Contra Mafias ©

23.Americano.

Kendall Towers.

Me tire en la cama. Ya me había cansado de subir nuestras maletas por las escaleras.

—¿Estas bien?—pregunto Addison.

Asenti.

—Mañana temprano tenemos que ir a la escuela por informacion—dijo ella.

—claro, ¿Alguna vez fuiste a la escuela?—le pregunte.

Ella empezó a reír.

—Si, fue lo más extraño ya que mis padres pagaban institutrices para que llegaran a darnos clases a nuestra casa—dijo élla.

—Yo jamas fui, él señor La Rosso nos enseño junto con la madre de Alec—dije.

Ella se me quedo viendo.

—No sabia nada sobre la madre de Alec—dijo.

No debí de hablar sobre ello.

—¿Donde esta?—pregunto.
—No quiero hablar sobre eso—dije.

No podía decirle como él señor La Rosso mato a la mujer que amaba y a la madre de su hijo por ser una infiltrada.

Ella asintio.

—vamos hablar con los chicos sobre él partido de mañana—dijo ella.

—¿cual partido?—pregunte.

—Tecnicamente nos retaron a un partido, es similar a los piques —dijo ella.

Ni cuenta me había dado.

Me levante y salimos de la habitación.

Bajamos las escaleras y todos los chicos estaban comiendo pizza en el comedor.

—Hola—dije.

—¿Que vamos hacer?—pregunto Alec.

No lo se.

—Mañana seguramente los van a retar a jugar fútbol americano—dijo Addison.

—Y las porristas a nosotras—dijo Lana.

¿Tenian mensajes subliminales la invitación al campo?

—Era de esperar se de estudiantes—dijo Jay.

No puedo creer que hasta él lo sabe y no estuvo ahi.

—Bueno, yo no se nada de porristas y nada de fútbol, ni Alec por dios solo jugábamos con Armas no con balones—dije.

—Por suerte estamos nosotros—dijo Daniell.
—Pero si se criaron en Italia—dije.
—Viajamos demasiado—dijo Matt.

Rayos.

—Por lo de las porristas no te preocupes, estudiamos Gymnasia—dijo Addison.

—A ver y te creo—le dijo Alec.
—Vas a perder— le dijo Aaron a Alec.

Addison se dirigió a la entrada de la casa para salir a nuestro gran jardín, se estiro un rato y los chicos empezaron a salir de la casa.

—Esta bien Alec—dijo ella y empezó a dar vueltas en él aire y marometas.

Él día de la caza, ahora recuerdo.

—Ahora que ya les mostré, necesitamos ver los partidos de esos que de seguro están en internet, Mañana podremos ir antes de que amanezca a entrenar un poco—dijo Addison.