~Ericka (La suicida) ~
Las cosas estaban yendo bastante bien, Valerie se había alejado de mi bastante, al igual que Selene, Leah, Fleur y me admitiría a decir que también Kate. Pero sólo un poco. Ella ha estado alrededor por mucho rato pero ya no es como si me hablara igual o me tratara normal.
En fin. Esa mañana estaba fría. Realmente fría. Como en una película dramática o algo así. Teníamos una reunión del club y yo decidí no ir. No iba a perderme otro día de la escuela por una estúpida reunión en la que hablarían de hombres, chicas de la escuela que no eran agradables y la travesura de la semana. Ya estaba un poco harto. Así que me encontraba yendo a la escuela por el camino frío y gris cuando una bicicleta me golpea justo en el codo, lo cual me hace gritar y quejarme. Claro, ¿Quien podría ser más distraído y no ver a un chico con ropa azul por la carretera?
—¡Lo siento! — una voz conocida me grita.
Eso simplemente hace que mi ojo derecho se contraiga pero pongo una sonrisa en mi cara.
—Está bien.
—¿Estás bien? Déjame ayudarte, pude romperte un hueso...
—No. Esta bien.
La cosa es que... simplemente se sintió como que fue a propósito. Porque viendo su rostro de falsa preocupación...
—Está bien. Bueno... te veo en la escuela...— murmura Fleur y cuando se da la vuelta puedo ver claramente una pequeña risa de burla en su rostro.
Lo sabía.
Después de eso no hay nada malo con mi camino. Subo por las calles hasta llegar a la escuela y recibo las clases, hablo con algunas chicas de por ahí e ignoro a Fleur. Kate hace lo mismo conmigo, ella me ignora y siento como si estuviera molesta conmigo. Realmente... es extraño. No entiendo la razón por la que una chica me daría sonrisas falsas, evitaría mi mirada cuando es normal verse y se alejaría o quedaría parada hasta que yo me fuera. Es rara. Trata de hacer como si no pasara nada y yo lo único que hago es sonreír y pretender que no me doy cuenta, muy incómodo, realmente.
A la hora del almuerzo, Brendan se junta conmigo y Kate se sienta con nosotros después de un rato, mira a Brendan, luego a mi y sonríe.
—¿Qué tal las clases de hoy? — pregunta de la manera más natural y relajada.
Brendan bosteza de manera falsa. —Súper aburrido...
Ella achina los ojos. —¿Aburrida? Me pareció verte bastante entretenido en la clase de Filosofía.
Él luce ahora molesto. —¿Y?
Yo suspiro y escucho el resto de la conversación con aburrimiento. Ellos siempre hacen eso. Siempre. Sí, generalizo. Porque lo hacen. Todos los días. Pelean y pelean todo el tiempo que están juntos.
—¿Y a ti qué te pasa? — pregunta una voz conocida. Me giro para notar a Leah, por lo cual frunzo el ceño aún más. —Hey, hombre, todo bien. ¿Cierto?
¿Todo bien? No, no todo bien.
—Tienes una cara horrenda. Como si estuvieras realmente molesto.
—Lo estoy.
—Bueno... pero antes de mi. — dice con voz algo incomoda.
Suspiro y decido terminar mi manzana. Y también irme de aquí. Tengo tantas ganas de llegar a mi casa y dormir...
—Te veo pronto, Leah. — me despido y luego le agito la mano rápidamente a Kate y Brendan antes de irme.
Las clases en ese cada vez terminan más rápido, no sé si es porque me gustan o porque las odio. En fin. Cuando toca la grandiosa hora de regresar a casa, no encuentro a nadie para irme, ya que, o están molestos conmigo, (como Leah, Fleur, Selene, etc) o están yendo con otras personas a la cafetería, (como Kate y Brendan). Así que decido irme por el camino largo y pensar un poco en cómo voy a organizarme para hacer mis tareas ya que la sabelotodo de Kate está semana no se ha juntado conmigo como para querer ayudarme. Voy más o menos como un zombi, caminando con lentitud como si tuviera todo el tiempo del mundo cuando me encuentro en el pequeño puente del río a una chica loca.
—¡Qué te sucede! — le grito, por lo cual ella voltea a verme sin expresión. Qué estúpida pregunta la mía. —¡Baja de ahí!
Ella sonríe ligeramente y eso simplemente me hace pensar que, en vez de estar deprimida, está psicótica. La chica está subida en el barandal y pareciera estar lista para saltar.
—¡Percy! ¿Vas a ser mi héroe este día? Vaya, siempre están hablando que tú eres perfecto y creo que lo serás si me salvas de aquí.
Frunzo el ceño y la veo confundido. Esta chica está sumamente loca. ¿Quién bromea cuando está a punto de suicidarse? Esta chica olvido tomar sus pastillas. Y mientras estoy pensando eso, justo cuando estaba a punto de acercarme a ella, una maraña de pelo cobrizo pasa con rapidez frente a mí y luego, la chica suicida está en el suelo.
—¡Ay! — gime la chica
Mientras observo eso con los ojos completamente abiertos, me doy cuenta de Kate, que está toda roja y se ve molesta.
