final

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-De verdad, estoy bien -dijo Selena, por enésima vez. Estaba sentada sobre una cama de hospital. A su lado, Shelly, que alternaba un abrazo con un sollozo-. Solo son magulladuras, ya has oído al médico.

-Pero yo te dejé sola y ahora...

-No podías saber que el hombre que debía protegerme era el hombre al que debía temer -la interrumpió Selena-. Además, todo ha salido bien. Justin ha detenido a Casanova y a mí no me ha pasado nada grave.

Selena se ajustó la bata del hospital, intentando no recordar los momentos de terror que había sufrido a manos de Vic.

-No puedo creer que fuera Vic -murmuró Shelly, sonándose la nariz-. Debería haberme dado cuenta. Estaba obsesionado con que la violación de Maggie había sido perpetrada por otro hombre, no por Casanova. Alguien debería haber sospechado algo.

-Déjalo, Shelly. Ya ha acabado todo -intentó consolarla Selena.

Le dolía todo el cuerpo, pero lo que más le dolía era el corazón. Necesitaba a Justin. Necesitaba verlo para decirle que había sido una loca rechazando su amor.

¿Sería demasiado tarde? ¿Habría cambiado de opinión? La idea de pasar el resto de su vida sin él era tan aterradora como el horror que había tenido que sufrir aquella noche.

Selena consideró sus sentimientos por Justin. Quería construir una vida con él, quería compartir sus sueños. Quería mañanas y noches con él en la cama.

Si Justin no la amaba, le rompería el corazón. Y nunca volvería a ser la mujer que había sido.

Antes de la muerte de Alicia y John, Selena había evitado las relaciones serias. Tenía miedo de depender de alguien, miedo de entregarse.

Mustang y Justin habían cambiado eso. Si Justin no la amaba, tardaría mucho tiempo en olvidar, pero nunca más volvería a cerrarse al amor.

-Aquí viene Justin -dijo Shelly-. Hola, jefe. ¿A quién has arrestado por la violación de Maggie?

-Lo primero es lo primero -dijo él, tomando las manos de Selena-. ¿Cómo estás? ¿Qué ha dicho el médico?

-Que tome una aspirina y me meta en la cama. Solo son magulladuras -explicó.

Le habría gustado abrazarlo, apoyar la cara en su pecho, pero Justin le soltó las manos.

-¿A quién has arrestado? -volvió a preguntar Shelly.

-A Burt Landry.

-¿En serio? -preguntaron Selena y Shelly a la vez.

-Primero violó a Maggie y después se convirtió en su protector -dijo Justin, asqueado-. Cuando Maggie rompió con él, a Burt no le gustó nada y se le ocurrió la idea de hacerse pasar por Casanova.

-Una idea enfermiza -murmuró Selena.

-Así es. La pobre Maggie estaba tan confusa que necesitaba un hombro sobre el que llorar. Lo que no sabía era que ese hombro era precisamente el del hombre que la había atacado.

-¿Ha confesado Landry?

-Nos ha costado un poco, pero al final le hemos hecho creer que teníamos un testigo y ha cantado -contestó Justin

-. Y ahora, vámonos a casa. Ha sido una noche muy larga.

Shelly se fue con Sam y Selena y Justin entraron en el coche.

-Justin, ¿te importaría hacerme un favor?

-Dime.

-Llévame al árbol de los besos.

El Árbol De Los BesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora