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~Problemas~

—Está bien. — responde Valerie al enorme discurso de Kate, con sus cejas elevadas. —Pero tienen que irse. Ambos.
Kate asiente con triunfo y se da la vuelta para salir por la puerta.
—¿Percy? Lamento mucho que tengas que irte también... — ella me guiña un ojo y Kate me toma por el brazo. —Con ella.
—Él es mi novio. — le dice Kate.
Ella eleva las cejas con falsa dulzura. Kate comienza a jalonearme a la salida y yo la sigo pero es inevitable escuchar lo que dice. —¿Desde cuando? Unos cuantos días atrás estuvo conmigo. Ya sabes. ¿Por qué tan rápido?
Kate gruñe y me saca de ahí, me deja al lado de mi bicicleta y corre a la suya. —¡Kate! Espera, espera...
—No. Necesito mi tiempo. Sólo déjame.
Ella comienza a alejarse pero antes de que pueda salir completamente del lugar de Valerie entra Brendan y la para. Yo estoy demasiado lejos como para ir a hablarle y como para detenerlo. Él la hace bajar de la bicicleta y estoy bicicleteando hacia allá cuando veo el tremendo beso que Brendan le da.
En algún momento me paré y me quedé viendo. Luego reaccioné. Ella dijo que yo era su novio así que ahora debe aguantarse. Y realmente no le tomo importancia a que ella esté devolviéndole el beso.
Con que no me diga que le gusta más Brendan porque...
—¡Hey! — le gruño a Brendan y cuando estoy lo suficientemente cerca choco ligeramente mi bicicleta en su cuerpo. Brendan se aleja de Kate y me ve algo molesto.
—¿Nos dejarías...?
Kate se aleja de Brenda y de mi. —¡Aléjense de mi ambos!
—¡Kate no puede simplemente alejarte de mí así por así! Me debes una explicación. ¿Por qué le dijiste eso a Valerie si ahora estás dejando que Brendan te bese?
—Debo irme. Déjenme sola. Ambos.
—¡No, Kate, no vas a huir así!
—¡No estoy huyendo!
Ella se pone roja y luego me ve furiosa, sus ojos brillando con lágrimas. —Te veré más tarde.
Y con eso se va.
Y yo deseo realmente sentirme bien porque ella me dijo a mi que iba a verme más tarde pero no es así. Me siento mal. ¿Qué...? ¿Por qué se dejó besar? ¿Me va a terminar tan rápido y me dejara por Brendan?
Y hablando de Brendan, está tan molesto que me da un fuerte empujón y me hace caer de la bicicleta.
—¡Te la robaste! Era mía desde que la conocí...
—¡No era tuya! — le alego —Ella es de sí misma. Y lastimosamente compartió una parte de ella conmigo, así que es mía también.
—Idiota. — él se me queda viendo. Luego sonríe de lado. —Eh... entonces yo supongo que me iré. Ella nunca me presto atención así que no creo que sea correcto acosarla. Siempre tuvo sus ojos en ti.
Y con eso se va.

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—No quiero que estés con ella. — mi madre me dice.
Yo frunzo el ceño. De nuevo. ¿Por qué? Hace una semana me dejo libremente estar en la casa ¿y ahora decide que ya no puedo estar con ella?
—No me gusta cómo la besas. Te he enseñado valores, Percival. Jamás te enseñé a montar a una chica en tus piernas. Y peor si es una chica inocente.
—¿De que hablas? Mamá, fue sólo una vez. Y no estábamos haciendo nada malo. Estábamos besándonos. Y ya. Simple. — comienzo a estar un poco asustado.
No quiero que mi mama me aleje de ella. Ella es especial para mí. Y sí, fui estúpido ayer. Demasiado. Ver una película se volvió demasiado...
¡Pero no fue nada! La cargue como un segundo y la puse en mis piernas justo cuando mi mamá entra y Kate decidió volar lejos de mi. Como si fuera algo malo. Entonces mi madre pensó algo malo y ahora ella no quiere que siga estando con Kate.
—Te juro que no volverá a pasar, mamá. Perdón.
Me muerdo la mejilla al recordar los ojos de mi madre, asustados y los ojos de mi padre, divertidos.
—No en mi casa, no. Prohibido traerla aquí. Lo siento mucho.
Gruño y asiento.
Esa noche decido llegar a la casa de Kate a hacer las tareas. Me subo a su ventana por afuera y ella me abre a regañadientes.
—No puedes estar aquí, si mi padre llega a saberlo...
Y te juro que no sé me ha pasado, simplemente le planto un beso para callarla. Y ella me deja entrar. Hacemos las tareas bajo el sonido de su música, sin hablar. Ella me codea de vez en cuando, cuando hago algo mal y me corrige. Pero no hablamos. No lo hacemos ya que no queremos meternos en problemas. Pero como que soy un imán últimamente para los problemas.
No preguntes, simplemente pasó. Ella y yo nos besamos tanto tiempo que mis ojos comenzaban a ver estrellitas. Y la puerta de la habitación de Kate se abrió y ahí fue cuando estro su padre, con una mirada triunfadora.
Kate sigue demasiado cerca de mi para mi gusto, su padre mira mis brazos envueltos en el pequeño cuerpo de Kate y frunce el ceño. Ese simple hecho hace que mis brazos y piernas se vuelvan gelatina.
Qué idiota soy.

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Hazle caso a tu madre. Simplemente hazlo. Ella siempre tiene la razón. Siempre. Verá lo mejor para ti. Ella me impidió ver a Kate y me impidió llevarla a casa por algo. Ahora Kate está castigada de por vida y yo tengo que lavar todos los platos hasta que cumpla 18. Mis padres tuvieron una charla con el padre de Kate y ahora no nos dejan vernos. Kate ya no llega a la escuela. Yo sí y no he podido hablarle.
A veces cuando estoy sólo me pongo a pensar si volveré a verla algún día. Llevamos tres semanas sin vernos. Absolutamente nada. No he visto ni siquiera su cabello o sus cejas. Me siento estúpido pero la extraño después de todo.
Hoy estaba arreglando el álbum de fotos de mi madre y encontré unas fotografías de Kate y yo bastante pequeños, ella tiene una peluca y está vestida de princesa. Yo estoy a su lado viéndola con travesura y con un pincel en mi mano. Ella sonríe hacia la cámara.
Ahí es cuando recuerdo. Le ayudé a pintar su árbol ya que ella me parecía muy linda. Luego le hice la vida un poco imposible, molestándola con mi pincel y pintando sus brazos. Ese fue el único día que recuerdo que hubiéramos estado juntos antes del club. Luego la olvidé. Digo, sabía que había una chica súper inteligente pero jamás voltee a verla.
Ahora quizá no la volveré a ver hasta que seamos mayor de edad.
Y sí, la vida es un poco triste para mí ahora. No puedo decir que no la extraño porque lo hago. La extraño. Extraño su suave piel y me volví demasiado cursi a su lado, tanto que llegue a extrañar incluso sus pecas y suave cuello.
Pero soy joven. Y no quiero pensar que mi vida acaba aquí. Es una lección del destino, como dijo mi madre.
Mi padre me dijo que yo soy quien voy a decidir mi propia vida, así que no deje las cosas pasar.
Y no sé a qué se refieren. Supongo que lo resolveré. Pero por ahora, siento que mi único camino es continuar y como dijo mi mama, aprender de mi lección.

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Hola!
Espero les guste. Un abrazo a todos! Sueñen con cualquiera de sus personajes favoritos.
Besos,
Karen

Los Secretos de un Adolescente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora