Capítulo 25 - La segunda muerte - Parte 1
Doblé la esquina y en seguida comencé a sentirme enferma, a tal punto que me acerqué a una armadura que había de adorno, y vomité la sangre que había bebido hacía un momento.
Me sentía mareada y afiebrada. Sacudí la cabeza y seguí caminando, derecha y con la cabeza en alto, mientras que los estudiantes que ya terminaron de dejar, pasaban por mi lado.
Como pude, llegué a la habitación, y me tiré en la cama, morando el techo. Hubiera respirado hondo si tan siquiera realmente el aire me hiciera falta, pero al menos se me dio por intentarlo.
No sabía lo que estaba pasando, no entendía nada. Pensé que esto, no podría pasarme nunca. Que sólo un puñal en mi corazón podía matarme. Pero no era así, se ve que no.
Sentía como poco a poco moría, las venas dentro de mi se retorcían, se estribaban. Levanté mi mano derecha y la mire. Mi piel antes blanca, se veía un poco gris... O tal vez era mi visión. No lo sé.
Sentí como mi estómago se contraía, y con rapidez me acerque al borde de la cama y vomité una vez más sangre. Sangre oscura como el petróleo.
Sí, me estaba muriendo.
* * *
En algún momento me desmayé o dormí —algo inusual, ya que aquella necesidad de querer dormir había desaparecido por completo hacía días —, no se, pero cuando abrí los ojos me sentía aún peor de lo que me sentía cuando me acosté.
Como pude me levanté y fui al baño, llené la bañera con todo lo que tenía, y vestida con botas y todo el conjunto me metí dentro y no salí a la superficie hasta que sentí la necesidad de vomitar una vez más.
Al final, salí de la bañera, esquivando la suciedad del suelo. Estaba temblando, y mareada. Y estaba hambrienta.
Salí del cuarto guiada por mi instinto asesino, pero desorientada.
Todos estaban en sus habitaciones, ya era las una de la madrugada, y por más hambrienta que estaba, mi lado aún racional me decía que no debía entrar dentro de ninguna habitación porque de lo contrario, me matarían antes de poder encontrar una solución a la miseria que estaba viviendo. Así que me dirigí al cuadro, y que estuviera mojada, temblando y desorientada, no ayudó a que pudiera salir bien del lugar, ya que terminé en el suelo y la Dama Gorda se rió de mi.
— Los niños de hoy en día disfrutan de una copa más que una misma —dijo, divertida, cerrando la puerta.
La ignoré y agarrándome con y bajé las escaleras como me era posible. Cuando los escalones se terminaron, me quedé parada, y cerrando los ojos, busqué algún alma descarriada en el castillo, aquellos que escapaban de sus cálidas camas a por un subidon del algún tipo.
Escuché un corazón latir no muy lejos de mi, así que a él o ella me dirigí, sosteniendome de la pared. Al doblar en una esquina, comencé a escuchar varios corazones. Dos, no, tres. Latiendo al mismo tiempo como uno solo. Como si estuvieran conectados a través de la magia.
Estaban en un salón, el de McGonagall, intenté acercarme para abrir la puerta, pero algo me retuvo. Un hechizo repelente, aquellos que se acercaran tenían la imperiosa necesidad de alejarse y seguir otro rumbo, pero en mi no funcionaba lo suficiente como para dar la vuelta, ya que iba dirigido sobre todo a brujos, algo que me hacía notar que ya quedaba poca magia dentro de mí.
Me puse furiosa al no poder acceder a mi comida, así que que por un momento apagué el lado de la razón y los colmillos tomaron posición de mi cuerpo. Me acerqué al muro, intenté evadirlo, romperlo, el esfuerzo me sacaba energías, pero imaginarme el sabor de la sangre me ayudaba a concentrarme para capturar a mis víctimas.
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Kill Me, Heal Me [Dramione]
FanfictionSinopsis: Luego de que la guerra terminara, al igual que la oscuridad, Hermione Granger pensaba que por fin había llegado el momento de vivir una vida con tranquilidad al lado de las personas que más amaba. Pero todo cambia una noche cuando conoce...