Capítulo 19: Energía alternativa

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-¡Lo tengo! -gritó Sane.

Cuando le oí  corrí hacia el laboratorio central de la nave.

-¡¿Lo tienes?! -pregunté a Sane sobresaltada por la carrera.


-¡Sí! ¡Creo que puede funcionar! Llama a Essi, tenemos que probarlo.


-Ya sabes que está muy débil, apenas se puede mover... -dije recordando a Sane que esta se encontraba realmente enferma.


-¡Pues vamos a su habitación! - dijo Sane y a continuación nos dirigimos al cuarto de esta. Ziggy estaba allí haciéndola compañía. Essi se encontraba realmente mal y moriría si no hacíamos algo para evitarlo.

-Essi, incorpórate un momento por favor -le pidió Sane suavemente mientras se sentaba a un lado de la cama. Essi hizo lo que le pidió y este le agarró del brazo mientras portaba una gran aguja.


-¡No por favor! -dijo Essi asustada.


-Essi tranquila, esto te va a salvar. Tengo que ponértelo.


Essi accedió a duras penas y Sane pinchó a esta con la vacuna. Mientras, Ziggy y yo observábamos. Essi dio un pequeño quejido por el pinchado y Sane le puso una gasa para cubrirle la reciente herida.


-Tendrás que quedarte en cama mientras hace efecto la vacuna. 


Pasaron las horas y Essi se fue encontrando cada vez mejor, estaba más fuerte y visiblemente más sana. Ziggy preparó la nave para que esta se marchara de la tierra. Al principio se negó pero Essi insistió en que debían irse.


-Aura, tengo que hablar contigo. -me dijo Ziggy serio. 


-Sí, claro, ¿qué ocurre? -le pregunté.


-Tenemos que marcharnos ya.


-¡¿Qué?! ¡¿Tú también?! -dije triste.


-Sí. Los tres tenemos que irnos.

-Pero Ziggy, Essi tiene a Sane, no te necesita.


-No es eso... es que no pertenezco aquí. -afirmó Ziggy mientras agachaba la cabeza evitando mi mirada a toda costa. 


-¿A qué te refieres Zig? ¿eso quién lo decide eeh? ¡Nadie! Puedes pertenecer adonde quieras. -dije desesperada, Ziggy mientras guardaba silencio. -Nadie pertenece a ningún lugar Zig, tu puedes elegir quedarte... yo... yo quiero que te quedes aquí conmigo. -le dije con lágrimas en los ojos.


-Lo siento Aura. Yo también quiero quedarme pero no puedo. Siempre te recordaré. -dijo Ziggy y me dio un suave beso. -Siempre te recordaré. -repitió para, seguidamente, abrazarme fuertemente.


Sane, Ziggy y Essi prepararon la nave dispuestos a irse a algún planeta que estuviera habitado. Sane conocía un lugar en la galaxia de al lado, un planeta donde había más como ellos. Antes de irse Essi y Sane se acercaron a mí. 


-Sane. Gracias por todo, sin tu ayuda esto no hubiera sido posible. -dije con una triste sonrisa. 

-Gracias a ti por leer mi mensaje. Sin tí no habría podido encontraros. -me dijo guiñándome el ojo y me dio un caluroso abrazo. Yo no pude evitar llorar y vi que Sane también se encontraba triste por su partida.  

-Siento que tengas que sacrificarte por Essi, Sane.

-¿Sacrificarme? -preguntó él confundido.

-Sí, al fin y al cabo tendrás que quedarte con ella para siempre para poder darle la energía que necesita para sobrevivir.... y es un gran sacrificio por tu parte.

-Bueno... lo cierto es que me encuentro a gusto con Essi.

-Pero Sane... destruyó Marte... -dije sin poder creer a Sane.

-Sí, lo sé, lo sé... pero... bueno es solo que Essi... -tartamudeó este nervioso.

-¡No me digas que te gusta! -grité llevándome las manos a la boca. -¡Qué fuerte! -grité y después me reí.

-¡Shhh! ¡Calla! -me llamó la atención Sane. 

-Y ¿se lo has dicho? -le pregunté curiosa.

-Bueno... no exactamente, pero anoche... -dijo Sane y me lanzó una mirada picarona que no podía pasar desapercibida.

-Sane me alegro por tí de verdad, bueno, por vosotros. -dije sinceramente. 

Nos quedamos en silencio un momento. La verdad es que me sentía feliz por ellos, aunque no me agradaba demasiado Essi veía a Sane contento y eso es lo único que me importaba, ya que había sido un gran amigo para mí. Después, Essi se acercó a mí.

-Aura...

-¿Si? -dije yo fríamente.

-Gracias por convencer a Sane para quedarse conmigo y bueno... gracias por todo.

-No tienes por qué darme las gracias Essi.

-Sí, sí que tengo. Gracias, de verdad. -me dijo sinceramente y vi un pequeño resplandor en su mirada. -Y perdona, por las molestias... Por lo de intentar destruir tu planeta y eso. -dijo y yo reí irónicamente por su ocurrencia. Subieron a la nave y yo me quedé afuera sin perder la vista de las maniobras de la nave. Finalmente despegó y desapareció en el firmamento.

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