Contra Mafias ©

41.Hospital

Allison Pacci.

Quería llorar, quería gritar desconsoladamente, pero por alguna razón solo salían algunas lágrimas.

—Ya no puedo ver te asi—me dijo Aidden y me abrazo.

Me limpie las lagrimas y lo abrace.

Me sentía mal, triste, sin sentido, pero no quería hacer un show, había perdido a mi hermano.

Ben había muerto cuando enfrentamos a la gente de Jhonson.

—Me siento ...—me calle por un momento— Aidden  no se como sentirme—apenas dije.

Lana se acerco y empezó a consolar me.

Solo quería estar en una cama, a oscuras y con un gran cobertor.

—Lo sentimos mucho Allison, Ben era un buen chico y sabia modificar los autos—dijo Alaska.

—No se que decirte, no tuve hermanos, pero cuentas con nosotros—dijo Aaron.
—Sera mejor que te lleves a Allison—le dijo Matt a Aidden.

—Si, creo que si—dijo Aidden.
—Ire con ellos, para inyectarles la dosis a los chicos para que sigan dormidos mientras dan de alta a Addison—dijo Alaska.

Todos asentimos.

—Allison, todo mejorara—dijo Matt.

Aidden me acercó a él y me abrazo.

—Mejor pasa tiempo con tu chica, yo te aviso cuando den de alta a Sofia y Allison, lo siento mucho—dijo Daniell.

Le Sonreí.

Nos levantamos de los asientos y salimos del hospital.

—Yo conduzco—dijo Alaska abriendo la puerta de su auto.

Aidden me abrió la puerta del auto como siempre, se subió y la cerro.

Me deje caer en sus brazos, por ahora era él lugar más seguro de todo él planeta y tal vez de todo él universo.

Me le quede viendo y lo bese.

—Muchas gracias por estar ami lado—le dije y empecé a sentir me cansada.
—Al contrario muchas gracias por permitir me estar lo—respondio y me dio un beso.

—Hey, pervertidos en mi auto no—dijo Alaska viéndonos desde él retrovisor.

Aidden se sonrojo y yo igual.

—Mi vida—dijo Alaska.

Empecé a sentir mis párpados cansados, supongo que de tanto llorar en silencio.

—Descansa mi reina de corazones—me dijo Aidden, me abrazo y no dude en cerrar mis ojos.

Mi rey de corazones.

••••

Abrí mis ojos.

Me encontré con un Aidden dormido, me le quede viendo por un rato, maldicion mi chico realmente es guapo.

Lo abraze tan fuerte como pude y él se despertó.

—¿Que paso?—pregunto.
—Creo que nos dormimos—dije y comencé a reír.

—¿Ya estas mejor?—pregunto.
—Aun duele, pero ya sabiamos que uno de los 2 iba a morir algún día y más cercano si estábamos en esto—dije.