~Lemmon~

3.5K 301 213
                                    

-T-Thomas, no estoy muy seguro de esto. -Susurro el Noruego, sintiendo como los labios del otro recorrían todo su cuello, sacandole varios suspiros.-

-¿Por qué no habrías de estarlo? -Respondió el Británico del mismo modo, cerrando la puerta de la habitación y dejándose caer en la cama sobre el mas bajo.-

-Y-Yo, B-Bueno, N-Nunca antes uh... -El de cabello en puntas parecía estar sumamente nervioso, soltó un leve murmullo por lo bajo.-

-Oh... ¿Entonces eres...? -El otro ahora parecía estar algo mas nervioso, mordisqueo su labio inferior, sin moverse de aquella posición.-

-S-Si... Si lo soy... -El que estaba bajo, se removió levemente incomodo.-

-S-Si quieres lo dejamos y... Uh... -El otro estaba dispuesto a alejarse, pero sintió como el mas bajo lo detenía en ese momento.-

-¡N-No! Q-Quiero hacerlo... -Susurro este, para después depositar un beso un tanto ansioso en los labios de su pareja, quien no dudó un solo momento en corresponderle.-

-Seré gentil. -Susurro por lo bajo, volviendo a bajar hasta el cuello de su noruego, y depositando una que otra mordida en el mismo, lo que le arranco varios jadeos al mas bajo, quien aprisionaba con fuerza el cubrecama bajo el.-

Las manos del ojinegro se deslizaron bajo la sudadera roja y luego camiseta del otro, comenzando a subir la misma casi con desesperación, al retirarlas, con sus manos recorrió todo el contorno del cuerpo del chico, desde las quemaduras de su lado derecho, hasta la blanca y suave piel del otro.

Su boca se movió hasta los pezones del mismo, comenzando a lamer y morder de manera leve los mismos, el otro parecía estar completamente rendido a los pies del chico, y, a pesar de una discusión anterior, este mismo había aceptado su rol de pasivo, al parecer.

Lograba escuchar leves gemidos provenientes del otro, sus manos se deslizaron intrusamente bajo el pantalón y ropa interior de su contrario, acariciando la ya notoria erección del mismo, a lo, que aquel noruego no logro ya retener sus gemidos, ambos agradecían internamente estar solos en casa.

Al momento de retirar su mano, El otro subió con sus manos temblorosas la sudadera del mas alto,  retirándola igualmente junto a su camiseta, y deleitándose con la vista que se le presentaba, antes de atacar nuevamente los labios de su pareja, Quien le siguió el beso sin chistar, moviendo sus manos hasta las caderas del otro, y bajando lentamente su pantalón, mientras sentía las propias manos de su contrario en el propio, al parecer, ya estaba tomando confianza con lo que estaban haciendo en aquel momento. 

Ambos pantalones fueron retirados, el color rojo en los rostros de los dos era mas que notorio, viéndose en esa situación, y mas que nada, por sus pensamientos, los pensamientos de querer poseer por completo el cuerpo del contrario sin importar las consecuencias.

El deseo y lujuria era mas que notorio, sus manos acariciaban anhelantes al contrario, ambos se observaban directamente, como pidiendo permiso para pasar al siguiente paso.

Las ropas que quedaban fueron rápidamente sustraídas, ya ni siquiera la vergüenza estaba presente, todo el lugar estaba lleno con deseo, un dedo intruso se deslizo a la entrada del mas bajo, quien soltó un gemido ante los movimientos circulares del mismo, un segundo se deslizo igualmente, con movimiento de tijeras, Obviamente era la preparación para lo que se venía luego de aquello, con el tercero el dolor ya era mínimo, y solamente soltaba gemidos de placer ante la simulación de estocadas.

El mas alto retiro los tres, colocándose en posición y mirando al otro como pidiendo permiso, este se mordió levemente los labios y asintió de manera tímida, a lo que el Ojinegro comenzó a ingresar su miembro en la entrada del noruego con lentitud y pausadamente para que el otro pudiera acostumbrarse a el.

Una vez ingreso completamente, se quedo quiero, besando el cuello de su pareja para intentar distraerle del dolor, los quejidos prontamente se comenzaron a volver en leves jadeos y gemidos, sintió el movimiento de las caderas de su contrario, indicándole que ya podía comenzar a moverse.

Los gemidos y jadeos se hicieron presentes al momento en que el mas alto comenzó a hacer un leve vaivén, sintió como el otro se aferraba a su espalda, manteniendo ambos cuerpos apegados.

Poco a poco, el movimiento fue aumentando de ritmo, al igual que los gemidos de intensidad, las uñas del noruego acabaron clavándose en la espalda del otro, a quien no pareció importarle para nada, es mas, un profundo jadeo escapo de su garganta al momento. 

Podía sentir como el miembro del noruego ya comenzaba a derramar aquel liquido que indicaba estar cerca del orgasmo, el se encontraba en el mismo lugar, así que solo se dedico a aumentar el ritmo, sintiendo el cuerpo de su pareja temblar bajo suyo.

''Seré gentil''

No lo creo.

Sus dientes se clavaron en el hombro del otro, ganándose un sonoro gemido, lagrimas de excitación escapaban de los ojos de aquel chico y un leve hilo de saliva bajaba por la comisura de sus labios.

Luego de un par de minutos, el noruego acabo corriéndose en medio de ambos, y el otro en el interior del chico, se separaron jadeantes, un leve hilo de sudor cubría sus cuerpos.

Se miraron solo por un momento, antes de apartar sus miradas con vergüenza por lo recién hecho, aun así, se levantaron y fueron a bañar rápidamente, los otros dos debían estar a punto de llegar, y debían dejar ordenado para que no sospecharan. 

Una vez todo estuvo en su lugar, se dejaron caer en la cama -Ya limpia- con una leve sonrisa algo tímida.

-Hey Tom... -Susurro por lo bajo el noruego, cerrando sus ojos y recostándose de lado.- Te amo.

-Yo también te amo. -Respondió el chico, para después besar con suavidad los labios de su pareja, Abrazándole luego de eso.- 

Ambos chicos se relajaron en esa posición, sus respiraciones se hicieron acompasadas y el cansancio comenzó a invadirles debido a lo recientemente hecho, poco a poco, se dejaron caer en brazos de morfeo. 

Solo... No Me Odies... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora