Capítulo 37

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-Ya vámonos, estuvimos dando vueltas por dos horas y odio ir de compras.- Se quejó Justin mientras era jalado a mala gana por la ella.

-Deja de quejarte, además de que eres un exagerado. Hace solo media hora estamos aquí.- lo regañó. Él bufo y la siguió por detrás. Ella estaba entusiasmada yendo, viniendo, recorriendo mientras que él solo se fastidiaba más y lanzaba miradas asesinas a las personas que estaban a su alrededor y se atrevían a mirarlo. No estaba de ánimos.- Mira esa.- Indicó Celia, señalando una tienda de ropa. Se dirigió hasta esta con emoción y se adentró. Él la siguió por detrás. El olor a coco y la música pop los inundó apenas se adentraron, una señora rubia que segura estaba rondando entre los 40 años, se les acercó con una sonrisa.

-¿Buscaban algo?- Preguntó con amabilidad y ella le devolvió la misma sonrisa.

-Solo estamos viendo...

-Está bien, cualquier cosa me avisan.- Asintió, la señora se dirigió a otra chica. Celia revolvió entre las prendas colgadas y agarró una chaqueta de cuero negra. Justo como a ella le gustaban.

-¡Mira!- Agarró la chaqueta y se la mostró. Justin la contempló.- ¿Te gusta?

-Si...- Dijo con voz monótona y aburrida. Nunca había acompañado a una mujer a ir de compras y la verdad es que era un dolor de cojo.nes. Para él todo le quedaba bien, no entendía porque se fijaba tanto como le quedaba si al fin y al cabo... todo iba bien con esa mujer. Con lo hermosa que era no le hacía falta que se fijara miles de veces si era la prenda correcta.

-Espera ¡Mira esa!- señaló otra chaqueta de color rojo que estaba en el mostrador y se dirigió a esta pero él la jalo del brazo para que se diera vuelta sobre sus talones y lo mirara. Ella frunció el ceño.

-Iré a ver un par de cosas.

-Oh... si quieres voy contigo...

-No, está bien.- Negó. Celia asintió pero no estaba muy convencida.

-¿Seguro? Puedo ir contigo.

-No nena, está bien tu sigue mirando.- Ella asintió.- No me perderé.- Bromeó. Ella abrió los ojos y la boca con indignación.

-Si claro, lo dice el que se perdió en un supermercado.

-¡Oye! Para mi defensa solo me desoriente un poco, nunca me perdí.- Se excusó. Ella soltó una risa.- Te encuentro aquí ¿sí?- Asintió entretenida mirando la chaqueta y luego colocó la prenda donde estaba. Justin se giró, saliendo de la tienda y se mezcló con el gentío que estaba fuera de esta. Gruñó mientras buscó con la vista algún lugar donde vendieran cosas de decoración. Caminó por todo el primer piso del centro comercial hasta que finalmente se paró frente a una tienda pintoresca que tenía un nombre raro como si estuviera en Francés y al lado decía "Tienda de decorado" se adentró a esta. Una anciana canosa estaba en el mostrador y le sonrió cuando lo vio entrar.

-Joven ¿busca algo?- Le preguntó con amabilidad. Su voz era una mezcla entre ronca y dulce. Él asintió mientras se acercaba.

-Estoy buscando pétalos de rosas.- La canosa asintió rápidamente.

-¿Rojas o blancas?

-Ambas.

-Espérame aquí.

La señora se adentró en la puerta que había detrás del mostrador y estuvo buscando por unos minutos hasta que al fin apareció con un paquete en las manos y una sonrisa. Lo apoyó en el mostrador para mostrárselo.

-En esta bolsa vienen pétalos de rosas rojas y blancas mezclados.- Le explicó.

-Perfecto, lo llevo.- La canosa asintió y agarró una bolsita que tenía grabado el nombre del lugar. Metió la bolsa con los pétalos dentro de esta.

Without control 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora