Capítulo 16

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Sintió que algo se movió encima de ella. Cerró los ojos con fuerza para seguir durmiendo, el sol le daba de lleno en la cara. Sintió otro movimiento y luego unos labios besando su mejilla, estos bajaron lentamente hasta su cuello, dejando un camino de pequeños pero húmedos besos. Soltó un quejido e intentó moverse a un lado, pero el peso del cuerpo que estaba encima suyo se lo impidió.

-Gatita...- escucho esa voz ronca. La voz del hombre al que amaba. Negó levemente con la cabeza y se dispuso a seguir durmiendo.- nena, ya levántate...- le pidió él. Ella sonrió muy leve, casi parecía una mueca. Escuchó la risa de él.- Ya sé que estas despierta...- le dijo y bajo una de sus manos hasta sus muslos desnudos. Acarició suavemente uno de estos, recorriéndolo. Celia abrió los ojos poco a poco para acostumbrarse a la luz del sol y cuando lo hizo por completo, se encontró con esa mirada color miel. Esa mirada brillante, intensa. Se encontró con sus preciosos ojos que la miraban fijamente. El reflejo del sol daba en estos, haciendo que se aclararan aún más y dejando apreciarse un hermoso color entre miel y amarillo. Eran únicos. Como todo él. Único, perfecto a la vista de ella.

-Déjame dormir...- le reclamó ella con la voz ronca. El negó con la cabeza.

-Ya dormiste.

-No...- iba a protestar pero Justin inclinó su cuello y atrapó sus labios. Ella subió sus delicadas manos y las aferró a la cintura de él.

-Dormilona.- la acusó cuando se separaron un poco. Ella rodó los ojos con diversión y empujó más la cintura de Justin contra ella para apegarlo. Él sonrió con picardía.- Ayer me sorprendiste, ¿sabes?- le dijo y depositó un beso en su mejilla, se separó un poco para mirar sus ojos, sosteniendo su propio peso en sus brazos.

-¿Por qué?- preguntó sin entender. El volvió a reír cuando vió como fruncía el ceño.

-Por el fabuloso sexo oral que...- comenzó a hablar pero se interrumpió a él mismo al ver que ahora la rubia se ponía colorada y miraba hacia otro lado, tímidamente.- Oh... creo que mi gatita se despertó tímida hoy.- Bromeó con diversión. Ella siempre demostraba no ser tímida, demostraba seguridad pero no era tan así. En el fondo había una Celia tierna, una que se sonrojaba y se intimidaba. Una Celia que solo él podía apreciar. Porque solo Justin sacaba ese lado de ella. Porque solo con él sentía que no necesitaba demostrar ser una mujer fuerte y fría como lo hacía con los demás. Justin depositó otro beso en su mejilla.

Él observo sus mejillas sonrojadas y su sonrisita timada. Algo en el fondo se derritió de ternura al verla así.

-Espero haber sido al único que se lo hayas hecho...- siguió hablando. Ella giro la cabeza de golpe y lo miró con el ceño fruncido.

-¿A qué te refieres?- le preguntó. El dejo de sonreír y luego de unos segundos entendió que la había ca.gado.

-No, yo no quise decir eso...

-¿Qué piensas que pienso que tú pensabas decir?

-Yo...- Él se rascó la nuca, estando confundido por donde había llegado la conversación.- ¿Eh- Rodó los ojos.

-¿Piensas que soy una cualquiera, acaso?- volvió a preguntar.

-No, yo...

-Genial.- Espetó con ironía, interrumpiéndolo. Puso ambas manos en el pecho de él e hizo fuerza para que se quitara de encima.- Salte de encima.- le exigió cuando cayó en la cuenta de que no lo podría hacer correr por voluntad propia. Él era mucho más pesado que ella.

-No te molestes, no quise decir eso...- Ella bufó y volvió a empujarlo con sus manos.

-Córrete.- le ordenó. Y para su sorpresa, él obedeció. Se quitó de encima y se levantó de la cama. Ella también se levantó y con una de sus manos cubrió sus senos ya que la única prenda que tenía eran unas bragas. Buscó un camisón o algo que ponerse.

Without control 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora