Diumo entra en la habitación.
Que sucede Muzo ¿Por qué entras así? Sin llamar a la puerta - reclama Sarer a su hermano quien no le pone atención y solo se dirige a mí.
Lo encontré Ameli, fue un poco complicado pero aquí está.
Sarer mira al otro triton, de inmediato lo cuestiona con tono fuerte exigiendo saber quién es. Pero no le doy tiempo de responder si no que lo hago yo misma.
Su nombre es Diumo - lo presento colocándome a su lado - es un tritón del grupo de caza.
Y que hace aquí eh - exclama Sarer parecía molesta por la interrupción. Tenía razón para estar así ya que no habíamos tenido la oportunidad de hablar. Se lo tenía que compensar en otra ocasión.
Yo lo mande llamar - explico - ahora me hacen el favor de dejarme a solas con él durante un momento por favor. Quiero pedirle un favor - agrego y lo miro por el rabillo del ojo.
¡Como quieras! - exclama Sarer y se levanta del lecho de roca, parece molesta por mi pedido - vendré en otra ocasión que estés menos ocupada o mándame llamar por favor. - sale de habitación con su hermano justo tras ella
Regreso más tarde reina - dice Muzo justo antes de cerrar la puerta de roca.
Invito a Diumo a tomar asiento en el lecho de roca pero él prefiere el suelo, alegando estar más cómodo de esa forma por lo que yo hago lo mismo y me siento frente a él el suelo. Después de una breve explicación de cómo fue que me convertí en la reina ya que ese día el grupo de caza había salido de la ciudad a por un banco de atunes no pudo estar presente en la ceremonia de coronación de los reyes. Procedo a hacerle mi petición.
Diumo - lo miro fijamente a los ojos, bellos justo como la primera vez que lo vi, su mirada amable, autentica. El también me mira esperando mi pregunta - tu sabes... - no sabia como formular la pregunta, era realmente difícil - tu sabes...
¿Qué paso con el humano? - Me interrumpe, al parecer sabe lo que deseo saber - ¿Qué le hizo el rey al humano? - Lo miro perpleja - claro que lo sé, recuerdas que puedo leer los pensamientos con tan solo tocar a los demás, leer todos sus recuerdos.
Cierto, y fue por eso que quise que vinieras, por eso te llame a ti. Recordé que la última vez que estuviste aquí me dijiste tocaste a Atlimus así qué...
Diumo asiente con la cabeza. Se queda pensativo por un momento. Me mira. Entonces habla.
El rey - comienza - es... peligroso. - en sus ojos se puede ver el miedo, temor al mismo rey. Un temor que al parecer solo Diumo conoce ya que conoce todos los pensamientos y recuerdos del rey. Con voz débil Diumo sigue hablando - para comenzar Ameli, yo se que conoces al humano llamado David o Darius como tú lo llamas - no es raro saber que conoce esos datos ya que también me tomo a de las manos por un momento, tiempo suficiente para que sepa todos mis recuerdos. - y yo se lo le paso. Pero no es solo porque conozco los recuerdos del rey, de hecho eso solo me ayudo a confirmarlo.
Me quedo boquiabierta, imposible. Tan solo lo confirmo con los recuerdos del rey. Acaso tuvo contacto con alguno de los tritones que ataco a Darius (David) así que de inmediato lo cuestiono.
¿Conoces a alguno de los tritones que lo ataco? - Diumo se encoge de hombros y niega con la cabeza - entonces ¿Cómo lo sabes? Dime por favor.
Permíteme contarte lo sucedido - se acodo en su lugar buscando una posición mas cómoda para comenzar su relato. Yo que queda donde estaba solo me muevo un poco para estirar las piernas por un lado.
Hace unos cuantos días - comienza Diumo - mientras regresábamos del lugar de caza. Nos encontramos con un cuerpo flotando en un madero, la principio pensé que era un tritón que habría salido, se había perdido, muerto y la corriente del agua se había llevado su cuerpo. Por lo que decidí que lo ayudáramos al menos daríamos una correcta sepultura a su cuerpo. Al acercarme pude ver el brillo que emitía el Miurm de su ropa, lo que me llevo a pensar que en verdad se trataba de un tritón... pero cuando lo tome de la mano que tenia bajo el agua... me asombre. No era tritón era humano y estaba vivo.
Sus palabras hicieron latir mi corazón de nuevo, tan fuerte que por un momento pensé que había estado detenido y hasta ahora volvía a su ritmo habitual. La esperanza había renacido en mi interior al tiempo que cualquier rastro de culpa por haberlo abandonado se esfumaba.
¿Donde lo encontraste? , en ¿Que parte del arrecife estaba? - exclamo, pero ignorando mis preguntas Diumo prosigue con su relato de lo sucedido. Cerró los ojos para concentrarse.
<<Tan pronto lo tome de la mano, sus recuerdos llenaron mi cabeza, estaba inconsciente, pero gracias a sus últimos recuerdos supe que te conocía y te estaba esperando. Al parecer estaba confundido ya qué no te habías aparecido. Estuvo durante varios días consecutivos regresando y te esperaba hasta muy entrada la noche a que aparecieras en el agua. Pero nunca ocurrió. Cuando lo nosotros lo encontramos había pasado un día desde el ataque. No tuvo oportunidad de defenderse - al decir eso, pude ver como se encogía de hombros, con impotencia, sus ojos, es como si el mismo hubiera presenciado hecho. Como si lo hubiera vivo en carne propia. La desesperación se hacía notar en su cuerpo. Una sensación helada recorrió mi cuerpo en tan solo un segundo, al pensar en lo ocurrido - fue algo verdaderamente traumático para él; los tritones de la guardia real lo tomaron por sorpresa, hundieron su barco y después de haberlo golpeado, al parecer lo dieron por muerto ya que callo inconsciente. Decidí que lo ayudáramos, mis compañeros no estuvieron de acuerdo porque se trataba de un humano pero les explique que tenía mis razones y accedieron. Lo llevamos lo más posible a la costa que sus recuerdos me indicaron.
Una vez que lo deje en la costa, regresamos tan pronto como pudimos y prometimos no decir absolutamente nada a nadie para evitar alguna represalia. Supe que debía decirte lo sucedido, ameli, pero cuando te busque en tu casa no estabas. Fue una total sorpresa encontrarte aquí el día de la entrega.>>
Me levanto, doy vuelta y me diirijo hacia la ventana de mi habitación. Miro hacia la superficie del agua. Siento a Diumo acercarse tras de mi.
Reina yo - dice con un hilo de voz.
Diumo. Te agradezco lo que has hecho. Gracias por disipar todas mis dudas.
Era mi deber Ame... digo reina.
Diumo puedo pedirte algo - lo cuestiono en voz baja.
Lo que sea reina mía siempre que esté a mi alcance ayudarla y complacerla -exclama el tritón y baja la cabeza para escuchar mi petición.
Guíame hasta esa costa.
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ENCADENADA
Teen Fictionuna sirena de cabellos rojos, un amor prohibido por su pueblo por considerar a los humanos peligrosos e inferiores a ellos. cuando el príncipe de su raza la obliga a casarse con ella y mantenerla encerrada ahí descubrirá los secretos de su pueblo...