~"Valerie es una mentirosa"~
—Acompáñame a casa. — ruega Kate.
—Brendan puede ir contigo. — le contestó ya un poco molesto. Después de tanto rato de que me insista simplemente quiero huir. No quiero ir con ella porque lo hace incomodo recordándome el beso y preguntándome por qué lo hice si no le gusto. Es bobo. Es obvio que me gusta. Aunque ella nunca me deje decirlo. Y simplemente sé que quiere que se lo confiese pero no lo haré. Ella debería saberlo por sí sola.
—Quiero que vengas... tú. — murmura y yo frunzo el ceño.
Vamos, después de tres meses es bobo que me busque. Prácticamente me ignoro todo el tiempo desde aquel horrible día en que mi vida se arruino.
Por lo menos he tenido a Brendan y él me perdono.
—Acabo de descubrir algo. Y quiero que lo veas.
Suspiro y luego de un rato asiento. Esta bien. Iré, no me queda de otra.
La sigo hacia su casa y me encuentro con una pequeña tortuga en sus manos. Ella me sonríe ampliamente.
—Me la regaló mi padre hace dos días. Se llama Darmion.
—¿Darmion?
—Se me ocurrió. — se encoge de hombros y luego le lleva hacia su estudio, donde tiene dos computadoras encendidas, ambas con dos páginas abiertas del Club de Valerie.
—Descubrí esto. Ven, siéntate. Mira, aquí. Ella estuvo publicando estas fotografías desde la primera reunión donde eligió a los chicos que estarían en el club. Es bobo, pero parece que estaba haciendo un proyecto de la universidad. Esta es la página que ambos conocemos, ella página del club. Y está, la encontré hoy en la tarde por casualidad en Facebook. Ella vivía en París hace un tiempo. Es de la universidad de París.
Observo la página y sonrío, ya que veo las imágenes bobas de nosotros haciendo huelgas, tomando el té y cuando las chicas maquillan a otras.
"Mi proyecto de reparación de las vidas juveniles.
Me he encontrado que en mi antiguo pueblo están habiendo muchos problemas entre los adolescentes. Buscan novios a temprana edad, se suicidan y hacen huelgas todo el tiempo.
El propósito de este proyecto es reformar a esa gente hasta que puedan ser gente normal y civilizada..."
—¿Gente normal y civilizada?
—Exacto. A eso me refiero. Ella está hablando de huelgas y ella nos incitó a hacerlas. Hablando de novios y fue ella la de la idea. La única que está siendo poco civilizada es ella. Ni siquiera sabe escribir un artículo. Se contradice.
—No creo que se contradiga.
—Como sea. Es mentira. Ella comenzó esto. Y pienso pararla. — dice con voz heroica. Yo sólo la observo. —Vamos a pararla.
—Mira, Kate...
—No. Vas a venir. Esta podría ser la oportunidad de nuestras vidas de salirnos del grupo y acabar esta farsa.
—Pero pienso que lo que Valerie hizo fue unir al pueblo. Y está bien. No tengo ningún problema...
—Bueno, yo sí. No es correcto. — murmura ella. —Te volvieron un mega zorro...
—¿Mega zorro? — pregunto con una risa a punto de burbujear. Ella parece bastante seria, como si realmente fuera un crimen.
—Lo eres.
—No lo soy. — ahora estoy a la defensiva.
—Sí, lo eres. Te besas a cualquier chica que se te pase enfrente, tienes como 13 novias juntas y hasta estás a punto de casarte con dos. — dice con sus ojos achinados.
—No tengo trece novias, lastimosamente.
—¿Lastimosamente? — ella gruñe. —¿Ves? Eres un mega zorro.
—Te he dicho que no lo soy.
—Vale, ya callémonos. Ambos sabemos que tengo razón. Ayúdame con esto, Percy. Vamos a hackear la cuenta de Valerie.
—¿Hackear? Oye, no creo que sea buena idea.
—¡Bien! — ella gruñe. —Sólo... ayúdame a acabar con el club.
Me quedo en silencio observándola teclear con rapidez en el blog de Valerie. ¿Acabar con el club? ¿Y dejar a un montón de chicos invisibles como yo, solos otra vez?
Ella no ha parado de mandar emails y todo a la página y yo sólo me quedo observando su cuarto. Es grande, blanco y limpio. Lo único que veo fuera de lugar es un rinoceronte rosado del tamaño de mi palma de mi mano, sobre su almohada. Después de eso, todo es limpio, cuadrado y ordenado. Y blanco.
—¿Hablaste con mi madre? — pregunto de repente.
Ella eleva una ceja oscura hacia mí, sus ojos me enfocan debajo de sus pestañas. Niega repetidamente con la cabeza. Sus mejillas se ponen ligeramente rosadas. Sólo ligeramente.
—¿Kate?
—He dicho que no. — murmura ella con tranquilidad mientras abre una página rosada donde hay más fotografías nuestras. Ella frunce el ceño hacia la computadora y luego se lame los labios, mientras baja por la página y le da clic a una fotografía donde está ella conmigo y Brendan. Parecemos asustados. —Oh...
—¿Qué?
—Sabía que no era un acto de caridad. — murmura, pareciera estar hablando consigo misma.
—¿Qué pasó? ¿Qué hay? — pregunto justo cuando las escaleras rechinan. Los ojos de Kate se abren y me mira asustada. Sus ojos se dirigen detrás de mi y luego a la puerta.
—¿Estás en casa, Kate? — la voz de su padre resuena.
