Capítulo 22

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Tres días después habían pasado desde que Justin había hecho un gran esfuerzo y habían ido al cine. Aunque luego se puso un poco molesto y se peleó con un tipo que estaba ahí, la pasaron bien. Ella recordaba eso y no podía evitar soltar una risita. Se había puesto celoso por los galanes de "Amanecer parte 2". Dios, ¿Cómo llegó a estar con ella? cuando siempre decían que era un tipo al que no le importaba nada, que no quería a nadie. Bueno, al parecer si quería a alguien y ese alguien era una pequeña persona en este mundo. Era ella. Celia sonrió tontamente. Justin estaba cada vez más tierno con ella, la había estado sorprendiendo cada noche con una salida especial o alguna sorpresa. Y eso le encantaba. Él le encantaba. Estando a su lado se olvidaba de todos los problemas, se olvidaba del gili.pollas de Ricardo y toda su mi.erda. Se sentía completa y feliz. Aunque a veces se ponía a pensar que él no sabía la verdad. Él no sabía que estaba metida en todo ese embrollo. Y algo le decía que no tardaría en darse cuenta de todo pero por ahora decidía solo seguir sin decirle porque tenia miedo a su reacción. No quería que todo se fuese al cara.jo otra vez.

Ahora se encontraba sentada mirando la televisión y esperándolo a él, ya que la había llamado una hora antes para avisarle que la pasaría a buscar. ¿Quién sabe a dónde la llevaría hoy? Y eso realmente no importaba si estaba con Justin. La podía llevar a cualquier parte del mundo, pero lo que importaba era tener su compañía. Sentir su calor, sus besos. Mirarlo a los ojos y sentirse protegida entre sus brazos.

El timbre sonó, sacándola de sus pensamientos. Sacudió su cabeza y sonrió caminando hacia la puerta. Antes de abrir se acomodó el vestido blanco de tarde que le quedaba algunas pulgadas arriba de la rodilla. Abrió.

-¿Lista?- le preguntó él con una sonrisa y una ceja levantada. Sonrió.

-Si ¿tú?

-Siempre lo estoy, preciosa.

Ella negó con la cabeza mientras seguía a Justin por detrás. Observó su trasero y se mordió el labio. Ese hombre tenía mejor cu.lo que ella. Era completamente sexy. Justin se giró para verla y se encontró con la mirada de ella en su entrepierna. Sonrió de lado.

-¿Qué miras?- le preguntó, la chica subió la vista hasta sus ojos.

-Nada.- mintió.

-Creo que estabas mirando mi entrepierna.

-Estas equivocado.

-¿Segura? Porque podemos ir a tu habitación y arreglarlo.- Ofreció con tono juguetón pero a la vez con algo de verdad. Si ella le decía "si" no dudaría en llevarla a su cuarto.

-No, gracias.

-No sabes lo que te pierdes.- dijo él negando con la cabeza mientras abría la puerta del acompañante.- Entra, gatita.- le indicó como un caballero. Ella asintió y subió al auto. Justin cerró la puerta y rodeó el auto para ir hacia el otro lado. Entró. Encendió el motor y comenzó a manejar.

-¿Dónde iremos hoy?- Preguntó, ansiosa. Justin agito los hombros.

-No lo sé.- Confesó. Lo miró confusa. Justin giró la cara para verla cuando sintió su mirada en él.

-¿O sea que iremos a cualquier lugar?

-Si. No me importa en qué lugar esté, nena, si estoy contigo es suficiente para mi.- Dijo con facilidad en sus palabras. Quizás antes le hubiera costado horrores confesarle eso, pero cuando estaba con su chica se le hacía tan fácil decir ese tipo de cosas. No se sentía incómodo. No con ella. Era con la única que se podía abrir de tal forma y dejar de ser ese tipo arrogante y controlador. Ella sacaba su mejor parte pero también la peor... porque si no estaba en su vida, se volvía un monstruo sumergido en su dolor. Y eso lo había comprobado.

Without control 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora