La reflexión, el dolor, los trastornos, los sentimientos, la falta de... ¿Falta de qué?
Todo pasa en un solo lugar.
Tu mente.
MIND.
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Tú nunca me habías visto como algo más; de hecho me atrevo a decir que antes de todo nunca me habías ni siquiera conocido el rostro, no ubicabas mi existencia en el universo, te era indiferente.
Ella ¿Cuál era su nombre? Bueno, no hace falta recordarlo; por mi conocida más como La entrada, sin duda una rubia hermosa de cuerpo fino y tez perfecta; sin pensarlo, si, ella había sido creada para estar contigo, la verdad es que no me llega a impresionar ni un poco el trato que llevabas conmigo cuando veías a La entrada como una diosa digna de todo; no le hablabas a ninguna otra chica -Ni siquiera a algunas de los clubes académicos en los que estabas involucrado-.
Pero claro, yo también ignoraría a todos de aquella forma si estuviese con ella; no me hablaría ni a mí misma estando con esa mujer; Yo a comparación suya no soy nada porque al estar contigo su luz aumentaba incluso más y a ti, te hacía brillar más que normalmente lo hacías ante mis ojos. ¿Quién no querría una pareja así? Esa siempre fue mi pregunta cuando los veía con el rabillo del ojo pasar enlazados de las manos, tu cargando bonches de libros con el otro brazo y ambas mochilas colgadas de ti.
El estar contigo era muy distinto a tener una relación con otros hombres de la villa, me consta que no eres el típico enamorado empedernido que regala flores a la primera, tenías una forma rara de amar. Siendo así, teniendo un amor así de imposible, el estar contigo no era más que un sueño fantasioso que alguna noche pude haber tenido, saliendo de algún lugar recóndito de mi subconsciente, alguien como lo era yo, simple, estúpida, sin una vida experimentada no podría estar con alguien parecido a lo que eras tu.
Ella te merecía -Al menos eso pensaba yo antes de que sucediera el incidente- ella se merecía totalmente estar con alguien de tu nivel. Es increíble como las personas encajonan a otras dependiendo de su nivel social ¿No?
Tu. . . Estar contigo no fue lo mejor para ella, ella no lo disfrutaba, no lo apreciaba y tu sufrías por eso. Ella no te hacía feliz, porque por más que te esforzabas por darle lo mejor nunca lo reconoció; te sumergías en tu soledad disfrazándolo todo de un amor por ella.
Ella, La entrada porque todos en una comida elegante, empiezan por eso, por la entrada.
