3. Devolviendo un favor.

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Y ahí me encontraba yo, parada en la puerta como una completa estupida esperando ver a Ian que de alguna manera se había metido en mi cabeza. No estaba tan grave como para ser como las que lo acosan, pero no lo había visto en como dos semanas, tal vez lo suspendieron. No me sorprendería. Aunque alguno de los amigos de chaqueta estaban exparsidos por ahí los otros días pero casi nunca juntos, como si Ian fuera la razón por la cual estaban juntos. El sería como el "jefe" o el "lider" del grupo y por lo tanto el más peligroso, creo yo.

Estuve en esta puerta junto a las gatas en celo de Ian desde hace dos días, al principio no quería verlo despues de lo que había pasado en el barrio de Kay. A quien por cierto, no le había contado absolutamente nada, al día siguiente quería contarselo todo pero por alguna razón cuando estaba a punto de decirle le salí con otra cosa para que no sospeche, para no preocuparla tal vez...o solo porque no quería que nadie supiera de lo susedido. Haría como si nada ubiera pasado, me dije la primera semana. Y ahora estoy aquí, esperando.

Lo pensé mejor y me dije ¿Por qué mierda crees que le interesara? ¿Qué mierda haces aquí parada? Y me giré, dispuesta a irme junto a Kay. Pero las chicas me cortaron el paso susurrando cosas y amontonandose en la puerta, entonces lo supe. Estaba ahí. 

Pero sus gatas no estaban igual que siempre, ahora algunas estaban susurrando cuchicheos que estaba casi segura de que no eran alagos a Ian y alcanzé a escuchar un '¿Que le ha pasado?' y cuando ví que no habría forma de pasar a mi asiento hasta que el grupito ubiera pasado. Frustrada solo me apoye contra la pared, con la cabeza mirando para el techo blanco y los brazos cruzados. Sin mirarlo, al menos trataba de no hacerlo. Pero cuando una de las rubias con una coleta alta dijo 'Parece que se ha peleado, pero seguro que dejo mucho peor al otro' acompañado de una risita orgullosa, como si el fuera suyo. La miré con una ceja levantada y giré mi cabeza hacia donde estaba Ian. Estoy segura de que mi ceja levantada anteriormente tuvo un tic, fruncí el ceño mirandolo. Un ojo morado, moretones en la mandibula y algún que otro corte en su labio que estaba casi curado. 

Luego de un rato como si el sintiera mi mirada, o tal vez fueron los susurros que ahora se escuchaban perfectamente de las chicas mientras el pasaba cerca, me miró. Podría jurar que fué a mi y que seguía mirando pero yo bajé rapidamente la mirada hacia las puntas de mi cabello rubio tratando de parecer despreocupada y desinteresada, justo como estaba antes de verlo. ¿Con quién se habría peleado? ¿Peleas de pandillas? No, no lo creo. Por lo que llegué a ver los amigos de el no tenían ni un rasjuño, no más de los desastres que tenían normalmente como bolsas bajo los ojos debido a una posible resaca. Dios ahí estaba otra vez, estaba pensando en Ian. Estaba casi preocupada. Estaba metiendose en lo más profundo de mi mente. ¿Cuando dejé que el entrara? Oh si, luego de que me congelara cuando el tipo me acorraló esa noche en el barrio de Kay y el llegó. Repaso esa noche cada tanto y me doy cuenta de que podría haber echo algo. Un puñetazo duro, una patada en sus zonas debiles, morderlo ¡O algo! y creanme que lo había echo en otras ocaciones y había salido huyendo, pero no, ese día estaba sin siquiera mover un dedo. 

Como una niñita. Y bien yo sabía que no lo era.

-Oh mi dios, Ian Detelo te miró, en serio te miró- dijo alguna chica.

-¿Detelo?- dije ¿ese era su apellido? Era gracioso que yo sepa cosas de el, cuando el ni siquiera conocía mi nombre.

-Si, el dios Detelo- dijo una rubia y no pude evitar soltar unas de mis ruidosas carcajadas, ese apodo era el más estupido que había escuchado. ¿Dios? Tal vez le decían así porque es un dios en la cama. Me sonrojé ante mi propio pensamiento y luego de una negada de cabeza a las chicas como diciendoles "no me importa" seguí, al fin, mi camino hasta mi asiento. Aunque tal vez me importara un poquito, solo un poquito. De todas maneras, le debia un favor por la otra noche.

Bad boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora