Me encontraba de vuelta en casa. Sola y sin saber que pensar de lo que acababa de suceder. Ziggy se había ido con Essi de vuelta a su nave, situada en una colina, lo suficientemente lejos de la civilización como para que nadie los encontrara. Todavía no entendía cómo podía haberme hecho eso. Al principio pensé que era un simple truco con el fin de pararle los pies a Essi, sin embargo ahora tenía mis dudas. Ellos se habían marchado juntos, como un par de amantes y Essi, como no, estaba encantada con la idea de hacerme el mayor daño posible, quedándose con Zig para ella sola.
Cayó la noche y yo no podía dormir, lo único que hacía era dar vueltas y más vueltas en la cama. Pensaba en Ziggy y en su beso compartido con Essi. Me incorporé y encendí la lamparita de la mesa, seguidamente me levanté y me dirigí a la cocina. Me llené un vaso con la primera botella que encontré de alcohol. No era mucho de beber, sin embargo la ocasión lo merecía. De repente oí un ruido tras la ventana, como si alguien estuviera arañando los cristales. El sonido era espeluznante, hacía que cada parte de mí temblara, sentí un gran escalofrío recorriendo mi espalda y los vellos del brazo se me erizaron. Me dispuse a dirigirme al lugar del que procedía el sonido, dejé el vaso en la encimera y caminé lentamente, temerosa de lo que se escondía tras la ventana.
«Solo es un animal, nada más. O el viento, si, seguro que es eso», pensé, intentando tranquilizarme. Cuando estuve lo suficientemente cerca de la ventana me agaché para mirar. Oscuridad, fue lo único que vi. La calle se encontraba solitaria . Normal, eran las 3 de la mañana, ¿a quién me esperaba encontrar? Me sentí estúpida por haber sentido miedo. Suspiré de forma tranquila y me incorporé, me di la vuelta y me dispuse a volver a mi dormitorio cuando oí otro golpe, esta vez más fuerte, de nuevo en la ventana. Me di la vuelta sobresaltada y corrí a mirar.
-¡¿Qué demonios?! –dije en voz alta y me dirigí corriendo hacía la ventana. Entonces vi que afuera, en la calle, había una silueta enfrente de mi casa. Me quedé paralizada. Me froté los ojos, como si estuviera soñando, pero no, era real, había alguien o algo afuera, observando, esperando pacientemente. Abrí la ventana cuidadosamente y me asomé.
-¡¿Ziggy?! ¡¿Eres tú?! –grité, rezando para mis adentros que fuera Ziggy. Ni una palabra. La silueta seguía ahí, parada y sin decir nada. Su silencio me perturbó aún más y decidí hacer aquello que nunca se debe hacer... salir para descubrir de quién se trataba.
¿Sabéis cuando estáis viendo una película de miedo y el protagonista se dirige hacia el lugar donde no tiene que ir porque le espera una muerte segura? Pues así me sentía yo. Dirigiéndome hacía lo desconocido.
Llegué a la entrada de casa y abrí la puerta mientras cargaba un cuchillo de cocina, por si las moscas... la puerta chirrió levemente y me provocó aún más terror del que sentía ya. Tragué saliva, respiré profundamente y sin pensarlo más abrí la puerta de golpé. La silueta se dirigió hacia mí.
-¡Alto! ¡No te acerques! –exclamé, sin embargo, el extraño no paró, al contrario siguió caminando. -¡Te lo advierto! –dije intentando sonar amenazante. Sostuve el cuchillo con fuerza y amenacé al extraño con él. No había mucha luz, sin embargo, gracias a una farola lejana pude discernir la silueta de Ziggy. No estaba segura, pero tenía la esperanza de que fuera él.
-¿Ziggy eres tú? – repetí, esta vez con más fuerza.
-No. –dijo el extraño rotundamente.
-¡¿Entonces quién eres?! ¡¿Y qué haces aquí?!
-Soy Sane.
-¡¿Sane?! –me pregunté sorprendida. Sane, el mejor amigo de Ziggy estaba vivo. Intentaba asimilar el descubrimiento que acababa de hacer. No entendía que hacía enfrente de mi casa y mucho menos cómo hacía logrado sobrevivir. Me acerqué a él y vi que era un chico de la misma edad de Ziggy, a lo mejor un poco más mayor. Realmente parecía humano, sin embargo, yo sabía que no se trataba solamente de una "persona normal".
-Creo que tenemos mucho de qué hablar. –dijo Sane.
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El Visitante
Science FictionZiggy es un extraterrestre que visita el planeta tierra con un único propósito, conseguir agua para acabar con la terrible sequía que hay en su planeta. En su camino se cruza con Aura, una joven que le ayudará y con la que entablará una gran amista...