Es curioso como un momento, un instante puede cambiarlo todo.
Y es que en esta vida todo se decide por esos pequeños momentos que provocan cambios a las personas e influyen ya sea rápida o lentamente al curso del tiempo. A eso le llamamos destino, tal vez porque pensar que en unas milésimas de segundo podemos perderlo todo, o por el contrario, ser inmensamente felices, es demasiado para la compresión humana.
Podríamos decir que aquel era uno de esos momentos, ahora solo quedaba comprobar si el cambio era una desgracia o una alegría.
MinHo se acercó a paso rápido a la sala donde había visto por última vez a JongHyun, se le había olvidado mencionar que había una variación en las guardias de esa semana que lo involucraba. Así que con un trote que no era nada para su trabajado cuerpo, no por nada era la imagen del hospital más prestigioso del país, se acercó a una de las salas de descanso.
— ¿JongHyun? —para su desgracia, al abrir la puerta fue consciente de que su amigo ya se había marchado— Ah, buenos días, doctor Lee.
— Choi —comentó a modo de saludo.
Con una sonrisa se dispuso a irse, mas algo le interrumpió. El cirujano dejó un móvil en la mesa que al producir un ruido en aquel silencio no pudo evitar atraer la mirada del menor.
Frunció el ceño al ver que el doctor llevaba otro móvil en la mano contraria. No tardó en darse cuenta de quien era aquel aparato sin funda y de un simple color negro, lo había visto muchas veces en manos del rubio mientras hablaba con su pareja famosa y el acosador.
Se acercó con cautela, bajo la mirada del mayor. Cuando MinHo se encontraba a un par de metros del otro, decidió mirar a HyunShin a los ojos, buscando y pidiendo a la vez una respuesta a aquello. Su sonriente cara pasó a ser una mueca desconfiada que intentaba analizar sin éxito las inexpresivas facciones de HyunShin.
— Doctor, ese es el móvil de Kim JongHyun —no preguntó nada en particular, quería que él mismo le explicara que sucedía.
— ¡Ah! ¿Es del doctor Kim? Lo he encontrado aquí y me preguntaba de quién sería...
— Pues es de JongHyun, y dudo que con su carácter solitario esté contento de que alguien le mire sus cosas —no hacía falta ser un genio para saber aquello, JongHyun era una persona con la que todos en el hospital decidían mantener cierta distancia. Era directo en aquel aspecto, tenía un muro indestructible... muro que solo KiBum había atravesado, además, lo había hecho tan sencillamente que sorprendía a MinHo.
Porque sí, MinHo creía que JinKi y él mismo eran más bien figuras a las que JongHyun admiraba. Sentía que no eran demasiado cercanos, ni por asomo comparados con el actor, pero aún así eran amigos del rubio... de alguna extraña manera. Por lo que aquello dejaba claro una cosa: el único capaz de superar el carácter distante de JongHyun había sido Key, el gran y aparentemente inalcanzable, el actor genio.
— Oh, realmente lo siento, no pretendía molestarlo... solo quería ver si había alguna foto de fondo de pantalla...
MinHo miró sospechando al mayor. HyunShin extendió la mano y como si no hubiera hecho nada, con una sonrisa inocente claramente falsa, le dio el móvil que no le pertenecía y se marchó rápidamente. El menor miró la salida frunciendo el ceño, aquello era extraño y no quería pensar negativamente, pero... ¿y si...?
¿Podía ser que todo aquello con lo que habían sido sumamente cuidadosos durante días se estropeara por un descuido? JongHyun era alguien impecable en las operaciones, pero después de salir del quirófano tendía a pensar en otras cosas y fácilmente se distraía, olvidando cosas, no escuchando a alguien, era algo normal. No era raro que dejara el móvil en algún lugar, muchos ya eran capaces de reconocerlo porque cuando estaba solo siempre andaba mirando la pantalla.
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Killian【 JongKey 】
FanfictionKey es el actor del siglo según el New York Times. JongHyun, uno de los mejores cirujanos de toda Corea del Sur. Key ha sufrido un accidente y, por supuesto, solo lo mejor de lo mejor puede cuidar de esa estrella mundial. Como no podía ser menos, Ke...