Capítulo 45

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-¿Nos dejas pasar?- Preguntó Justin. Su amigo asintió y se abrió paso para que ellos entraran. Se percató del corte que tenía ella cuando bajo la mirada hacia su pierna. Frunció el entrecejo.

-¿Qué hacen aquí?

-Joseph nos encontró.

-¿Como?

-Rastreó la llamada que hice contigo.- El morocho asintió, comprendiendo.

-Es raro que sigan con vida, Joseph estaba furioso.- Un escalofrío recorrió la columna vertebral de la chica.

-Hice un trato con él. ¿Sabes que es lo que planea?

-No, tenía entendido que era algo importante. Dicen que hace bastante tiempo viene programándolo.

-Quiere matar a Ricardo y a todos los que están con él. Estamos involucrados y si lo ayudamos nos dejara tranquilos.

-¿Y si no cumple?- Justin se tensó. Odiaba pensar que Joseph no pudiera cumplir.

-Si no cumple le romperé las bo.las.

-Yo te ayudo.- Bromeó. Su amigo se fijó en las piernas largas de ella y su mirada se volvió a detener en el corte.- ¿Qué te paso en la pierna?- Preguntó, esta vez dirigiéndose a Celia.

-Me tenían secuestrada y... uno de esos me cortó...

Elliot asintió.

-Lo siento por no estar al tanto y avisarte.- Hizo un esfuerzo para disculparse ya que le costaba ese tema de tener modales.

-Seguro hicieron todo ocultándotelo porque sabían que me dirías. No es tu culpa además, es mía por no haberme dado cuenta de que podían rastrear la llamada.- Lo tranquilizó. Observó a Elliot dar un trago de la RedBull que tenía en su mano.

-¿Tienen dónde quedarse?- Justin negó con la cabeza. Algo importante era donde se quedarían y hasta ese momento no se le había pasado por la cabeza eso con todas las cosas que estaba pensando. Su mente era un revoloteo de pensamientos que iban y venían. Pensamientos preocupantes que lo tenían tenso.

-No se me paso por la cabeza pensar en eso.- Confesó.

-Si quieren pueden quedarse aquí conmigo, la habitación de Dylan esta vacía así que...

-¿Dylan? ¿Dónde está él?

-Joseph lo mando a que haga algunas entregas por Colombia.- Justin asintió, comprendiendo.- Entonces ¿se quedan?

-Está bien.- Aceptó.

-Gracias, Elliot.- Le agradeció la chica con la voz dulce haciendo que la mirada de ambos se dirigiera a ella. Se removió incomoda en su lugar debido a la intensidad con la que la estaban mirando. Justin sonrió levemente y la agarró de la cintura para acercarla a su cuerpo.

-No es nada.- Dijo él con la voz dura. Todavía le costaba aceptarla del todo.-Bueno, iré a comprar cosas para comer a la noche ¿Quieren algo?

-No tu compra lo que creas que este bien.- Contestó rapidamente Justin. Elliot agarró las llaves del departamento después de asentir pero la voz de Justin lo detuvo haciéndolo parar en seco.- ¿Tienes un botiquín?

-Si, en el mueble del baño en el estante de abajo.

Su amigo se fue del departamento. Justin tomó su mano y la llevó hacia el baño. Se sentó sobre la tapa del inodoro mientras observaba a Justin buscar el botiquín en el cajón. Una vez que lo encontró lo abrió y agarró las cosas que necesitaba. Se giró sobre sus talones encontrándose con su mirada expectante. Se agachó para quedar a la altura de las rodillas de ella, corrió la tela de la remera que en ese momento tapaba la herida. Inspeccionó esta. El corte había sido un tanto profundo y en una parte estaba más hondo que en otra. La sangre alrededor de la herida ya se había secado logrando que le quedaran costras a los costados pero por dentro todavía seguía sangrando. Subió la mirada pero verla y se maldijo interiormente por haber llegado tarde y no poder evitar que la cortaran.

Puso el líquido desinfectante en un algodón y lo apoyó sobre el corte.

-Ay.- Se quejó ella. El líquido hacia que le ardiera además de que el contacto frió la había tomado por sorpresa. Justin siguió pasando el algodón por los alrededores para quitar todo rastro de sangre con cuidado de no rozar mucho y luego volvió hacia el punto donde más lastimado estaba. Agarró otro algodón limpio y lo paso por allí. Sintió que ella dio un respingón en su lugar y que su cuerpo estaba tenso.

-Yo... lo siento.- Soltó segundos después. Ella levantó la cabeza y buscó su mirada con sus ojos pero falló en el intento ya que el tenía la cabeza gacha y solo se dedicaba a mirar el punto por donde pasaba el algodón.

-¿Por qué estas disculpándote?- Preguntó algo confundida. Justin suspiró.

-Por esto.- dijo refiriéndose a la herida.- Por no haber llegado antes.- Se encogió de hombros quitándole importancia. Quería aparentar que estaba tranquilo, relajado pero por dentro no era así. Estaba nervioso. No ni una pu.ta idea de cómo iba a resultar todo. Tenía miedo. Mucho miedo.- Todo fue mi culpa. Yo fui quien dio la idea de escaparnos...- Se sentía tan culpable porque las cosas se hayan dado de esa manera. Se sentía culpable porque Joseph los hubiera encontrado y por toda la presión que Celia estaba sufriendo.- Si no nos hubiéramos ido nada de esto hubiera pasado...

-Los cuatro días que pase en Nueva Orleans contigo fueron los mejores.- Confesó para dejarle en claro que no lo culpaba por nada, que no se arrepentía de haberse ido con él.- No quiero que te sientas culpable porque yo no me arrepiento de haberme ido contigo.- Él suspiro algo frustrado.

-Es que quizás hubiéramos encontrado otra forma mejor de librarnos de este lio sin tener que pasar por todo esto, quizás...

-Y quizás no. Quizás tu nunca te hubieras podido librar de Joseph como yo tampoco de Ricardo.- Ella agarró a Justin por la barbilla para que la mirara.- Toma el trato de Joseph como una oportunidad.- La mirada de Justin tenía un destello de inseguridad que solo ella pudo notar en cambio la de Celia estaba cargada de tranquilidad y esperanza.- El que no arriesga no gana o eso es lo que dicen.-Sonrió levemente al terminar de decir esa conocida frase. Justin la miró atentamente analizando cada parte de su rostro terminando por recaer en sus ojos. Entendió porque la amaba, entendió que se sentía como un niño pequeño a su lado, entendió que esa mujer era su motivación para tener un mejor futuro y la única esperanza en su vida.

Without control 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora