Los Secretos de un Adolescente

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~Una reserva de... ¿amor?-

Todo estaba bien esa mañana, había llegado de la escuela temprano, su madre le había preparado almuerzo delicioso y estaba listo para salir con su amigo Brendan a dar una vuelta al pueblo justo cuando el timbre sonó. Todo estaba perfecto, a excepción del timbre y que estaba un poco cansado. Mi madre me insistió en abrir la puerta así que tuve que ir. Dos minutos después. Pero no había nadie afuera. A excepción de eso había en la alfombra una carta con una nube con ojitos. Se miraba bastante tierno hasta que reconocí la letra y decidí que debía esconderla.
Levanté mi camiseta y me la metí ahí. Mi madre elevó las cejas cuando vio algo cuadrado en mi estomago pero no dijo nada mientras yo desaparecía con un pedazo de pastel de manzana en la mano. Entré a mi habitación y abrí el pequeño sobre.
"Querido Percy:

Hace dos días mi padre me ha avisado que vamos a mudarnos. Le supliqué que nos dejara quedarnos pero realmente no es por mi ni por ti. Vamos a mudarnos porque está ella. Ya sabes, te hable de ella aquella noche en la cabaña de Valerie.
Nos iremos a vivir a Londres, mi padre dice que ahí es mejor todo. Realmente no lo creo, por eso estoy escribiéndote esto.
Y yo lo único que quiero pedirte es que me sigas recordando. A pesar de la distancia, a pesar del tiempo. Espero que mi rostro no se desvanezca de tus recuerdos, espero que sigas oyendo mi risa y mis estupideces. Espero que lo hagas ya que por seguro yo te seguiré recordando vivo y cerca, sin que nada importe.
Lamento que no pudimos conocernos más y que lo que más pudiste conocer de mi fue mi bravuconearía. Lamento que el tiempo se haya acabado, lamentó esta despedida pero no me atrevería a verte otra vez, sabiendo que dejaré al chico más especial que he conocido, del que he estado enamorada desde hace tanto y al final sólo pude tener por un suspiro.
Realmente espero que algún día nos volvamos a ver, espero tengas el mismo deseo.
Recuerda, te quiero.
Abrazos,
Kate"

Frunzo el ceño por quintaba vez. Es irreal. Realmente se fue y en vez de llamarme o escribirme un correo me mando una carta. ¿Por qué?
Quizá porque sabe que guardaré está carta para siempre, por ser tan... de ella. Tan intima y por ser la primera carta que a pesar de las palabras, pide que nos volvamos a encontrar.
El recuerdo que más impregnado está en mi mente es el de una vez ella riendo cuando mi cabeza se cayó por el sueño sobre mi lapicero y me dejé un golpe en la ceja, donde después ella plantó un beso. Sus mejillas estaban rosadas y sus pecas se veían hermosas en su juvenil rostro, su cabello suelto y sus enormes ojos bien abiertos, llenos de emociones.
Fue el día que más la comprendí. Fue el día en que vi a una mujer hermosa dentro de esa fachada inglesa.

Diablos. No me gustaría que ella me dejara. Quisiera verla de nuevo. Sólo un minuto más. Sólo escuchar un segundo más su risa musical o escucharla tararear con su voz suave y tranquila.
Simplemente estar cerca de ella y sentir que soy mayor, sentir que puedo estar bien, sentir que puedo no tener problemas y olvidarme de todo. Sólo estar abrazados un segundo más y sentir cómo que el fin del mundo es cerca de ella.
Mis labios se curvan hacia abajo al darme cuenta que ella era mi pasaje al mundo de fantasía, el mundo donde no tenía problemas y era todo tranquilo. Y una tristeza me inunda al darme cuenta que a pesar de lo que pude sentir, no hice nada para verla estos últimos días, sino que decidí ser un idiota adolescente con dificultades para comprender la vida y dejarla ir.
Y en ese momento es cuando realmente entiendo a mi madre.
Aprendí una lección. Aprendí que si no quiero sentir que he perdido una oportunidad, debo seguir mis propias verdades. Y mi verdad era ella.

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Aweee
Ya vamos acabando.
Bueno... sí... el final está demasiado cerca, chicas
🦄😇

Díganme que piensan de la adolescencia de Percy
Besos!
Karen