Capitulo 2. El contrato.

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Solo para mayores de edad.

Estaba deseando volver a ver a ese chico, pero me hice la dura. Me conectaba al chat en modo invisible para que no me viera "online". Tardé siete días en decirle "hola".
Estuvimos hablando de nuestra cita y nos gustó mucho a los dos, así que había que repetir. Sólo una cosa; sangré. Yo lo vi normal, una polla que casi la tapo con cuatro dedos no es lo mismo que una de 21cm. El se acojonó por las ets y las its.
Por mucho que yo le hubiese dicho, o el me hubiese contado... podríamos haber sido unos ángeles caídos del cielo o unos promiscuos follandose a pelo a todo el que se le pusiera por delante, podríamos haber mentido. Él era el tercero con el que había quedado, y de eso hacia mucho tiempo, sabia que mantenía relaciones sexuales con mi novio: unas 4 veces al año. Si se lo creía o no, era su problema. Vamos, que tuvo una semanita de calentamiento de cabeza, y no la de abajo precisamente.

- Te creeré - me dijo.

A lo que íbamos, segunda cita.
Me recogió en el mismo sitio y fuimos al mismo descampado, en su coche en los asientos traseros.
Fui a besarlo pero me dijo que los besos y morreos a su polla y le obedecí.
Me ensalivé la boca, y esta vez si, ¡joder! Valla polla sin venas marcadas, de color clarito y larga, muy larga y con su olor a suavizante de ropa. Preciosa. Empecé a mamarsela, ya sin nervios, gustosa y contenta de tenerla de nuevo en mi caliente boca.

- La mamas bien, pero te enseñare a hacerlo mejor - me dijo.

Me cogió de lo pelos mientras desgustaba su polla y me hizo que parase.

-¿por el culo lo has echo alguna vez?
- no.
- ¿por qué no?
- porque no se si duele, si sale sangre...
- ¿quieres probar?
- no.
- inténtalo.

Me miraba con pucheritos, con su flequillo rubito de punta.

- venga...inténtalo.
-.... Bueno, vale.

Me puse a cuatro patas como pude en el coche con mi cabeza pegada a la ventanilla. El se puso detrás, me rozaba sus dedos por mi clítoris, mmm eso me gustaba y gemía de placer. Me recogió mi flujo con sus dedos y me lo restregó por el ano. Pegó su cara a la mía, (aun noto su aliento y el calor de su mejilla en mi cara). Me sentí protegida, con sus manos en mi cintura. Me tranquilicé pensando que nunca llegaría a metérmela, (mucho palo para un culo virgen), disfruté del momento, de su empeño en ponerme a cien para poder penetrarme, tocántome y besándome en la nuca con dulzura.
Me metió una falange de su dedo, dolía.
Sacó lubricante efecto calor y me lo hechó por el ano.
Dolía menos. Pero solo era un dedo....lo que me espera cuando me meta lo otro ya me daba miedo.., tranquila no entrará..me decía a mi misma.

Cuando el dedo ya marco su espacio, me metió la punta de la polla....dolía y paraba, dolía y paraba, mientras me susurraba al oído- tranquila campeona- y eso hacia que me pusiera mas cachonda aún. Quería que me la metiese para saber que era el sexo anal, por no dejar algo a medias y por satisfacer su deseo.
Le dije antes de conocernos que iba a ser su "hada madrina y le iba a cumplir todos sus deseos sexuales", y aunque se lo dije por puro entretenimiento, en plan de cazar ligues en un chat, podría ser un juego muy divertido si lo hiciera realmente.

Me dolía , era como si tuviese que atravesar unos cinco aros musculosos. Y pasado ese tramo: uooooo! Todo era placer!!! Siiii me gusta!!!!
Por mi, ya podría haberla dejado allí dentro todo el rato que quisiera. Placer, placer y placer. Se me caía la baba de mi boca que acababa en el cristal del coche, sudaba del esfuerzo anterior, el coño me chorreaba y los movimientos despacios de meterla y sacarla por mi estrenado culo ya sin dolor, me encantaba.
Al sacarla de allí, después de correrse, me dijo que no mirase...(¿sangre otra vez??).
Sacó pañuelos de papel de no se donde y mi curiosidad hizo que mirase: mierda. Mierda de mi culo por toda su polla. Yo estaba en una nube aun después de correrme y cuando se terminó de limpiar reaccioné, ¡ostias! Podría habérsela limpiado yo, que asco limpiar la mierda de otro. Pero él es el maestro ¿no?. Sabia lo que hacia y yo no pensaba limpiar eso.

Había tenido una experiencia nueva y muy muy placentera.
Llegué a casa con el culo como si fuera una gallina harta de poner huevos, pero no me importaba, estaba orgullosa de haberlo hecho.
En comparación con follar por el coño, mi culo era mucho mas claro. Me gustaba sin titubeos, mi coño tenia esos ratos de ....me gusta, siento cosquilleo, me humedezco, me corro....no me corro...mi culo es mas, me gusta, ¡me corro! Y al ponerse el coño celoso lubricaba a la vez pidiéndome ser penetrado también.

Un transexual en el chat me ensenó a limpiarme el culo por dentro para que no saliera mierda al ser penetrado. Meterme la goma de la ducha y dejar que entre agua. Era efectivo. Y ya no manchaba nada o casi nada.

Días después el amo y yo, decidimos que íbamos a quedar mas veces, pero con unas normas. Un contrato. ( eso fue muchos años antes de que el Grey se hiciese famoso).

1. Nada de llamadas de teléfono.

2. Nada de mensajes teléfonicos. Solo por chat.

3. Complacer todos sus deseos sexuales.

4. Nada de marrones, ni enfados, ni compromisos.

5. Quedar solo y exclusivamente para sexo. Ni cafés, ni copas, ni paseos.

6. Cada uno era libre de tener otras relaciones.

7. No enamorarse

Osea, que iba a ser su sumisa sexual (o su puta gratuita, como quieras llamarle), le deje bien clarito que eso de plancharle camisas o prepararle el desayuno, se lo hiciese otra. Así que empecé a llamarle: " el amo".

Sin cubo no hay paraiso (+18) Actualizada Y CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora