La falsa sonrisa de mi cara se esfumo en cuanto le di la espalda a Lowell.
Habia faltado a la practica de futbol por la estupida sesion de tutorias, aunque ella me ayudo algo. Eso lo reconosco. Pero aun asi, no podia faltar a todas las practicas de los jueves por las tutorias que estaba obligado a tomar para no repetir el año. Me di media vuelta y ella que estaba apunto de cerrar la puerta me miro curiosa. Sonrei un poco por la cara que puso, aveces era tierna sin que ella se diera cuenta.
-Casi lo olvido, ¿crees que podriamos cambiar las sesiones de hoy para los viernes? los jueves tengo practicas de futbol- le dije fingiendo inocencia, ella rodo los ojos y asintio.
-Supongo- dijo, y satisfecho, comenze a despedirme de ella con una mano caminando unos pasos hacia atras antes de llegar a mi motocicleta e irme de alli.
Di algunas vueltas a una velocidad unica, la velocidad que me gustaba y que me hacia olvidarme de todo por un segundo, ya que no habia ido a futbol y, entonces, la adrenalina era mi segunda salida. Mi celular vibro en el bolsillo de mi chaqueta, al sacarlo vi que era un mensaje de Melanie. Me tense automaticamente.
El esta aqui.
Decia solo eso, pero lo entendi a la perfeccion. Acelere aun mas y me dirigi a casa, si habia algun policia por la zona no habia duda de que iba a multarme pero todo me valia una mierda en este momento.
Pense que iba a tardar mas en el bar, no tuve que haberla dejado alli sola.
Al llegar practicamente corri hacia el interior de la casa, los gritos se escuchaban desde alli afuera.
-¡Arruinaste nuestras vidas! tu y tu estupido hermano nos quitaron todo - gritaba el hombre borracho que se hacia llamar nuestro padre, en el marco de la puerta de la habitacion de Melanie, apenas podiendo mantenerse en pie. Ya me la imaginaba, acurrucada en un rincon de su cuarto tratando de hacer oidos sordos, pero sabia que nunca funcionaba.
Gruñi y fui hacia el empujandolo e ignorando los insultos, entre en la habitacion y la vi, como me la imaginaba abrazando algo entre sus manos. Al alzar la mirada hacia mi solo me abrazo fuertemente, la alze en brazos y sali de alli, no sin antes tomar las llaves del auto. El auto que usaba en emergencias como esta.
Tome el coche que estaba estacionado afuera y meti a Melanie en el asiento trasero, ella estaba llorando y aferrando a su pecho con mucha fuerza lo que tenia entre sus manos cuando la encontre.
-¿Estas bien?- susurre tratando de que me mirara y cuando ella por fin asintio, subi al aciento del conductor y acelere. Me aleje unas cuantas cuadras antes de estacionarme y tratar de calmarla. Me baje y subi al asiento trasero adonde estaba ella y solo la abrace.
-Tranquila. Ya paso.- le decia porque sabia que no podia decirle otra cosa, no podia decirle que todo iba a estar bien. Porque ella sabia que no iba a estarlo, no al menos hasta que yo cumpla los dieciocho y nos larguemos de aqui.
Luego de unos minutos cuando se calmo dijo:- No quiero volver ahi.
Suspire y le acaricie el pelo cariñosamente como solia hacer nuestra madre cuando alguno de nosotros estaba triste.
-Esta bien- dije hablandole suavemente- vere que puedo hacer.
Saque mi celular y llame al primer contacto que se me ocurrio. Roland. Suspire aliviado cuando contesto.
-Roland- dije en tono desesperado esperando que el entienda. El era el unico que sabia de mi...situacion en casa.
-Paso otra vez ¿no es asi?- dijo simplemente.
-Nesesito un lugar. Melanie...-comenze, el suspiro interrumpiendome del otro lado de la linea, conociendo ya la historia.
-Pueden quedarse aqui- afirmo el. Sonrei de lado sabiendo que el no me podia ver.
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Bad boy.
RomanceLea Lowell era todo lo contrario a las otras chicas del Instituto. Aunque ella esté en sus gloriosos dieciséis, sea raro o no, nunca usó zapatos altos en su vida, nunca había experimentado con el maquillaje y mucho menos con grandes cantidades de al...