Capítulo 34

430 23 0
                                    

Ella suspiró y mordió su labio con nerviosismo. Estaba frente a la puerta de su antigua casa, a punto de tocar el timbre. Quería correr por lo aterrada que estaba. Agarró la mano de Justin inconscientemente y apretó esta con fuerza. Volvió a suspirar y finalmente apretó el botón del timbre, esperó unos segundos pero nadie atendió. Miró a Justin quien le dedico una mirada reconfortante y le sonrió. Ella tragó saliva mientras asentía para demostrarle que todo estaba bien aunque en realidad no lo estaba. Los nervios la carcomían. Estaba muy agradecida por el hecho de que él estuviera allí para acompañarla ya que su compañía la tranquilizaba.

Repentinamente la gran puerta de madera se abrió.

Aapretó aún más la mano de Justin sin darse cuenta de que estaba clavando sus uñas en esta, sin embargo él no se quejó en ningún momento. Allí estaba su madre parada frente a ella, mirándola como si no la conociera y con su ceño fruncido. Ella sintió su corazón encogerse en su pecho y se arrepintió de haber tocado ese mal.dito timbre.

-¿No me reconoces?- Logró preguntar en un hilo de voz. Sonrió tímidamente cuando vio que su madre abría la boca y los ojos al mismo tiempo sin poder creer lo que estaba viendo.

-¿Celia?- Preguntó con sus ojos llorosos. Ella asintió levemente. ¡Oh! ¡Mi niña!- Exclamó con emoción y la abrazó sin darle tiempo a nada. La envolvió fuertemente entre sus brazos, casi sin dejarla respirar. Ella sintió como todo su cuerpo se relajaba y le devolvió el abrazo. Se sentía como en casa. Justin sonrió al ver la escena.

No pudo evitar que una lágrima rebelde resbalara por su mejilla. Su madre también estaba llorando al parecer. La estaba escuchando sollozar.

-¡Por dios! No puedo creerlo.- Gritó en su oído. Ella soltó una risita tonta. Deshicieron su abrazo pero su madre agarro ambas manos de ella y la miró con ternura.- ¡Patrick!- Volvió a gritar, llamando a su padre.- No puedo creer que este viéndote de nuevo, te extrañamos tanto.- Las lágrimas de su madre resbalaban por sus mejillas. Ambas se miraron a los ojos y muchos recuerdos aparecieron como un flash. Su madre se fijó en el chico castaño que estaba detrás de Celia y le sonrió amablemente con su dentadura refinada.- ¿Quién es él?- preguntó. Ella secó sus lágrimas y giró la cabeza para verlo.

-Él es Justin.

-Su novio, es un placer.- Sonrió y se acercó para darle un beso en la mejilla a su madre.

-El placer es mío.- Le contestó su madre con amabilidad.

-¿Por dónde entraron?- Preguntó con su ceño fruncido.

-Por entre los arbustos que hay en la parte trasera.- Confesó tímidamente. Ella asintió, comprendiendo y abrió la boca para decir algo pero fue interrumpida.

-Elisabeth, ¿Me estabas llamando?- Apareció un hombre canoso y vestido con traje por detrás. Muy elegante. Y también estaba en silla de ruedas. Algo que ella no pudo dejar pasar. Justin supuso que ese era su padre, tenía sus ojos. El hombre se quedó petrificado mirándola. Justin dirigió la mirada a ella y pudo notar las lágrimas acumuladas.

-Patrick, ella es...- Habló su madre pero el tipo la interrumpió.

-Como si no reconociera a mi propia hija...- Susurró pero igualmente todos lo escucharon.

-Hola, papa...- Lo saludó tímidamente y una lagrima resbaló por su mejilla.

-¿No me abrazas?- preguntó el canoso. Ella inmediatamente se abalanzó a abrazarlo como pudo ya que el hecho de que estuviera en silla de ruedas lo dificultaba un poco. No podía creer que hubiera pasado tanto tiempo y que en ese lapso que paso, no disfrutó de su padre como debía hacerlo. Esa culpa y melancolía la carcomía por dentro. Estuvieron unos minutos así abrazados, largos minutos. Su madre sollozaba y sonreía al mismo tiempo.

Without control 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora