Capítulo 5

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-Mira esa.- Dylan señaló a una pelirroja de piernas largas que caminaba entre medio de la gente que bailaba. Elliot sonrió y negó con la cabeza cuando vio a su amigo yendo en su dirección. Miró a Justin quien estaba con el semblante duro y una Red Bull en una de sus manos.

-Hey.- Llamó para tener su atención. Justin lo miró. Desde que Celia se había ido, ellos se arreglaron... y ¿cómo no?, si pasaron miles de cosas difíciles juntos. Eran como hermanos. Ambos sabían todo del otro. Cuando Justin le contó que ella se había ido, Elliot lo notó muy dolido y era hasta ese día, que él seguía sumergido en su mundo, pensando y recordando. Deseaba poder agarrar a la mujer que tanto estaba haciendo sufrir a su amigo y ponerla él mismo en su lugar por lo zo.rra que era.- ¿Por qué no vas a divertirte?- le preguntó con una sonrisa para tratar de animarlo. Justin levantó ambos hombros con desinterés porque la verdad era que no le interesaba ninguna otra mujer.-Oh vamos, ca.bron.- le pegó levemente en el hombro.- Mira a esa que está ahí.- señaló con la vista a una castaña con buena delantera que miraba a Justin como si fuera un trozo de carne. En realidad todas lo hacían. Solo con verlo se les mojaban las bragas.- te ha estado mirando desde que entramos.

-No me interesa.- Elliot lo miró sorprendido.

-¿Dónde quedó mi amigo?- preguntó. Él solo agitó los hombros y dió un sorbo de la lata. Su amigo rodó los ojos.- ¿sabes?, me voy con la rubia que está allí mirándome. Al menos yo me divierto.- le dijo para después irse de su lado y dirigirse a donde estaba toda la gente bailando amontonados, rozándose y moviéndose al compás de la música. Justin dio otro sorbo y apoyó ambos brazos en la barra observando todo. La musculosa blanca que tenía puesta dejaba ver sus bíceps bien marcados y mostraba sus brazos llenos de tatuajes. Sintió que una mano se apoyaba sobre uno de estos y tensó los músculos. Giró la cabeza para ver de quien se trataba. La chica castaña que lo había estado mirando desde que llego, estaba a su lado observándolo con una sonrisa coqueta. Él la miro de arriba abajo, recorriendo todo su cuerpo. Llevaba un vestido verde oscuro que no dejaba nada a la imaginación, tenía unas piernas largas y caderas anchas, sus pechos eran grandes y redondos. Era muy sensual. Sus ojos eran negros como la noche y su pelo castaño oscuro. Su tez blanca como la nieve.

Pero eso no le hacía desesperarse por fo.llarsela como hubiera hecho antes de conocer a...Celia. Ahora no le interesaba andar con mujeres. Volvió a girar la cabeza con la vista al frente, ignorándola. Ella frunció el ceño.

-¿No bailas, guapo?- preguntó la chica queriendo llamar su atención. El dió otro sorbo a su Red Bull mientras que la castaña contemplaba la hermosa y carnosa boca de él que se apoyó sobre la lata. Ese hombre era completamente caliente. Pasó su lengua por sus labios lentamente para juntar el líquido que quedaba en estos. Luego la miró. Ella tenía la vista clavada en su boca lo que lo hizo sonreír interiormente.

-No, guapa.- Respondió ronco. La castaña volvió la vista a sus ojos, estiró una de sus manos hacia él y agarro uno de sus brazos, haciéndolo mover a la fuerza. Sus cuerpos quedaron muy cerca. Tenía los senos de la chica apretados contra su torso.

Y volvió a pensar en Celia. ¿Qué tenía de malo estar con esa mujer? Le serviría para olvidarse de ella por al menos un rato. Hacia un año que no estaba con ninguna mujer porque desde ese día en que se separaron, no volvió a querer tener relaciones con nadie aunque se le habían presentado miles de oportunidades. La chica agarró su mano derecha y la apoyó contra su cu.lo, para que la tocara. Era toda una atrevida.

Justin apretó este, haciéndola dar un respingón en el lugar y soltar un gemido. Al diablo, le tenía ganas a esa castaña y se la fo.llaria. Total Celia seguro lo había olvidado, seguro había fo.llado a un montón de hombres sin tenerlo a él como obstáculo y él seguía ahí como un estu.pido, pensándola. 

Acercó su boca a la de la chica y justo cuando estaba por juntar sus labios y besarla con hambre, divisó por sobre el hombro de esta, una melena rubia y una silueta de un mujer. De espaldas era igual a Celia. Frunció el ceño y la siguió con la vista, confundido. Seguro que ya se estaba volviendo loco. Intentó ignorarla y sintió los labios de la castaña chocar contra su boca y luego su lengua se introdujo sin timidez, besándolo con desesperación. La mujer estaba con sus ojos cerrados, disfrutando del beso, en cambio él los tenia abiertos y con la mirada clavada en esa mujer rubia que no podía ver bien debido a que las personas bailando se cruzaban en su camino. Su espalda pequeña, su cu.lo redondo, su cabello el cual le llegaba hasta los hombros y sus piernas largas...

Quería saber quién era.

Se alejó bruscamente de la castaña, haciendo que esta lo viera confundida y con molestia. Salió casi corriendo detrás de la rubia que se alejaba más y más pasando por entre medio de la gente que bailaba. El hizo lo mismo. Empujaba a las personas con su cuerpo y cada vez se apuraba más para poder alcanzarla.

-Mi.erda.- murmuró cuando la perdió de vista. Se quedó en medio de la pista mirando para todos lados, decepcionado porque quería sacarse la duda ya que si no se volvería loco. La imaginaba en todas partes. Agachó la cabeza, resignado y suspiro profundo ¿Dónde estás? Volvió a levantar la vista, las personas que estaban al frente se corrieron un poco a un constado. Ahí estaba de espaldas otra vez. Sin pensarlo corrió empujando a toda la gente. No le importaba tener problemas luego con algún tipo de ese lugar. Ya estaba demasiado cerca, se acercó unos pasos más y antes de que la mujer siguiera con su paso apresurado, alcanzó uno de sus brazos y tiró de este bruscamente. La rubia giró su cabeza, miró su brazo, agarrado por la mano de él y jaló de este hacia abajo para soltarse. Un remix de Lay me down de Sam Smith había empezado a sonar en los amplificadores de la pista.

-Im.becil.- Escupió la chica con bronca y subió la vista para golpear en el rostro a cualquier baboso que se le hubiera acercado. Sus ojos se encontraron. Ella cambió su semblante duro y abrió los ojos levemente, sorprendida. Era Celia. La tenía en frente. ¡Era ella! ¡Diablos! Después de un año extrañándola, recordándola, estaba ahí. Tragó saliva y su sangre se heló, su corazón paró por un segundo pero después comenzó a palpitar a mil por hora contra sus costillas, como si quisiese salirse de su pecho

"Tu caricia, tu piel

¿Por dónde empiezo?

No hay palabras para demostrar

La forma en que te extraño"

La canción sonaba, despacio y lento. Miró sus ojos verdes y su corazón dio un vuelco. Quería preguntarle miles de cosas, quería saber porque lo había dejado, porque lo había hecho sufrir de tal forma pero simplemente su garganta se secó y lo único que pudo hacer fue mirarla intensamente. La odiaba por haberlo hecho padecer tanto pero a la vez la amaba de una manera anormal.

-Gatita...-murmuró más para sí mismo pero Celia pudo leer sus labios. Ella cerró sus ojos con fuerza y dolor. Imágenes de él llamándola así se le pasaron por la mente. Una lágrima rebelde se escapó de uno de sus preciosos ojos y los volvió a abrir.

"La noche, este vacío

Este agujero que siento dentro

Estas lágrimas,

Que cuentan su propia historia"

El dio un paso más. Se deshizo de los centímetros que quedaban entre ellos y acarició su mejilla. Ese tacto le envió señales eléctricas por todo su cuerpo. Su piel era... era tan suave, tan única. Ella era tan única.

"Pediste que no llorara

Cuando te fueras

Pero este sentimiento es abrumador

Es demasiado fuerte"

-Volviste.- Susurró él con esperanza en su mirada. Ella jadeó levemente cuando lo escuchó y antes de que pudiera responderle, tenía los labios de Justin rozando los suyos. El estribillo de la canción había llegado.

"¿Puedo recostarme a tu lado?

Junto a ti

A ti

Y asegurarme de que estés bien

Cuidarte a ti

No quiero estar aquí

Si no puedo estar contigo esta noche"

Without control 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora