— Shhh... Dame un minuto —le dije, mostrándole el dedo del medio, incluso me reí por eso.
Escupí más sangre y me sentí más débil que nunca, incluso que cuando era humana. Me sentí años luz de eso.
— Bien, querido Malfoy. Tenemos un asunto que tratar —dije, levantándome para enfrentarme a él, agarrándome de la puerta, y dando unos pasos hacia adelante la cerré y me Apoyé en ella —, así que, no me importa que andes desnudo por la vida, pero no se si puedes sobrevivir a comparaciones. Me encanta hacer eso —seguí, y él me miró con odio y luego fue hasta el baño, que no me echara era toa una extrañeza.
Me senté en la cama y esperé hasta que saliera, demasiado mareada como para prestar atención a la habitación, solo me intereso la cómoda cama en donde me encontraba.
— Debo preguntar, ¿por qué no me has echado? —Le pregunté, cuando escuché que salía del baño.
Se puso al frente de mi vista y se apoyó contra la pared, al lado de la increíble vista de las oscuras aguas del mar negro, y cruzó los brazos. Se veía malditamente sexy, todo un hombre lobo peligroso, una potencial víctima, ya que era un enemigo.
— ¿A caso no sabias que morder a un hombre lobo pudo, podía llegar a esto? —Evitó la pregunta.
— ¿Otro más? ¿Me ves resplandeciente y bien alimentada? —Levanté los brazos para más énfasis, a pesar de la pesadez del cuerpo —, responde, ¿por que siento que estoy en donde estoy? Me siento extrañamente manipulada.
Cerré los ojos por un momento, pero pude escuchar cómo se movía por la habitación.
— Sí, te tendimos una trampa —respondió al final.
— No mames, ¿me estás diciendo que me engañaron para matar a otro lobo y luego sentirme lo suficientemente confiada como para morder a ese? —Prácticamente escupí con ira.
— No, que mataras al niño ese no era parte del plan. Sólo usamos ese hecho. Pero si, estábamos seguros de que en cualquier momento lo matarías, o bueno, también estaba la posibilidad de que se matara él mismo, era un mordido demasiado inestable. No era puro. Pero lo usamos a nuestro favor, no lo niego —confesó.
— Maldito desgraciado infeliz —lo maldije, y si no fuera porque ya casi no podía hablar, me quedé sentada.
— Veo que estas cada vez más muerta de lo que ya estabas. Así que voy a ir directo al grano. Te daré mi sangre, si tú me das la tuya —prácticamente me lo exigió.
Me reí, aunque sonó más a un quejido de moribundo.
— Malvado lobito, ¿a quién quieres convertir para toda la eternidad? —le pregunté, mirándolo como si ya hubiera descubierto su secreto más jugoso, o al menos esa era mi intensión.
— Creo que no estás en posición de hacer bromas o perder tiempo —me respondió, deteniendo sus pasos y girando para verme.
— Eso es verdad, pero no quita la idea de saber que quieres hacer con mi sangre.
— Eso a ti no te importa. ¿Quieres morir o quieres vivir?
— Quiero libertad —dije, aunque en verdad no lo sentía. Era como si alguien más hubiera hablado por mí, pero aparté la idea y lo miré fijamente, a pesar de que sentí como lágrimas caían de mis ojos—. Bien, ¿cómo se supone que lo hagamos? —Aunque ya sabía como yo lo quería.
— Primero te daré mi sangre, la tuya está contaminada —respondió, acercándose a mí, levantando la manga de su sweter, y cortándose la muñeca— cuando te cures, me la darás sin demora alguna.
— No cariño, prefiero directo del cuello y con mis colmillos. Sabe más sabrosa —me negué, golpeando con suavidad la cama, en el lado derecho. Sintiéndome realmente divertida ante la situación para un lobo.
Él se detuvo de golpe y vi en su rostro como una negativa iba a salir de sus labios.
— No muerdo más de lo justo. Te lo prometo —le dije, volviendo a golpear la cama.
— No lo haré, beberás de mi muñeca o nada —se negó rotundamente.
— Amor, algo me dice que tú tampoco estás en posición de perder tiempo. Vamos, te prometo que será nuestro secreto.
Me imaginé como su cabeza trabajaba a velocidad extrema, tratando de decidirse.
— Tic toc —dije, y una vez mas, golpeé suavemente la cama.
Al final él se sentó y miró hacia la izquierda, ofreciéndome su cuello. Podía ver como su vena carótida latía, y lo hacía más rápido que en los humanos.
— No debería confiar en ti, me engañaste una vez, no debería caer otra vez. Pero siendo sincera, ¿qué más da? Ya estoy muerta después de todo.
Me incliné hacia hacia él y lo recliné hacia atrás, para poder tener un mejor alcance, sin problemas, ya que era más alto que yo. Y probé su sangre. Sólo fue un bocado, pero sentí como el fuego y la vida pasaba por mis secas y agrietadas venas, sólo hizo falta una gota para darme la fuerza necesaria y curarme de todo mal. Pero no paré, quería más, deseaba más.
Con un rápido movimiento, me senté en su regazo, y seguí bebiendo, pasando mi brazo izquierdo por su hombro derecho y poniendo la mano izquierda en su pecho. Podría decir que él se resistió, pero la verdad es que me atrajo aún más a él.
Al final me separé de él y miré el techo, gozando de cada gota de sangre, incluso me sentí excitada, deseosa de hacer cosas realmente sucias y salvajes. Bajé mi mirada y vi sus ojos, una mezcla entre oro y plata, un color extraño pero hermoso. Aparté mi mirada de el, y bajé.
— Ya nos veremos luego —dije, y salí de su habitación.
Me sentía más viva de lo en algún momento me sentí, estaba poderosa. Su sangre me hizo sentir genial, llena y viva. Incluso sentí su calor, algo nuevo en esta vida de frialdad.
Había sobrevivido a mi segunda muerte, algo que no pensé que ocurriera. Y ¿para qué negarlo? El lobito me gusto. O tal vez fue el placer de haberme imagino lo duro y salvaje que podría llegar a ser en la cama.
Caminé hacia mi habitación, en donde la pequeña aún seguía dormida, y aproveché esa oportunidad para darme una ducha larga.
* * *
![](https://img.wattpad.com/cover/56169540-288-k753221.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Kill Me, Heal Me [Dramione]
FanficSinopsis: Luego de que la guerra terminara, al igual que la oscuridad, Hermione Granger pensaba que por fin había llegado el momento de vivir una vida con tranquilidad al lado de las personas que más amaba. Pero todo cambia una noche cuando conoce...