Contra Mafias ©

29. Batalla.

Alaska Dante.

No se metan en problemas , no lo hagan, pero esto es tan fácil que queramos o no lo terminamos haciendo.

Salí de mi habitación y de la casa por la puerta de atrás.

—Levanta las manos—dijeron y escuche él ruido del seguro.
—Eso ya no funciona conmigo Aaron—dije.

Los demás chicos estaban con él, exepto Addison y Daniell.

Comenzamos a caminar por las afueras de la casa y llegamos hasta la entrada principal donde nos encontramos a Daniell junto con Addison.

—sorpresa—dije.

Daniell se sobresalto.

—Vamos—dijo Addison.

Me adelante y los chicos estaban detrás de mi.

Sonó la radio de ella.

—Jack de diamantes reportando se—dijo Mell.

—Los reyes y reinas vamos en camino—dijo Addison.

Salimos de la casa, nos subimos  a la camioneta donde estaban esperándonos.

—Mi Jack de picas—dijo Matt saludando a Nico.

—Hace tiempo que no los veia—dijo Nico.

Ellos 2 se llevan tan bien, gracias a Matt conocimos a Nico.

—Me iré con Mell—dijo Addison.

—Vamos contigo—dije junto con Aaron.
—Si—dijo Daniell y nos pasamos a la otra camioneta.

Nos subimos y cerramos.

—Vamos—dijo Mell y comenzó a conducir.

—¿como van con él rastreador?—pregunto Addison.
—No tienen idea de que lo colocaste —dijo ella.

—¿como?—pregunto Daniell.
—El chico contra quien competí es él gran Valentin Dubois, líder de la mafia Francesa—dijo.

—El socio de Alec La Rosso—dijo Mell.

—¿Que?—pregunto Aaron.
—Nuestro querido Alec, esta traicionando a su padre—dijo.

—Aqui tienes—dijo Mell lanzándole la caja del celular nuevo.

Addison saco él celular, lo encendío y marco un numero.

Empezó a sonar y lo puso en alta voz, llevo su dedo a sus labios en señal de silencio.

—Bonjour, ¿avec qui veulent parler?—preguntaron.
—Hola, deseo hablar con él señor Valentin Dubois, de parte de la reina de diamantes—dijo.

Se escuchó una risa.

—Reina de diamantes —dijo.
—La autentica—dijo ella.

Me acomode más en él asiento.

—¿Que quieres?—pregunto él.
—Por la misma pregunta te llame—dijo ella.

Dramática.

—Lo mio es simple, quiero tu red y tus rutas comerciales —dijo él.
—Eso no sera tan fácil, antes muerta—dijo ella.
—eso se puede arreglar—contesto él.

No dude en reír me junto con Daniell.

—Muero por tenerte enfrente de mi—dijo ella.