—¿Así querías salvarla? Con este tipo de personas no hay que pensar, Percy. Ella ni siquiera sabe lo que quiere. — gruñe. —Ayúdame a llevarla con sus padres. Seguro la van a encerrar por mil años cuando les cuente esto. ¿Verdad, Ericka?
—A mis padres no les importa. — gruñe y se para. Luego se acerca a mi y sonríe ampliamente. —Vámonos juntos.
Veo a Kate levantar las cejas y luego estamos siguiéndola. Cuando hemos dejado a la loca de Ericka en su casa y escuchado como sus padres la regañan, nos vamos a las nuestras. Yo acompaño a Kate en silencio ya que ella está bastante seria.
—Ericka siempre hace eso. — dice después de un gran rato. —Cada dos semanas decido tomar ese camino porque ella lo hace el mismo día a la misma hora. Creo que le gusta que alguien le ponga atención. Desde que supo que la espiaba comenzó a hacerlo más seguido. Esta un poco loca.
Un poco, sí.
—Ya veo. — murmuro. —¿No fuiste con Brendan?
—No.
Pongo los ojos en blanco y espero a que comience la conversación pero no lo hace. Ella es buena para dejar perpleja a la gente. Y buena para dejar a los chicos como inútiles.
—¿Que hiciste hoy? — pregunto.
—Estudiar. — murmura ella encogiéndose de hombros.
—Yo también. — le digo.
Ella voltea a verme y una ligera sonrisa se forma en sus labios, tan pequeña que me es difícil reconocerla, luego desaparece, pero en vez de quedar una mirada seria, queda una mirada indiferente.
—No te lo he preguntado.
—A mi eso no me importa. — le respondo.
Ella suspira y luego una risa se le escapa pero entonces la guarda y pone su mirada seria. —¿Podrías dejar de molestarme?
—No quiero. — le digo y continuó caminando.
Ella me sigue, poniéndose de puntillas para estar a mi altura y me regaña, diciendo que debería tener modales.
—Tú también.
—Yo tengo. Tengo muchos modales. — ella me detiene por el hombro y me frunce el ceño. —Pero contigo los olvido. Porque a veces eres insufrible.
Elevó las cejas y la observo ponerse roja y luego comienza a reírse como si hubiera contado un gran chiste. Yo me río con ella, ya que me ha dejado perplejo y no sé de dónde viene todo esto. Ella se inclina y continúa carcajeándose y después de un rato que parecemos segurísimo dos idiotas riéndonos en medio de la nada, ella se para, se seca las lágrimas y me sonríe antes de suspirar.
—¿Qué? — pregunta.
—Nada. Yo no fui el que empezó a reírse de la nada.
—¡No fue...! — se ríe. —No fue de la nada. No me molestes. Y ahora...
—¿Te despides tan rápido?
Ella sonríe y luego me frunce el ceño. Ella es tan confusa a veces.
—¿Y a ti que te importa?
—Dios, por favor... Para con tu actitud de...
—¿Maldita? — pregunta y se pone roja. —¿Ibas a decirme maldita?
Frunzo el ceño. —Yo no. En ningún momento dije eso. — tartamudeo.
Se ha vuelto loca.
Ella comienza a reírse y luego me golpea en el hombro algo demasiado fuerte. Lo hizo a propósito, puedo decirlo por la forma de su cara. Bastante... hostil.
—Tú fuiste la que pensó eso. Seguro te consideras una... ¿Cómo dijiste? Maldita.
Ella eleva sus cejas y entonces se quita el cabello del hombro y sonríe de una manera que no me da seguridad. Algo no anda bien por aquí.
—Tal vez sí. Tal vez sí me considero así. Pero algo que te puedo asegurar... si es que lo fuera... es que sería una maldita sólo contigo. — una ligera sonrisa se forma en sus labios pero me doy cuenta con mucho alivio que no es maliciosa. Sino es más bien una sonrisa tranquila y amable.
Que bueno. No podría imaginarme a la pequeña Kate como una chica maliciosa. Ella es más bien una chica grande y linda. Que puede perdonar y tener la razón al mismo tiempo. Estoy seguro que ella no haría algo para ser una maldita. Simplemente... no va con ella.
—Vámonos. Te llevo a tu casa. — le digo.
Esta vez, por primera vez, me doy cuenta que he ganado. Sí. He ganado una pelea con Kate. He tenido la razón. O por lo menos, no soy yo el que está sin saber que decir, sino que estoy en la posición en la que podría decirle a ella cuál es el siguiente paso. Y eso es bueno. Es bueno saber que Kate puede ceder. O más bien... que ahora sé la manera en la que puedo hacerla ceder. Que es bastante fácil... Y que no me molesta más su actitud de sabelotodo. Ya que detrás de ello hay una chica divertida y admitiría que algo loca con cambios repentinos de humor. Y que hacerla salir es más fácil que caminar.:::::::::
Perdón por tardar. He vuelto a estudiar. Pero actualizare lo más pronto ya que estoy súper emocionada.
Espero hayan disfrutado el capítulo tanto como yo
Besos
Karen
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Los Secretos de un Adolescente
أدب المراهقينLa horrible historia comenzó un jueves catorce de abril, mi madre me había insistido en ir a esa conferencia de "motivación" ya que pensaba que era deprimido. ¡No lo era! Ella quería que fuera para que consiguiera una pareja, ya que, a mis 17 años...