Contra Mafias ©

31. Adios.

Aidden Fray.

Estamos en él avion, pasaremos a Estados unidos y luego iremos directo a Argentina.

—Voy al baño—le dije a Allison que esta a lado de mi.

Ella asintió.

Apenas entre y empecé a buscar él numero de ella.

—Hola—dijo ella.
—Iremos atacar Argentina—fue lo primero que dije.
—¿Que?—grito ella.

—No mataremos a nadie, al contrario los ayudaremos a que no los toquen—dije.

—Necesito preparar me—dijo ella.
—Los ayudaremos, sera la falsa mafia del póquer junto con la serpente nero que intentaran quitar los del camino, pero estaremos con ustedes, no desconfies Brueks, lo digo en serio—dije.

Estaba asustado.

—Creo en ti—dijo ella.
—Advierte a Tyson—dije.
—No nos atraparan—dijo ella.
—Te cuidas, nos vemos—dije.

—igualmente y te quiero—dijo ella.
—Yo igual—dije y colgué.

Salí del baño, me encontré a Jay.

—¿Todos estamos haciendo llamadas?—le pregunte.
—Todos—dijo él y entro al baño.

Me sente, tome la mano de Allison y por ahora podía dormir en paz.

•••••

Bajamos del avión, rápidamente fuimos con los trabajadores de Alec que compraron los 12 boletos.

—Ahi estan—dijo Alec.

Comenzamos a correr con nuestras deportivas, no utilizamos maleta.

Eso es como una regla.

Nos dieron los boletos y dentro de 15 minutos despagaba él avión.

—corran—grito Jay.

Tome nuestros boletos y la mano de Allison, los entregamos y ya subimos al avión.

Todos hicieron casi lo mismo.

Llegamos al avión y nos sentamos, en los asientos.

Le di un beso rápido.

—Hola, disculpe este es mi lugar—dijo una señora.

Ya se me había olvidado por que no me gusta viajar en avión.

Revise él boleto de Allíson y era cierto, tome mal los boletos.

—Lo siento—le dije a ella.

Me levante y me toco junto a mi hermana, en medio de ella y Kendall.

—Si quieres me cambio de lugar con Allison—me dijo Addison.

Le Sonreí y le di un beso en la mejilla.
—No, me quema—empezo a gritar ella.

Comencé a reír y se levanto, creo que es un favor para ambos.

••••

Addison Fray.

Que buena chica soy, deberían de darme un premio por esto.

—Hola, pasate a mi lugar junto a Aidden—dije y le di mi boleto, ella me dio él suyo.

Solo quedaba libre él asiento de en medio, en medio de una señora y, no, Daniell.