CAPÍTULO 9 - VUELTA A LA REALIDAD

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Capítulo 9 - Vuelta a la Realidad

Me aparecí en las colinas, a unos metros de la casa de los Weasley. Me quedé petrificada, por así decirlo, al ver a mis amigos sentados en el suelo del patio de la casa. Veía como Ron jugaba con un gnomo de jardín, mientras que Harry con sus lentes. Sonreí con nostalgia, y mi corazón, si aún tuviera vida propia, hubiera palpitado al verlos.
Volví a colocarme los anteojos de sol, y es que había tenido una fiesta de despedida media alocada, y mis ojos guardaban signos de ello, y no quería que mis amigos y los Weasley vieran lo que había en ellos: sangre.

Dos semanas me habían llevado para adaptarme y recordar todos los hechizos que había aprendido en mi vida como bruja, más ocultar mi apariencia Vampírica para los ojos humanos. Había intentado volver a vestirme como antes, con vaqueros y sudaderas, o incluso aquellas polleras de abuela, pero mi demonio interno se negaba rotundamente a aceptar esa faceta, así que como no podía llevarme conmigo aquellos vestidos tan increíbles que harían quitar el aliento a cualquier chico o escandalizar a la propia McGonagall, Él me había llevado de compra a Francia, habíamos viajado en avión, sólo para poder pasar un buen momento y viaje juntos, intentamos pasar todo el tiempo posible juntos.

Compramos muchas cosas, como más maquilla, ropa recatada -bueno, no tanto, pero al menos no eran tan demostrativa como la que usaba- de colores claros y oscuros, lentes de contactos -que me negué a usar en ese momento-, y otras cosas.
En este momento, me encontraba usando un vaquero ajustado blanco, una blusa rosa y una campera de cuero negra, iba bien vestida y presentable, junto con las botas altas de tacón aguja, algo que no podía dejar.

La primera en verme, había sido la señora Weasley, quien tiró la cuchara de madera y vino corriendo hacia mí, llamando a su familia completa. Me abrazó con fuerza y me hizo un millón de preguntas.

- ¡Oh, mi niña! ¡No te imaginas lo preocupados que estábamos por vos! -. Me dijo, mientras lloraba.

- Oh, Molly, lo siento tanto -. Me disculpe, aceptando su abrazo.

Me separé de ella, para encontrarme con la mirada de Ron y de Harry, y no lo pensé dos veces, dejé mis cosas en el suelo, y los abracé, midiendo mi fuerza para no hacerles daño alguno. Y siguiendo el ejemplo de la señora Weasley, me bombardearon a preguntas.

- Chicos, por favor, acabo de llegar. Denme un poco de respiro -. Les pedí con una sonrisa, alejándome de ellos.

Treinta minutos después de que la señora Weasley intentara hacerme comer más de la cuenta, y es que a penas probé bocado alguno, subimos con mis... amigos, al cuarto de Ron.

- ¿Dónde has estado, Hermione? -. Me preguntó Ron de repente, sin dejarme siquiera acomodarme.
Me senté con las piernas cruzadas, y lo miré tranquila, pero haciéndome la avergonzada, miré hacia un lado y me encogí de hombros.

- Me tomé un tiempo para pensar... ¿saben? Encontré a mis padres, muertos, enterrados en un cementerio... por ahí.

Ninguno me dijo nada, yo aún evitaba sus miradas y permanecimos en silencio por largo rato.

- ¿Qué sucedió acá? -. Pregunté al fin, cansada de tanto suspenso.

- Lo siento Hermione...

- No quiero hablar de eso -. Detuve a Harry. - ¿Qué pasó?

Levanté la mirada y los miré a ambos.

- George se ha encerrado en el local, y no quiere salir. Papá se llenó de trabajo, porque no se siente cómodo estando en casa, con madre llorando y gritando en todo momento, y a veces echándose la culpa el uno al otro. Ginny se fue con Billy hasta que las clases comiencen -. Me contó Ron, de una manera velos. - Después de que volviéramos, todo empeoró, Hermione. A veces las cosas en este lugar te asfixian, y demasiado. La muerte de Fred nos marcó a todos, y la verdad es que no sabemos que hacer.

Jugué un momento con una de mis afiladas uñas, hasta que recordé el protocolo humano.

- Lo siento tanto, Ron. Fred era realmente importante, al igual que toda la familia. Pero... Deberían aprender a dejar...

- ¿Qué quieres decir? ¿Qué nos olvidemos de Fred y ya? -. Me preguntó con brusquedad.

- No, sólo quiero decir, que a Fred no le gustaría ver como se destruyen poco a poco. La vida sigue Ron, y el recuerdo es el don más preciado de que tenemos, y por algo lo tenemos. Honremos a los caídos, pero recordemolos en su mejor momento, no en el momento de su muerte, no se lo merecen. El duelo puede ser algo realmente largo, pero debemos aprender a vivir con el, pero el saber que los Caídos se encuentran descansando, eso debería darnos algo de paz.

Ninguno dijo nada, pero vi que Ron había vuelto a tranquilizarse.

- ¿En dónde has estado Hermione?

Me encogí de hombros y bajé la mirada.

- La verdad, no sé. Siento haberlos dejado... Tal vez si hubiera vuelto en el momento en que me enteré que mis padre murieron, hubiera podido estar para ustedes.

- No importa eso ahora, lo entendemos -. Me dijo Harry.

Les Sonreí e inconscientemente agarre sus manos.
- Herm, tienes las manos muy frías. ¿Tienes frío?-. Me preguntó Harry, y por supuesto, solté sus manos en seguida.

Por un momento me había olvidado de ese detalle, y de muchos otros. Así que fingí que tenía frío y trataba de recordarme a cada 5 minutos que era diferente, que debía aparentar lo que no era, por el bien de todos.

Y eso hice el resto del tiempo, incluso después de que nuestras cartas llegaran, anunciando que comenzaríamos las clases.

De vuelta al mundo real, y sin sangre que beber por el momento...

Kill Me, Heal Me [Dramione] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora