Capitulo 3. El cubo.

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Si eres menor de edad no sigas leyendo.

Quedamos un par de veces más, y era el momento de aprender a mamarla mejor; según el amo.

El vivía a unos 28km de mi pueblo, conducir no era lo mio, y para ir a verle tendría que pasar justo por delante de la oficina de mi novio...muchas preguntas luego, si me viera. Así que iba en tren hasta el garaje del amo,(su picadero), él vivía con sus padres y en el garaje, que se situaba en el subterráneo de su edificio, hacia fiestecitas con los amigos, llevaba a sus ligues...; ponía un colchón en el suelo y allí follaba.

Él temía que nos viesen entrar juntos, quizás metiera allí demasiadas chicas, aunque, según él, ligaba menos que un palomo cojo y la relación con su novia acabó días después de nuestra primera cita. No tendría que darle explicaciones a nadie si nos vieran  entrar. Yo quizás si, pero allí, en su pueblo, ¿quien coño me va reconocer? y ¡joder! No estoy follando en publico....(aún).

Bueno, al jaleo.
Me esperó detrás de la puerta con la polla en la mano. Directamente me adorrillé y se la mamé.
Ni besos, ni un "hola", sólo una sonrisita de niños malos, cuando me acordaba que de cintura para arriba había alguien.

- intenta metértela entera.- me dijo.

Lo intenté, pero me daba arcadas.
Varios intentos más, y el amo, decidido, quitó el colchón del suelo, dejándolo caer sobre la pared, y trajo un cubo con restos de aceite de motor que tenia en un rincón, diciendo: " sin cubo no hay paraíso ", nos reímos por su frase y me hizo volver a mamársela; él de pie y yo de rodillas, y el cubo entre nosotros, por si vomitaba.

Estaba empeñada en "tragármela", me daban arcadas...pero seguía chupándosela, cuando me rozaba la campanilla, paraba para no vomitarle encima y me dijo que eso no le importaba, lo que si le molestaba era mis interrupciones. Pero era un reflejo incontrolable, me daba la arcada y paraba.
Entonces me relajé, me concentré. Esta polla me la tengo que tragar por cojones. Abrí bien la boca, me la tragué como si fuera algo que había que tragarse sin masticar. Y al segundo movimiento, vomité.

- muy bien. Sigue.

No me gustaba vomitar, pero su cara de niño travieso, su cara de que lo estaba disfrutando, me hacia que no parase de darle placer con mi boca- garganta

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No me gustaba vomitar, pero su cara de niño travieso, su cara de que lo estaba disfrutando, me hacia que no parase de darle placer con mi boca- garganta. Cuando entraba en mi garganta, mis ojos parecían salirse de mis orbitas, y las lágrimas se me salían del esfuerzo. Pero me lo estaba pasando bien viéndolo disfrutar gracias a mi empeño en hacerlo bien.

Odiaba el oloricillo a comida y bilis que le quedaba en la polla, pero me enslibaba bien la boca para lavarsela con mis labios y mi saliva

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Odiaba el oloricillo a comida y bilis que le quedaba en la polla, pero me enslibaba bien la boca para lavarsela con mis labios y mi saliva.

Pasaron días y días de entrenamiento, el amo ya no tiraba el colchón en el suelo, en su lugar ponía el cubo, y cuando se cansaba de estar de pie, se sentaba en el "trono", un asiento de copiloto de un coche, que guardaba por allí, entre otros...

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Pasaron días y días de entrenamiento, el amo ya no tiraba el colchón en el suelo, en su lugar ponía el cubo, y cuando se cansaba de estar de pie, se sentaba en el "trono", un asiento de copiloto de un coche, que guardaba por allí, entre otros muchos trastos.

Yo trabajaba de recepcionista en un hotel, en mi pueblo, tenía un contrato de mierda, de esos que te hacen al ser principiante, curraba solo los lunes y los viernes, el resto de los días, le esperaba todas las mañanas, con el chat encendido, sin desayunar por si le apetecía quedar. Con el estomago vacío, al menos no vomitaba comida, sino muchas babas, las llamábamos "babas de caracol". Por lo menos eso no apestaba como lo hace la comida a medio digerir. Todas las mañanas que yo libraba en el curro, claro.

Un dia en casa haciendo zaping , un programa nuevo sobre sexo me dio la solución al problema: había que bostezar para que la garganta se abriera!. Y ¡ siii!!!! Fue un gran remedio. Ya no vomitaba y me había convertido en una "garganta profunda".

Seguíamos quedando, sólo y exclusivamente para guarrear, me costo días entender porque al follar no le llamaba follar; sino guarrear. Esto se estaba convirtiendo en sexo muy sucio y muy guarro. Después de metérmela por el culo, directamente a la boca, saliera limpia o no, la cuestión era no parar. Cuando hacia eso la limpiaba con mi boca. Era mi mierda no tendría que darme asco, me decía. Me ensalivaba bien , se la mamaba y escupía rápidamente para dedicarme exclusivamente a su polla.

El amo me la había metido por el culo unas 20 veces. Por la garganta otras 35. Por el coño dejó de metérmela, decía que estaba arto de ellos y que conmigo quería hacer cosas nuevas.

Por el culo me la metía siempre, menos las veces que tenia demasiada prisa y quedábamos solo para una mamada; se corría y hasta otra. En ocasiones me la metía por el culo aunque fuera solo por joderme, me daba un pollazo del tirón bruscamente y cuando empezaba a sentir placer me la sacaba y me dejaba con ganas de más, así me ponía mas cachonda y se la mamaba con más ganas, aunque siempre se la mamaba con ganas y ansias, por eso digo que lo hacia sólo por joderme.

Estaba obsesionada con él, seguía conectándome al chat todas las mañanas, por si quería que le satisfaciera, sin desayunar, haciendo mis obligaciones de mi casa corriendo por si tenia que salir a mamarsela.
Y era feliz. Aunque me hubiese encantado tener mas tiempo en nuestras quedadas, aunque sea para quedarnos abrazados en silencio mirando al techo. Pero eso no formaba parte del contrato y le ocultaba mis sentimientos hacia él, aunque alguna vez se los insinuaba y directamente me decia secamente: - sólo guarrear-.

Sin cubo no hay paraiso (+18) Actualizada Y CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora