Capítulo 11: El despertar

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A la mañana siguiente aparecí aún en los brazos de Ziggy. Me desperté y me quedé mirándole unos minutos. 

-Eyyy... Zig -le susurré muy de cerca de su rostro. Este no despertó así que me acerqué más a él y le di un beso en la comisura de los labios. Fui dejando pequeñas caricias en un rostro hasta que inconscientemente se movió.

-Mmm -gimió este aún dormido.

-Ziggy, despierta -me reí mientras miraba su dulce rostro angelical. Entonces Ziggy abrió sus azulados ojos lentamente y me dedicó una amplia sonrisa.

-Buenos días mi alien favorito.

-Buenos días -dijo riendo por lo bajo -¿Para qué me despiertas? Quería dormir un rato más... anoche apenas me dejaste -se quejó.

-Vaya, debió de ser terrible para ti ¿no? -dije irónicamente.

-Sí, fue horrible -afirmó este de forma sarcástica.

-Entonces supongo que no querrás repetirlo -dije dándome la vuelta para darle la espalda mientras fingía que le ignoraba.

Ziggy me agarró por detrás, rodeándome con su brazo y me dio besos en el cuello para luego bajar a mi espalda.

-¡Ziggy! Me haces cosquillas ¡para! -le pedí entre risas. Este comenzó a hacerme cosquillas y yo no podía parar de reír.

-¡Baja la voz! Nos van a oír -dijo este preocupado mientras reía por lo bajo.

-¡Lo siento! -dije tapándome la boca mientras trataba de no reírme.

En los días siguientes, Ziggy y yo nos seguidos viendo a escondidas de Essi. Estábamos muy enamorados y casi nos olvidamos de nuestro problema con la destructora de planetas.

-¡Zig! ¡Déjame en paz ya! -le grité enfadada.

-Perdona amor, pero no puedo evitar fastidiarte -dijo entre risas.

-¡Sabes qué esto deja marca! ¿Y si lo ve Essi qué?

-Dile que te has caído -se río aún más fuerte.

-No tiene gracia -dije enfadada, mientras me tocaba el chupón que me había dejado Ziggy en el cuello.

-Ven amor, ahora te lo recompenso -me dijo con una sonrisa pícara mientras se acercaba a mí y me agarraba de la cintura. Se acercó a mi cuello para besarlo y después fue bajando sus manos hasta mis muslos. Me agarró la pierna y la subió para colocarla a la altura de su cintura, rompiendo el poco espacio que había ya entre nosotros.

-¡Ziggy! ¡Eres un depravado sexual! -dije entre risas -¡¿Siempre estás pensando en lo mismo o qué?!

-¿En tí? Durante todo el día.... -afirmó mientas me miraba atrevido. -En realidad es culpa tuya, por mostrarme los placeres terrenales que tenéis aquí...-afirmó bromista y yo le callé plantándole un beso inesperado.

En ese momento, alguien llegó a casa antes de tiempo, era Essi. No la oímos llegar hasta que entró en mi habitación sin llamar, descubriendo algo nada agradable para su vista.

Cuando rompimos el beso en busca de aire, nos miramos a los ojos, diciendo más de lo que podrían decir las palabras.

-Ziggy...

Ziggy se dio la vuelta para mirar a la persona que se encontraba detrás de nosotros.  Essi estaba en frente de nosotros, inmovilizada. No podía cree lo que acababa de ver. Sin mediar palabra se dio la vuelta y echó a correr entre lágrimas.

-¡Essi! ¡Espera! -Ziggy me miró con gran preocupación para luego ir detrás de esta. Sin más remedio, tuve que seguirle.

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