—Vete. — me susurra, sus ojos recorren la habitación.
Yo me pongo de pie rápidamente y camino a la puerta pero ella grita "NO!" Y tengo que parar en seco.
—¿No? Hija, te traje un regalo de parte de tu abuela.
Kate me toma por el codo ligeramente y trata de moverme hacia la ventana pero yo me he quedado pasmado en el piso. Son tres niveles, seguro está pensando en matarme. ¿Es tan malo que este aquí que piensa tirarme por el tercer piso? Lo siento, no aceptó.
Ella me da un empujón con ambas manos detrás de mi espalda y no logra moverme ni un centímetro.
—Mi padre va a matarme. — susurra algo asustada.
—¡Y tú vas a matarme a mí!
—Calla, no seas bobo. No podría matarte, ya qué hay una terraza. Sólo ve rápido. Mi padre ya está intentado abrir la puerta. Te lo ruego, Percy. Necesito que salgas de mi habitación antes de que mi padre te vea...
—Abre la puerta, cariño. — dice la voz de su padre.
Yo veo los ojos asustados de Kate y decido que iré. Vale, si me caigo me llamara a una ambulancia, ella es bastante inteligente.
La ventana no es un lugar agradable pero comienzo a salir de su cuarto, parándome en el tejado y pasándome al techo de lo que sería el salón de estar. Ella sólo lanza una mirada hacia mí cuando ve que estoy lejos de la altura de su ventana y luego desaparece.
Bien. Necesito salir de aquí ya que no es agradable quedarme aquí arriba y ver que la gente comienza a sospechar de mi y seguro arruinaré el intento de Kate de ocultarme. Me bajo por unas escaleras que encuentro y luego camino lejos de su casa preguntándome por qué tanto escándalo, ya que su padre sabe quién soy.-----
"Ya puedes subir, tengo un plan ahora"
Leo el mensaje de Kate unas cinco veces antes de darme cuenta que tengo que regresar.
"¿Donde estás? Creí que te había dejado en el tejado"
Sí, lo hizo y los vecinos estaban a punto de arruinar su lindo plan de que yo pasara desapercibido. Y ya son las ocho de la noche, no sé si en verdad esperaba que me quedara ahí en el frío.
"Percy"
"Ya voy. Estoy en casa. Y sólo para recordarte, ya son las 8:12 pm. No esperabas que me quedara esperándote ¿o sí?"
"Vale, te veo en diez"Cuando estoy frente a su casa, observo que la única luz que está encendida es la de su habitación, así que abro la reja y camino hacia la puerta principal pero un agudo golpe en la oreja me hace parar y quejarme.
—¡Lo siento!
Giro mi cabeza y la veo en la ventana. —¿Por qué...?
—¡Lo siento! Pero no puedes tocar. Mi padre está con la mujer. Y no me deja entrar chicos. Sube.
—¿Cómo? — preguntó sobándome mi cabeza.
—Por la escalera. Rápido antes de que los vecinos vean.
Asiento y comienzo a caminar a la escalera. Luego me monto y pronto estoy caminando hacia dónde ella está. Ella me espera en su ventana, viéndome atentamente y sonriéndome ligeramente.
—Toma mi mano. — murmura cuando estoy debajo de ella. Su pequeña mano pálida se abre hacia mí. Pero estoy seguro que le sacaré su pequeño brazo del lugar en el que está así que niego con la cabeza y me monto en un ladrillo hasta llegar a la ventana, luego me jalo con las orillas de la ventana y espero a que ella se quite de mi camino justo cuando escucho un silbato afuera y créeme cuando te digo que perdí el control ya que me acabo de meter a toda velocidad a la casa y he caído sobre ella.
—Ay... — murmura ella y yo me comienzo a reír. Ella pone su mano sobre mi boca para callarme pero para mí es imposible dejar de reírme. —¡Percy!
Su susurro me hace dar cuenta de su mano en mi cara y su cuerpo debajo del mío. Abro mis ojos y veo los suyos, como si se estuvieran derritiendo. Mi sonrisa desaparece instantáneamente y siento cómo el aire se vuelve espeso y me cuesta respirar. No sé si es por su mano o porque simplemente el que ella este cerca de mi...
De un segundo a otro estoy lejos de su pequeño cuerpo y sentado cerca de su mesita de noche.
Ella está toda sonrojada en la alfombra, viendo su mano con ojos amplios
—Babeaste en mi mano. — murmura ella.
Siento mis mejillas calentarse y giro mi rostro a otro lado. Nos quedamos en silencio lo que parece una eternidad hasta que el movimiento de ella acercándose a mi interrumpe el espacio. No me atrevo a mirarla ya que estoy seguro que va a comenzar a hablar de nuestro macabro plan para salir de club pero... en vez de eso siento cómo su aliento calienta mi rostro y mi corazón da un vuelco loco. Me giro para verla y ella está toda sonrosada, sus ojos brillan y sus labios tiemblan.
¿Qué va a hacer? Me pregunto justo cuando su rostro comienza a acercarse cada vez más al mío y yo lo único que puedo hacer es acercarme a ella con más rapidez de la que ella lo hace y atrapar su rostro entre mis manos, soltando un suspiro.
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Los Secretos de un Adolescente
Teen FictionLa horrible historia comenzó un jueves catorce de abril, mi madre me había insistido en ir a esa conferencia de "motivación" ya que pensaba que era deprimido. ¡No lo era! Ella quería que fuera para que consiguiera una pareja, ya que, a mis 17 años...