simplemente amaba, sabía cómo hacerlo con estilo y que no pudieras apartar la mirada de él.
El caso de KiBum no era menos, por supuesto.
Para el actor, JongHyun era un hombre muy atractivo, no el que más, porque había conocido a muchos hombres apuestos, pero él tenía algo único que siempre le hacía sobresalir. KiBum realmente amaba el color rubio en él, había elegido correctamente su deseo navideño, y estaba seguro de que todo el hospital se lo agradecía.
Tal vez lo que más le gustaba era que JongHyun no era consciente de lo muy atractivo que era. Sí, sabía que no estaba nada mal, pero tampoco se consideraba una persona demasiado bella, él siempre creía que todos lo halagaban por su dinero. Cuando KiBum le recordaba lo sexy que era, el médico se avergonzaba y el menor no podía evitar reírse a sonoras carcajadas.
JongHyun estaba continuamente ocupado por temas del hospital, y aún así, KiBum no sabía como tenía tiempo de mantenerse en forma. Porque sí, el doctor tenía más músculo que KiBum y el menor lo sabía de sobra solo con ver los brazos de JongHyun. En la mente del castaño, su cuerpo podía describirse perfectamente como "sexy".
KiBum no pudo ocultar una media sonrisa cuando por fin salió de casa de sus padres. Caminó tranquilamente hacia su coche, aparcado en la entrada del garaje privado de la casa, en el patio, y cuando se sentó se permitió un momento para enviar un mensaje al hombre para que fuera más tarde a su casa.
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Killian【 JongKey 】
FanfictionKey es el actor del siglo según el New York Times. JongHyun, uno de los mejores cirujanos de toda Corea del Sur. Key ha sufrido un accidente y, por supuesto, solo lo mejor de lo mejor puede cuidar de esa estrella mundial. Como no podía ser menos, Ke...